Luchó once años para recuperar un lote usurpado y dos meses después lo volvieron a ocupar

 

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Valeria Andrea Pendás está desesperada. Se acaba de quedar sin trabajo, debe un mes de alquiler y responde por su hija menor de edad. Lo único que tiene es el terreno de colectora Macaya, que compraron sus padres hace 37 años, y que se lo cedieron para que construya su casa.

Los padres de Valeria adquirieron el lote –de 10 por 30 metros- el 17 de agosto de 1975. Pertenecía a las tierras de la familia Aguirre (la misma que le dio el nombre al barrio), que donó una porción a la Escuela 47. Los Pendás lo compraron en cuotas, con gran esfuerzo, y aún conservan los recibos.

“En su momento se prestó y había una cancha de fútbol para los chicos, y hasta hace un mes y medio o dos atrás, tuvimos once años gitanos en carpa adentro del lote hasta que los pudimos sacar”, contó Valeria Pendás.

El sábado pasado, la familia se acercó al lugar para estudiar cómo cerrar el terreno porque les habían advertido sobre movimientos extraños. “A la una de la tarde nos encontramos que llegaba un camión con planchones y a una chica que quiere meterse a toda costa, que dice que la Municipalidad le dio el terreno”, explicó.

Ese día permanecieron de guardia en el lugar hasta las 18 y fueron a radicar la denuncia en la Seccional Tercera, donde presentó la documentación y le pidieron que se acercara a hablar con la funcionaria del área de Tierras de la comuna Zulma Ferreira. “Ella niega rotundamente que haya dado el terreno”, dijo Valeria Pendás.

Ante la amenaza de una nueva ocupación, la dueña planeaba llevar una casilla y quedarse en el lote para defender su propiedad. “Yo vivo sola con una nena, alquilo. No puedo alquilar más. En una semana estoy en la calle con mi nena, y mis papás no me pueden ayudar. La idea era, aunque sea, hacer algo de planchones para poder meterme. Ahora justo me quedé sin trabajo”, explicó.

También dijo que el mismo sábado fue a averiguar el costo para cerrar el frente y un lateral del terreno y no cuenta con 3 mil pesos para la obra. “Imposible. Tengo que pagar el viernes el alquiler de mi casa y no tengo la plata”, precisó.

 

Sin respuestas

 

“La policía me dijo que ponga un cartel que diga ‘propiedad privada’, con mi número de teléfono, mi nombre y apellido, y que si llega a entrar alguien, ellos sí pueden actuar”, sostuvo.

Por eso el martes el padre de Valeria Pendás fue a llevar planchones para el perímetro del lote, pero “ya lo estaban cerrando. Había más de veinte personas. Fuimos a la Tercera otra vez y me dijeron que ellos no pueden hacer nada”.

Se mostró indignada ante la respuesta de la Justicia, ya que cualquiera puede ocupar la propiedad de otro sin que se tomen medidas inmediatas y analizó que entonces, en su situación, no le quedaría otra opción que tomar una casa.

Hoy el lote está lleno de gente, entonces le han recomendado que junte a sus amigos, vayan al terreno y “rompan todo” para que la fiscalía tome cartas en el asunto. Sin embargo, no le parece prudente porque puede devenir en una batalla campal.

“Yo quiero que si en el Municipio le dieron el terreno, alguien se haga cargo ahora de pagármelo, devolvérmelo o darme una casa a mí y a mi hija. Porque, ¿ahora qué hacemos? Yo mañana voy a la puerta de la Municipalidad y me encadenó con la nena, y a mí me lo tienen que solucionar”, advirtió.

Indicó que hoy tiene que pagar el alquiler porque “es lo que corresponde. Es la primera vez que me pasa esto. Estoy sin laburo y creo que todos sabemos en la situación que estamos, que no se consigue”.

Por otra parte, Valeria Pendás explicó que el lote de sus padres no tiene escritura. Debido a un error de la escribana actuante, se escrituraron dos terrenos juntos a nombre de su vecina. De todos modos, cuenta con documentos que acreditan su titularidad (boleto de compraventa y recibos de pago) y ya habló con la otra familia que está al tanto de la equivocación.