La Unicen les dio la bienvenida a los estudiantes de intercambio
En un breve y ameno acto, la comunidad universitaria formalizó el recibimiento a los 49 estudiantes de intercambio provenientes de 13 países. Los nuevos alumnos desarrollarán su formación en las diferentes unidades académicas y sedes de la Unicen, en los niveles de grado y posgrado. Las autoridades destacaron el fortalecimiento de las políticas de cooperación internacional y la importancia de agregarle valor humano a la experiencia universitaria.
En la jornada de ayer, previo al inicio del ciclo lectivo 2019 previsto para este lunes, autoridades de la Universidad Nacional del Centro realizaron un acto de recibimiento para los estudiantes de distintas universidades extranjeras que eligieron la casa de estudios para desarrollar o continuar su formación académica.
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En total, son 49 los jóvenes que llegaron al país para ser parte de la Unicen, provenientes de España, Francia, Alemania, México, Colombia, Ecuador, Bélgica, Nigeria, Chile, Brasil, Panamá, Paraguay y Venezuela, para sumarse a las facultades de Arte, Derecho, Ciencias Exactas, Ciencias Económicas, Ciencias Humanas, Veterinaria y la Escuela Superior de Ciencias de la Salud.
La breve y amena ceremonia estuvo presidida por el secretario de Relaciones Institucionales, José María Araya, y por el vicerrector de la Universidad, Marcelo Aba, quienes se encargaron de emitir las palabras de bienvenida al grupo de alumnos que llegó hasta el lugar para comenzar su vida en el marco de la institución universitaria y conocer a sus pares, que eligieron la educación estatal y gratuita.
“Quiero destacar que no sólo la comunidad de la Universidad Nacional del Centro les está dando la bienvenida sino la comunidad en su conjunto, muchas organizaciones y asociaciones nos acompañan; Unión de Colectividades, Rotary, Cooperar, Agencia de Planificación del Ministerio del Interior. Si bien ya están hace unos días esta es la recepción formal que les queríamos dar”, expresó Araya.
El funcionario universitario puso en un lugar preponderante el trabajo sostenido desarrollado desde el área y desde toda la Unicen para potenciar los vínculos internacionales. Señaló que el número de estudiantes internacionales que eligen la universidad se ha duplicado con respecto a tres años atrás, un símbolo de que la Unicen está adquiriendo un reconocimiento necesario en el exterior.
“Esto es fruto de una política que con esfuerzo estamos tratando de generar desde el Rectorado. Poder crear una red de contactos personales, institucionales, académicos, de investigación e integración porque, como siempre digo, el primer derecho humano es la paz y sólo se logra si quienes venimos de distintos pueblos y comunidades nos conocemos”, consideró Araya, y enfatizó el hecho de que la Universidad Nacional del Centro, por la calidad de su enseñanza, se encuentra en el puesto 18 del último ranking de universidades de Argentina, sobre 123 institutos universitarios públicos y privados evaluados.
“Esta casa tiene mucho para brindarles, primero sus carreras y facultades, pero también todo aquello que está al servicio de todos los estudiantes y la comunidad que nos dio origen”, sostuvo.
Calidad académica y humana
El vicerrector Aba apostó por brindar una cálida bienvenida y manifestó su orgullo: “que nos elijan nos llena de orgullo pero también nos llena de compromiso, nos hace redoblar el esfuerzo para que nuestra Universidad sea cada día mejor y brinde una mejor formación tanto en lo profesional como en lo humanístico”.
El médico veterinario recalcó el valor humano de la sociedad tandilense y de la comunidad universitaria, tan importante como la calidad académica que da prestigio.
“No es menor poner los dos contextos a la par, cuando uno sale de su país lo hace en busca una formación profesional, capacitación, estudios, pero normalmente lo que se trae de vuelta es una impronta que queda de la sociedad en la cual estuvo conviviendo, por eso ponemos énfasis en tratar de crecer en los aspectos de internacionalización, que sean cada vez más los que lleguen y los que se vayan a perfeccionar puertas afuera”, indicó.
A su deseo de que todos los nuevos estudiantes tengan una feliz estancia en la ciudad y como miembros de una comunidad educativa, deseó que “esta institución sea una herramienta para que a su regreso puedan devolver a sus comunidades de origen parte de lo que aquí han recibido y se lleven la mejor de las imágenes”.
Como broche de oro, los artistas locales Cinthia Vázquez (voz) y Lucas Pisotti (teclados) deslumbraron a los presentes con magníficas interpretaciones de un amplio repertorio que tiene un fuerte acervo en el imaginario popular: “El día que me quieras”, de Gardel y Lepera; “Zamba de Lozano”, del Cuchi Leguizamón; “Zona de promesas”, de Gustavo Cerati; y el clásico “No llores por mí, Argentina”, del musical de Broadway Evita.
Ciudadanos del mundo
No hay fronteras para el conocimiento ni para las ganas de probar nuevas experiencias. Lo saben muy bien todos y cada uno de los que llegaron desde diferentes puntos del planeta a esta porción de pampa húmeda con la ilusión de transitar un período de tiempo enriquecedor en todos los aspectos.
Andrea Riaño Becerra es de Cali, Colombia. Posee una licenciatura en artes escénicas y cuando terminó la carrera comenzó a buscar diversas maestrías en internet que se ajustaran a su área de formación e interés. “De todas las que vi, la que me pareció más afín a lo que yo había estudiado y me gustaba especializarme era en la Unicen, por el entrenamiento del actor que trabajan desde el guión la dirección, es muy completa”, contó la joven, que cursará aquí la Maestría en Teatro con mención en Actuación que dicta la Facultad de Arte. En su caso, llegó al país por sus propios medios hace ya seis meses. Vino con su novio, quien estudiará junto a ella y esta es su primera vez en Argentina. “Me comuniqué vía mail con la Universidad, siempre respondieron mis consultas e hice todo el proceso de papeles correspondientes”, refirió Andrea, quien en principio se radicó por dos años, tiempo que dura el posgrado elegido.
“La idea era llegar a trabajar, conocer el país, movilizarnos, me encanta, estoy feliz. Veníamos con un poquito de miedo, somos de otro país, pero la experiencia ha sido muy linda, la gente nos ayuda, colabora, te explican todo, no hemos sentido ningún tipo de rechazo, nos acogieron muy bien”, relató con una gran sonrisa y la dulce cadencia de su acento.
Regina Arenas Sánchez es oriunda de España y estudia Veterinaria en la Universidad de Córdoba europea. Vino con un programa de movilidad académica de seis meses para realizar en la Unicen sus prácticas.
Simpática y resuelta, la chica con nombre de reina explicó que llegó hace menos de una semana y todavía se está adaptando. “Es mi primera vez en Argentina y la primera vez que ‘cruzo el charco’, mi impresión es muy buena, el paisaje es precioso, yo quería venir a Argentina, me llamaba mucho la atención. Es un país que me encanta y quería comprobar lo que sabía de ustedes allá”, dijo.
Su decisión de estudiar en la Unicen se basa en la excelencia académica de su área particular de estudio y en la facilidad que le otorgó un convenio existente entre su universidad de origen y la local.
“Espero que me guste mucho, quiero aprender mucho, sobre todo de la sociedad, viajar y conocer todo el país”, declaró.
Mariela es de México y viste la camiseta del seleccionado nacional de ese país con orgullo. Llegó para estudiar un cuatrimestre de abogacía en Azul. Instalada desde febrero en la vecina ciudad, dio los motivos de su elección: “me llamaba la atención la cultura de Argentina y qué mejor que estudiar la carrera de uno en otro país, me ha parecido muy bonito. La Unicen era una de las opciones que mi universidad (Universidad Autónoma de Baja California) me daba, estoy muy emocionada por empezar”.
Kamal nació y creció en Nigeria, allí se formó en sistemas y gracias a una beca estatal de su país, accedió a cursar un posgrado en la Facultad de Ciencias Exactas vernácula.
En inglés, con un dominio del español que crecerá de a poco, manifestó que es su primera vez en Argentina, como les sucede a casi todos, y se mostró maravillado y agradecido por el buen trato recibido. “El ambiente es muy agradable, la gente es muy solidaria y hospitalaria, ninguno tiene problema con mi cultura o mi religión. Llegué el 19 de febrero a Buenos Aires, tengo algunos amigos que después me trajeron aquí”, relató.
Sus amistades se dedicaron a mostrarle la ciudad y presentarle las bondades de la comida argentina. El pastel de papas es su preferida hasta el momento. Si bien probó el mate, se declaró más amigo del tereré, bebida que lo ayudó a paliar el calor del verano al que arribó hace un mes.
Kamal destacó que los dos años podrían transformarse en cinco, ya que tiene la opción de permanecer en este territorio para continuar su formación doctoral. Vestido con un atuendo típico de su país, con muchas ilusiones apuesta a vivir una gran experiencia en Tandil, una ciudad que ya lo empezó a cobijar.