La XXII Fiesta de las Colectividades reedita el éxito de años anteriores
La incesante lluvia coincidió con la hora de inicio de la fiesta anual que congrega a descendientes de aquellos que bajaban de los barcos con la idea de afincarse en un lugar y así, de a poco, hacer grande esta patria. Tandil no fue la excepción ya que en la actualidad -y se lo ve siempre en esta fiesta- las colectividades crecen en número y en ofertas culturales. Y como se señalaba, la lluvia -que siempre es una bendición- fue parte de este encuentro de hermanos que dispusieron sus stands alrededor del salón mayor de la Cámara Empresaria, dándole un marco colorido al ambiente. En el escenario, María Inés Mazza y Claudio Andiarena, los tradicionales maestros de ceremonia animaron la fiesta desde el inicio desplegando su carisma y profesionalidad.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email“Este es el homenaje que les debemos a nuestros queridos abuelos y padres que tanto hicieron por Tandil y el país y lo menos que debemos hacer es olvidar nuestras raíces u olvidarlos, ya que sin ellos no tendríamos esta patria grande”, señaló.
En cuanto a las colectividades “son 20 y 14 stands para ofrecer al visitante no sólo gastronomía sino todo lo concerniente a cada país en cuanto a cultura, costumbres, geografía, historia, entre otras cuestiones”, dijo para finalizar.
Por los vistosos stands lo encontramos caminando y saludando a la gente a Miguel Lunghi, que -llueve o truene- nunca falta al encuentro y lo resumió así: “Trato de estar en todos los lugares, pero es una linda fiesta que en definitiva es de gran parte de Tandil, donde todas las colectividades, algunas más numerosas que otras, han construido la ciudad y nos han dado mucha historia, mucha cultura y también con toda sinceridad nos han enseñado lo que es el trabajo, el esfuerzo, la honestidad, la solidaridad y por eso tenemos esta sociedad. Nuestros bisabuelos y abuelos cuando llegaron eran gente de trabajo, de esfuerzo, de levantar su casa, de enseñar a sus hijos inculcándole la cultura del trabajo, del estudio, del progreso. La inmigración es la raíz de muchos pueblos de Argentina y Tandil ha sido muy cosmopolita y está bueno, porque acá se demuestra que existen los lazos fraternales. Los distintos países mantienen una muy buena interrelación, conversan, están juntos, y eso nos hace muy bien como ciudad. Nos lleva a un mayor progreso, entendimiento, sin divisiones, y es muy lindo y por eso vengo todos los años”, remató Lunghi.
Después vendrían los distintos bailes sobre el escenario y el cálido aplauso del público en cada interpretación y la visita una y otra vez a los diferentes stands para degustar las mil y una delicias expuestas, con un toque por lo demás apetitoso.
Hoy se realiza el cierre de esta edición desde las 18 y… hasta que las velas no ardan.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios