Las viviendas usurpadas del Plan Federal de La Movediza ya tienen valor de compraventa
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Orlando Del Valle Santana llegó desde Córdoba hace dos años, junto a sus ocho hijos. En un primer momento se ubicó en la casa de su hermana –hace 8 años que vive en Tandil-, que habita en una de las Casitas Blancas del barrio de La Movediza con sus cinco niños.
El hacinamiento lo obligó a buscar una alternativa y al no encontrar respuestas ni ayuda, adquirió por 5 mil pesos en efectivo la vivienda usurpada del Plan Federal que está en Salta 2076.
“Antes de comprar esta casa usurpada de La Movediza hice cartas al Intendente, incluso fui a una radio, fui a Arana y 4 de Abril (Secretaría de Desarrollo Social) y nunca encontré respuesta de ningún tipo, ni de parte del Gobierno municipal ni de la comunidad”.
El hombre, que cría solo a sus ocho hijos, explicó que adquirió la vivienda sabiendo que había sido usurpada, pero no quedaba otra opción: “Para no irme con los niños abajo de un puente, porque lo único que me ofrecieron de Arana y 4 de Abril es un terreno”.
Santana manifestó que en principio estaba dispuesto a aceptar un lote de la comuna y ofreció pagarlo en cuotas, aunque pidió una carpa para poder instalarse. Desde la Secretaría de Desarrollo Social le negaron esta posibilidad, entonces pagó su actual casa a “5 mil pesos”.
En la actualidad, no le teme a un desalojo y estimó que “no creo que sean tan inhumanos. Si me la sacan, no tengo drama que me den otra casa”.
La compra
En cuanto al modus operandi de la transacción, Santana indicó que no se firmó nada, que les entregó 5 mil pesos en mano a los anteriores usurpadores y se fueron. “Mi hija también compró y son 8 mil pesos que pagó ella. Se va el que vive, te quedás vos y así. Sucesivamente pasa con muchas casas de las usurpadas del Plan Federal”, precisó.
Desde su punto de vista, la gente que deja las viviendas que había usurpado consigue otro lugar u ocupa una nueva vivienda.
Sin asistencia
El principal problema que aqueja a Santana y a sus hijos es que viven sin energía eléctrica. Esta situación lo ha llevado a golpear distintas dependencias municipales, pero en todas le niegan ayuda por considerarlo “usurpador”.
En primer lugar, visitó a la asistente social del Centro Integrador Comunitario (CIC) de la barriada, “pero como es casa usurpada, no te ayudan con nada. La trabajadora social de la Escuela de Cerro Leones me mandó a buscar colchones y de parte del Gobierno municipal no vino nadie. La asistente social del CIC acá jamás vino a golpear la puerta”.
También cuestionó que “hay mujeres que reciben la mercadería, que el Gobierno municipal les paga el alquiler, que el Gobierno nacional les paga la Asignación Universal, y las van a ver viernes, sábado y domingos metidas en el Excursionistas (en los bailes) y no trabajan. Ese tipo de gente quiere fomentar y tapar el Intendente, estamos equivocados, estamos fomentando vagancia”.
En su caso, manifestó que él ha montado un taller de chapa y pintura. Muchas veces cobra a través de canjes de materiales y así logró techar toda la casa. En el emprendimiento también colabora su hijo.
“Gracias a Dios, hay trabajo. Para el que quiere trabajar, en Tandil hay trabajo. Lo que pasa es que no tenés apoyo del Gobierno municipal, no tenés apoyo de nada. Es capaz de mandarme los inspectores porque estoy trabajando, pero al que está robando capaz que lo apañan, saben que están en la esquina y doblan en la otra cuadra”, cuestionó.
SU UNICO RECLAMO
Pide acceso a la energía eléctrica
por seguridad y para trabajar
En la vereda de Salta 2076, Orlando Santana describió que cuando compró la casa “tenía una sola habitación techada, el resto lo teché yo, hice el portón. El pilar de la luz lo hice nuevo yo, y vino la Usina, lo revisó y dice que es uno de los mejores de la cuadra, y no puedo lograr la luz”.
Cansado de su extenso peregrinaje para gestionar el servicio de energía eléctrica, Santana manifestó que “fui a la Usina, de allí me mandan a pedir un recurso de amparo al Juzgado de Familia, ahí me dicen que vaya al Municipio, que hay un acuerdo entre el Municipio y la gente de La Movediza. Ahí me mandaron a golpear una puerta, otra. Se creen que vos tenés el tiempo del mundo para perderlo atrás de ellos, y no es así”.
Agregó que “hace un año que estoy en esta casa sin luz. No puedo tener nada más que la luz para que los chicos vean de noche y la radio. Me tuve que enganchar, tuve que arriesgarme y subir a engancharme porque ya me harté de golpearles las puertas para que me den una solución”.
Aclaró que es lo único que necesita: “Yo teniendo la luz me quedo tranquilo, porque sé que no corren riesgo los chicos porque la tengo legal y puedo hacer una buena conexión, como corresponde. Incluso el pilar tiene todo nuevo, térmica, disyuntor, jabalina, no lo mezquiné nada”.
Más recorridas
Enojado, sostuvo que “ni bien llegué hice el cambio de domicilio en Tandil. Estas dos elecciones que pasaron me tocó votar en Tandil, y me duele en el alma ver los carteles que dicen ‘Lunghi gobierna, Lunghi esto, Lunghi aquello’. Yo quisiera que Lunghi se ponga la mano en el corazón y salga a recorrer las calles de La Movediza”.
Y agregó que hay familias a las que el Municipio les ha colocado el medidor y no pagan luz, y entiende que algunos están en condiciones de abonar el servicio. “Yo tengo 8 hijos pero puedo pagar la luz porque trabajo. No quiero que me la regalen”, remató.*
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios