Lanzaron un fondo que permite invertir en el sector agropecuario
Durante una reunión realizada el sábado en Colina de los Robles, fue presentada oficialmente la nueva etapa de Fomaq, el fondo fiduciario que impulsa el Grupo Ceres Tolvas.
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Ante un importante número de inversionistas procedentes tanto del sector agropecuario como de otros rubros, se dieron a conocer los detalles que llevan a plantear a Fomaq como una atractiva inversión, caracterizada por su confiabilidad y estabilidad.
La presentación estuvo a cargo de Leonardo Duringer, Marcelo Torres y Leonardo Collová, quienes inicialmente tuvieron elogiosas palabras para el recientemente fallecido Jorge Taglioretti, uno de los impulsores del fondo.
Luego Leonardo Duringer destacó el nuevo contexto del sector agropecuario y la importancia de contar con la visión como empresa para tomar las mejores decisiones.
Mencionó la existencia de “reglas de juego un poco más claras” que han dado lugar a un conjunto de inversiones que estaban postergadas. “Como concesionario John Deere la vivimos en carne propia, con un despegue de ventas muy importante”, ejemplificó.
También trazó un auspicioso panorama para la ganadería, tras la liberación de las exportaciones y otras medidas, sector que “tiene mucho terreno por crecer”.
Un factor central destacado fue que el Grupo Ceres Tolvas “tiene 40 años de trayectoria, con una infraestructura dedicada a brindarle servicios al productor agropecuario. Estamos en un área de producción con un potencial altísimo, con una paleta de servicios totalmente amplia. Tenemos 15 sucursales, más de 18 plantas y tres concesionarias John Deere”.
Sumatoria de factores
En ese marco, quienes se suman a Fomaq “son inversores de un proyecto que ilusiona y lo hacen en conjunto con una empresa que se dedica a esto, con activos reales”, que permitieron –por ejemplo- “hace dos años, cuando el resultado había sido negativo, se decidiera esperar el cambio político para vender el trigo. Pusimos la infraestructura de la empresa al servicio del fondo para guardar el cereal de la inversora y logramos recuperar la inversión, tras un año agrícola complicado”.
También se hizo referencia al profesionalismo de los equipos de trabajo.
“Basado en esa experiencia, en ese conocimiento y en esa amplitud de negocio, desarrollamos junto al estudio contable que nos asesora, un fideicomiso que invierte de manera diversificada en todas estas actividades”, aportando una solución que equilibra la rentabilidad con la seguridad, tras 20 años del proyecto de inversión en siembras.
El contexto
A su turno, Marcelo Torres dijo que el fondo de siembras tiene 20 años de trayectoria, “con una rentabilidad promedio de 10,4 por ciento”, merced al soporte de la estructura de la empresa, la diversificación geográfica y a sembrar “de la mano de nuestros principales clientes, que son productores de punta en quienes confiamos porque además están involucrados en el sistema junto con nosotros”.
Sobre la ganadería Torres dijo que la producción se dirige mayoritariamente al consumo interno, por lo que cotiza en pesos. “Hoy se exporta casi un diez por ciento y en algún momento se llegó a exportar casi el 20. En ganadería hay mucho por hacer”.
Añadió que “con precios de maíz muy barato se engordaba a corral desde pesos muy livianos. Hoy con los maíces con valores más relacionados con los internacionales, se está haciendo una recría pastoril con posterior terminación en corral”.
Torres dijo que “ese proceso es desde el punto de vista productivo es más estable, aunque quizás no sea el más rentable. Es el que se parece más a una producción industrial y es el proceso donde estratégicamente vamos a decidir invertir”.
El proceso, según el peso de entrada y salida, son períodos cortos, de 80 a 120 días, por lo que uno estratégicamente puede tomar decisiones.
Facturación triplicada
Sobre la maquinaria, Torres dijo que desde la concesionaria John Deere “hemos triplicado la facturación en maquinaria agrícola desde 2014/15, ante el horizonte más despejado y pese a los problemas actuales”.
“Esa removilización de maquinaria hace que uno tome mucho usado para vender maquinaria nueva. Ese usado no tiene línea de financiación específica. Para eso tomaremos el capital de los inversionistas y –junto al nuestro- tenemos un inmenso camino a recorrer. Como se trata de financiar tecnología al productor, no tiene riesgo, y genera una rentabilidad del siete por ciento fijo. Busca estabilizar el resultado de la inversión”.
El fondo
El fideicomiso, selectivamente y en forma equilibrada invertirá en esos tres rubros (producción agrícola, ganadería y la inversión en tecnología, que de alguna manera estabiliza la inversión).
Las diversas combinaciones generan valores estabilizados medios de utilidad del 10,2 por ciento.
“La empresa los invita a participar de un fondo que invertirá una parte en agro, otra en ganadería y otra en financiación de tecnología, combinadas en base a los 40 años de trayectoria, logrando atractivos resultados para el inversor”, dijo Torres.
Resumen ejecutivo
Leonardo Collová dijo que el período de integración es hasta el 31 de enero de cada año, fecha en la que comienza del ciclo del producto, aunque se puede operar anticipadamente con un período irregular.
El ticket mínimo de inversión es de diez mil dólares, en tanto que se permite el retiro de intereses en forma anual, mientras que en el caso del capital podrá hacerse en un 50 por ciento al fin del primer año, aunque se podrá reinvertir.
Collová explicó que “la rentabilidad anual proyecta en dólares sería del 10,2 por ciento, además de la cobertura del tipo de cambio, ya que la inversión queda dolarizada. Considerando una proyección de tipo de cambio del 20 por ciento, la rentabilidad real sería del 30.2 por ciento”.
Entre los beneficios del fideicomiso propuesto mencionó la seguridad jurídica para el inversor, así como la estabilidad que genera el combinar tres proyectos.
Además, al ser una inversión dolarizada tiene una cobertura frente a la variación de tipo de cambio.
Otro factor central es la confianza que implica “ser operado por Ceres Tolvas, con sus 40 años de trayectoria”.
“La principal ventaja de un fideicomiso es que no se debe facturar la rentabilidad ni la diferencia de tipo de cambio”, dijo luego.
Collová aclaró que “el inversor no debe estar inscripto en IVA, ya que el fideicomiso es el agente que se encarga de liquidarlo, al igual que ingresos brutos. Esto permite que cualquier persona (monotributista, responsable inscripto, empleado en relación de dependencia) puede participar del fideicomiso. Solo debe poseer CUIT”, sentenció.
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