Las alergias primaverales y la importancia de diferenciar sus síntomas en plena pandemia
Un alergista distinguió la sintomatología de esta enfermedad de los que corresponden a coronavirus. El olfato, el único signo que puede llegar a generar confusión. Advirtió que el uso de tapabocas puede oficiar de filtro de los agente alérgenos, aunque la ansiedad que está generando la pandemia puede aumentar la predisposición.
Esta época del año puede ser un desafío para las personas con alergias, especialmente este año con la pandemia de por medio por la necesidad de diferenciar los síntomas de una cosa u otra.
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Ante esto el especialista en alergia e inmunología, Juan Manuel Suárez García, explicó que esta reacción se da en realidad durante todo el año, y lo que se presenta en primavera es la alergia a los pólenes que desprenden los árboles y plantas en general.
Entonces, cuando uno entra en contacto con estos a través de los ojos o vías respiratorias genera síntomas, entre los más clásicos está la “rinitis alérgica” que genera estornudos o picor en la nariz y muchas veces se acompaña con lagrimeo u ojos rojos. “En algunos pacientes predispuestos también presenta crisis de broncoespasmo”, agregó, determinando que por eso los alérgicos al polen son los más perjudicados en esta época.
Como casi todas las enfermedades, esta también tiene algunos condicionantes y el experto aseguró que uno de ellos es la genética, que imprime en los genes esa predisposición a ser alérgico. “Estos son pacientes atópicos”, consignó.
Asimismo, influyen el medioambiente y los momentos en la vida que atraviese una persona, donde los cambios hormonales como la adolescencia, embarazo o menopausia hacen que los genes se expresen con los síntomas; al igual que sucede con situaciones críticas de estrés y ansiedad.
“Los cuadros de alergia están muy conectados con las condiciones emocionales, porque ante algún cuadro de estrés agudo los genes se expresan y empiezan las enfermedades, es lo que se llama hoy epigenética”, detalló, aclarando que si no están en el ADN, la enfermedad no va a aparecer.
El barbijo, como filtro
En el contexto de la pandemia por coronavirus se están dando dos situaciones, por un lado, señaló que el barbijo sirve para “filtrar” de alguna manera el contacto con el agente alérgeno; mientras que con la ansiedad que está generando en algunos los síntomas pueden profundizarse.
Sin embargo, la realidad concreta es que las consultas han bajado, como aseguró que ocurrió en varias ramas de la medicina, ya que se evita concurrir a los consultorios y la gente trata de resolver la situación desde sus casas.
“Generalmente son pacientes que ya saben que tienen esa patología, entonces en este momento del año utilizan las mismas herramientas que ya fueron recomendadas o toman antihistamínicos de venta libre para calmar los síntomas”, sostuvo.
Entre los datos que arrojó para tener a consideración, reveló que en esta zona los árboles que primero polinizan son los pinos, luego los plátanos y también los tilos, que se conjugan con el de los pastos y los cereales. “Tandil es como una olla en tema de los yuyos, ellos polinizan y al tener predisposición la gente empieza con los síntomas”, señaló.
Por otro lado, a modo de identificación, contó que la planta cuando más color tiene, menos alérgica resulta, ya que en esos casos sus semillas no son transportadas tanto por el viento, sino que requieren de insectos o aves.
Si bien no hay un método de prevención concreto, explicó que la concentración de polen es mayor a la mañana que a la tarde, por lo que aquellos propensos a ser alérgicos deben evitar hacer deporte en esas horas, dejar para más tarde la ventilación de la casa y en el caso de andar en auto cerrar las ventanillas.
“La realidad es que es difícil de prevenir, pero el barbijo está bueno porque puede actuar de filtro, aunque el uso prolongado por la humedad que produce es capaz de generar afecciones en la piel”, advirtió.
La pérdida de olfato
Con el Covid-19 como protagonista de este año, las alergias primaverales pueden añadir ansiedad extra sobre el estado de salud de cada individuo. En ese sentido y con respecto a los síntomas, distinguió que los ligados a su especialidad no se presentan con fiebre habitualmente.
Si bien la sintomatología puede tener un impacto generalizado, no es tan notable como puede ser en caso de infecciones, sino que va más por molestias al respirar que pueden provocar cansancio sin llegar a ser el dolor muscular o decaimiento que condice con el virus.
Pero, sin embargo, hay un rasgo que cursan comúnmente y tiene que ver precisamente con la pérdida del olfato. Esto, que es un signo centinela del coronavirus, en los pacientes que tienen una rinitis crónica o nariz muy inflamada también suele presentarse. “Es el único punto que puede llegar a prestarse a confusión”, destacó.
De todas formas, explicó que el rango de las alergias puede ir desde algo muy simple hasta afectar la calidad de vida. Según contó, existen muchas pérdidas de días laborales por rinitis alérgica, así como alto consumo de medicación por ese mismo motivo.
En tanto que en los pacientes asmáticos, explicó que sí puede generar un cuadro que comprometa las vías respiratorias y provocar una crisis de asma importante “si se expone mucho a los alérgenos”. Como indicó, son las personas con asma “moderado severo y no controlado” las que suponen un riesgo en el caso de contraer coronavirus, no así los de asma leve o “alérgicos de primavera”.