Los artistas tandilenses renuevan su aporte estético-conceptual en las salas
El Salón invita a los artistas locales, y de diversos lugares del país, permitiéndoles ser transmisores de contenidos espirituales y llenos de sentido, haciendo perceptible el mundo de lo místico, para plasmar desde la propia creatividad la experiencia de lo sacro, invitando a reconsiderar aquellas cuestiones esenciales a la existencia humana, en una doble trascendencia a través del arte y la temática que se aborda. De acuerdo con las palabras de la profesora Gnocchini, quien dijo: “El Salón ha permitido trabajar en un análisis temporal que descubre el sentir de la sociedad a través de sus obras y el encuentro de un universo de significaciones”, entendemos que una de las maneras de encontrar el por qué de esos significados es a través de conocer a los artistas tandilenses que participaron en la edición 2014, quienes se dedicaron intensamente a la creación de las obras, advirtiéndose en las mismas una heterogeneidad en la interpretación de la espiritualidad y lo “religioso”, expresando cada uno de ellos una técnica y variante diferente. Por ejemplo, Graciela Campanella en “Mendigo de Dios”, un Objeto Bidimensional, utilizó una combinación de diferentes recursos para integrarlos a una composición única con materiales reciclables (pensando en el cuidado del medio ambiente), plásticos, telas y pintura realizada con carbonilla y óleo. Logrando el Premio Artista Tandilense, la autora quiso transmitir un tema social real como lo es una persona que necesita de otras para sentirse protegida, por ejemplo un mendigo, un enfermo, una víctima de inundaciones etc., y con el cual la sociedad se solidariza y colabora.
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Sin embargo, a Federico Carbia le interesó el espacio, situarse en él, transitar sus horizontes. Poder trasladarse a través de sus segmentos, que van componiendo la estructura del campo espacial. Los ritmos, que son marcados por los tonos que se delimitan por cortes que van gradualmente aclarándose hacia el fondo. El camino, conector de puntos distantes, las rutas que se extienden se van ubicando de manera que construyan un sin fin de posibilidades. Federico siendo merecedor del Segundo Premio con una pintura titulada “Génesis” (Técnica: acrílico sobre tela), participó del Salón desde el año 2009, habiendo obtenido en ese año el Premio Artista Tandilense, como así también, una mención en la edición número XLII, realizada en el 2013.
Asimismo, expusieron sus obras Rodrigo Achaval y Guadalupe Gárriz. Jóvenes artistas que aportan una mirada del arte contemporáneo que favorece a un cambio de paradigma, teniendo mayor criticidad en relación al planteo con lo espiritual, con la Iglesia, con cuestiones más filosóficas y metafóricas.
Estuvieron aquí buscando el
asombro y jugando a quedarse
Carlos Allende se nos presenta como un artista referente a nivel local. Su trayectoria ha dejado una huella en la comunidad de artistas, muchos de ellos convocados por el Mumbat y el IPAT (Instituto del Profesorado de Arte en Tandil), para ser parte del acontecimiento que homenajeó con una muestra de esculturas, dibujos, fotografías y realizaciones visuales a un hombre que fue un autodidacta desde la cuna, un maestro paisajista.
Fueron muchos los artistas que entablaron un diálogo con las obras de Allende, que soñaron con su obra y que fueron inspirados por las diferentes facetas del artista. Participaron escultores, pintores, grabadores, dibujantes, fotógrafos, realizadores visuales, que establecieron un diálogo con la obra de Allende, permitiendo resignificar su trabajo; compartiendo nuevas miradas sobre las obras de arte realizadas en un espacio y tiempo diferentes del que hoy nos atraviesa.
El espectador pudo deslumbrarse con la diversidad de lenguajes que convivirán en diálogo con la obra de Allende, dando a las salas un sustento visual de estilo diferente. Las obras formaron un todo y, al mismo tiempo, en cada una de ellas se pudo descubrir al “Hombre Allende”.
Invitó a introducirse en distintas miradas
“Versiones”, una serie de pinturas donde básicamente se pudieron apreciar distintas miradas, y se pretendió representar conceptualmente los diferentes puntos de vista de cada ser al contemplar la “realidad”. El tandilense Christian Vogrich, jugó con la figura-fondo y se permitió mezclar técnicas en algunas de las obras, en los objetos y en el video-arte (en donde filmó uno de sus ojos), que formaron parte de la muestra. La mayoría de las obras fueron óleos sobre tela, en donde utilizó técnicas mixtas: usó acrílico, óleo, enduido, carbonilla, pasteles, entre otras. El artista expresa que: “es fundamental para el aprendizaje formarse en base al estudio de las imágenes. Cuando uno ya comienza a sentirse más seguro con la técnica y se toma más en serio la pintura les aconsejo comenzar a buscar sus propias imágenes, puesto que en la pintura realista o hiperrealista es fundamental el trabajo con una imagen que queremos lograr con el máximo de detalles, y es entonces la parte más creativa el momento de tomar las fotografías propias, ir a buscar afuera lo que queremos expresar desde adentro.”
“Gente de tango y milongas”
La muestra Homenaje a Guillermo Betelú pretendió rendir respeto, consideración y admiración a un dibujante satírico costumbrista de nuestra ciudad.
Impregnado en la ironía y sarcasmo, además de la parodia, burla y exageración, Guillermo Betelú fue un artista local de amplia trayectoria nacional e internacional. Sus caligráficos dibujos enriquecieron el género “satírico costumbrista”. Con una singular mirada expuso sus primeros trabajos en la Asociación de Amigos del Arte de Tandil en el año 1957, y años posteriores colaboró en diversas revistas culturales y de divulgación de nuestro país como del exterior (España, México, Nicaragua, etc.). Recordamos algunas como: “Eco contemporáneo”; “El confederal”, “Uno”, “Piumo” (la revista disidente de Opium), “The Plumed Horn”. En julio del 2001 Guillermo Betelú escribió: “…La milonga ha sido, es y será un lugar de permanente convocatoria a la extrañeza.”
Arte efímero
En torno a la temática del 8 de marzo, Jorgelina Aranart presentó “Mujeres de Aranthar”. En la obra se pudo percibir una búsqueda e investigación exhaustiva de materiales relacionados a la temática de la mujer como fuente de inspiración. Al mismo tiempo, se desarrollaron subtemas que la artista plantea de forma metafórica, poética y lúdica. “Mujeres de Aranthar” fue un grupo de mujeres convocadas para jugar a ser, personajes que salieron de un sueño, que salieron a la luz y se dejaron ver.
A través de esta propuesta se transmitió el espíritu de cada personaje y su esencia, tomando como punto de partida los rasgos de sus modelos contextualizándolos en mundos soñados y transformándose en Mujer de porcelana, Mujer guerrera, Mujer oxidada, entre otras. Para ello seleccionó paletas de colores y texturas con la intención de lograr un mayor realismo en sus resultados.
El paso de los artistas tandilenses por la institución siempre convoca y estimula a sus pares que desarrollan propuestas estéticas en búsqueda de espacios legitimadores, así como orientados por la propia búsqueda interior del placer personal y la realización artística.
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