La Usina adquirió un equipo portátil para el reciclado de las lámparas con mercurio
En el marco del Plan Crece, la Usina Popular y Municipal de Tandil adquirió el sistema Lamp Troyer, un equipo portátil especialmente preparado para reciclar lámparas y tubos fluorescentes con mercurio. El dispositivo, que será utilizado en la Red de Puntos Limpios, fue presentado ayer en nuestra ciudad por su creador, Osvaldo Glat.
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Participaron de la presentación el presidente de la distribuidora eléctrica, Matías Civale; el vicepresidente, Atilio Magnasco; el gerente técnico, Guillermo Saab; el jefe de Gabinete, Mario Civalleri; Héctor Creparula, de la Dirección de Medioambiente; y demás funcionarios locales.
En la oportunidad, Glat detalló que el proyecto surgió en 2006 cuando, por nuevas reglamentaciones por el ahorro energético y las limitaciones que existen en el país en la generación de energía, se obligó por ley el uso de lámparas de bajo consumo.
Puntualmente, resaltó que este sistema permite “reducir las lámparas fluorescentes, de bajo consumo y de luminaria pública en desuso y que contienen un material tóxico y muy peligroso como el mercurio”.
Advirtió que “este es un material pesado de la naturaleza y altamente tóxico para los seres vivos. Es bioacumulable y trae grandes problemas de salud para las personas”.
Contó que fue así como, viendo y analizando otros equipos existentes en otros países conscientes de esa problemática, se vio motivado a la creación de un producto local.
Fabricación
argentina
Precisó que Lamp Troyer, fabricado íntegramente en la Argentina, es un dispositivo portable de triturado de lámparas fluorescentes y compactas de bajo consumo con un sistema de filtrado de alta eficiencia para la extracción de los vapores de mercurio que contienen.
Resaltó que su uso es muy sencillo y automatizado. Su velocidad de destrucción aproximada es de una lámpara por segundo. Sobre sus características físicas, describió que consiste en un tambor de capacidad estándar de 208 litros, accesorios para el ingreso de tubos fluorescentes de 3 diámetros estándar, una boca de entrada para lámparas de alumbrado público y lámparas CFL, y filtros para cada etapa.
El mecanismo
En cuanto al funcionamiento, Glat precisó que el dispositivo “tiene un sistema de aspiración negativo y un motor que tritura el vidrio de las lámparas y lo reduce el volumen en un 90 por ciento. Tiene unos procesos con varios filtros, en los que se separa el vapor de mercurio del vidrio y metales de la lámpara y lo encapsula en un carbón activado, donde se mantiene seguro. Luego de la destrucción de unas 500 mil lámparas aproximadamente, ese filtro de carbón es retirado y se lo envía a una empresa para su disposición final con la entrega de los correspondientes certificados”.
Explicó que “el sistema consta de tres filtros: la primera etapa contiene el 99 por ciento de las partículas más grandes y se recambia cada dos tambores; la segunda, contiene un filtro con una eficiencia del 99,99 por ciento normalizado por normas HEPA, que retiene partículas de 0,3 micrones y se cambia cada 4 tambores. Y, finalmente, el filtro de carbón que sirve para un rango de entre 500 mil y 800 mil lámparas”.
Aclaró luego que “cada luminaria tiene un volumen. En el caso del tubo T12, en un tambor se pueden destruir unos 1500; y en el de las lámparas bajo consumo unas 2 mil lamparitas de 12 W”.
La reutilización
En cuanto al reciclado de los materiales, indicó que “el vidrio puede ser reutilizado solo para elementos de ornamentación; no para envases alimentarios. Y el mercurio -que hoy en día es un material bastante costoso-, se puede llegar a recuperar con sistema de destilación, pero necesitaríamos tener un volumen de uso de carbón saturado. Ojalá que haya muchas máquinas de estas para, en lugar de hacer una disposición final y tirarlo, poder reutilizarlo para la industria”.
En definitiva, resaltó que es “una solución de bajo costo”, ya que el valor del equipo es de 180 mil pesos. Deseó así poder llevarlo a distintas localidades y se dijo muy contento de poder traerlo a nuestra ciudad.
La apuesta
en Tandil
Por su parte, Civale agradeció a Sebastián Barbieri, integrante del equipo de Investigación de la Unicén por haber impulsado el proyecto hace un tiempo con la idea de trabajar en conjunto con la Dirección de Medioambiente.
Detalló que la compra fue financiada con el programa Crece, a través del cual ya se adquirieron seis equipos de paneles solares, y ahora el sistema Lamp Troyer, no solo porque está vinculado a la mejora del medioambiente, sino también porque tendrá que ver en un futuro con un trabajo de capacitación y concientización orientado a los más chicos.
“Eso será una etapa posterior en la que trabajarán la Dirección de Medioambiente y el Consejo Escolar de Tandil, en lo que tiene que ver con la recolección de estas luminarias”, adelantó.
Por último, se dijo orgulloso por este nuevo avance y manifestó que, de esta forma, “Tandil, una vez más, se convierte en pionero en la incorporación de este tipo de iniciativas medioambientales”.
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