Estiman que una “negligencia” habría desencadenado el fuego en el cerro de Villa del Lago
El incendio de pastizales que se originó este miércoles en Villa del Lago y que se propagó hacia otros sectores del cerro, hasta alcanzar el Parque del Bicentenario y el Manantial de los Amores, generó gran preocupación y mantuvo en vilo durante toda la jornada a los residentes de la privilegiada zona.
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La magnitud que cobró con el paso de las horas requirió la presencia de seis dotaciones del Cuartel Central y de Villa Italia, tres autobombas y tres camionetas, y de catorce efectivos que combatieron sin descanso y durante once horas las llamas.
Una vez sofocado el fuego, el titular del Cuartel Central de Bomberos, Ramón García, aseguró que fue un hecho “muy importante” por el área en que se registró y la dificultad que presentó a la hora de combatirlo.
En diálogo con el ciclo televisivo “Tandil despierta” (Eco TV) se refirió a las causas que lo originaron y descartó “totalmente el inicio espontáneo”, es decir, por causas naturales o por acción de las altas temperaturas. “Es prácticamente imposible por el horario en que se dio”, alrededor de las 10.30, según el testimonio de algunos vecinos, donde “no hacía tanto calor”, y además la vegetación “tampoco está en las condiciones para que tome ignición con tanta facilidad”.
Es por eso que especuló que, “como mínimo, hubo alguna negligencia por parte de alguna persona”, pero “descartamos de plano que sea intencional”, aunque analizó que pudo haber sucedido que “haya hecho algún fuego o haya apagado mal el cigarrillo y eso posteriormente desencadenó el hecho”.
También advirtió sobre su peligrosidad y renegó de la falta de compromiso de los vecinos para adoptar las medidas que les permitan permanecer en una zona segura ante estos hechos.
“Estos episodios los hemos visto año a año y más de una vez hemos tenido que evacuar la zona porque se torna bastante complejo poder controlar estos fuegos tan violentos y con tanta carga de combustible y con vientos más intensos por la altura”, subrayó.
Un sector complejo
“Es una de las zonas más complejas que tenemos dentro del partido de Tandil para trabajar”, definió y marcó que se desató de manera “anticipada” al inicio de la temporada que suele ser marcada por hechos de esta naturaleza.
En ese sentido indicó que es uno de los lugares que se encuentra marcado en el mapa de riesgo que “sabemos, de acuerdo a las estadísticas que tenemos de los últimos años, es uno de los que va a sufrir este tipo de episodios por diferentes causas”.
Detalló que presenta dificultad de acceso y se quejó de la “poca contención” de parte de los propietarios de las viviendas ubicadas en cercanías al cerro en relación a “su vulnerabilidad a la resistencia al fuego”.
Así, sostuvo que “más allá de que sea una zona que todos los años se recorre y se trata de concientizar con respecto a que realicen la poda de los árboles, el desmalezamiento, alejar los sólidos combustibles de la vivienda, arreglar los caminos, proveer fuentes de agua, eso no se hace”.
Y cuando se desencadenan hechos de esta naturaleza las primeras tareas que deben cumplir los uniformados son “defensivas” ya que se priorizan las propiedades y sus habitantes, que dan paso después a las “ofensivas” para controlar el incendio.
“En otros lugares se invierte y se puede controlar mucho más rápido. En este, lamentablemente, hay que darle espacio al fuego para que pueda correr pero hacia otro lugar que sea un poco más cómodo para que podamos trabajar y no arriesgar tanto”, evaluó García.
Por último describió que cuando un efectivo realiza una tarea de extinción debe tener presente siempre una vía de escape ya que “las inclemencias del tiempo y lo dificultoso del terreno hacen que estemos en una zona peligrosa”.
El avión hidrante
Cada vez que se registran episodios de este tipo suele ponerse en discusión la necesidad de contar con un avión hidrante que colabore con las tareas. Al respecto, el jefe del Cuartel Central de Bomberos, Ramón García, consideró que se trata de una herramienta “muy importante” que no representa la solución ya que se utiliza ante el hecho consumado. “Lo fundamental es adoptar las medidas de seguridad pasivas para estar tranquilos y poder trabajar el incendio con el tiempo suficiente”, insistió.
De todos modos marcó que el avión es un “paliativo” y marcó que durante la época de verano se encuentra emplazado en Necochea, Villa Gesell o Pinamar, en el marco del Plan Nacional de Manejo de Fuego.
Respaldados en la estadística, que indica que en Tandil se registran entre 200 y 250 incendios forestales anuales, se iniciaron las gestiones para lograr que se instale aquí, pero aún no han logrado resultados.
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