Masivo cierre en el programa de educación ambiental, que implementan en las escuelas
Cientos de estudiantes de varias escuelas tandilenses participaron ayer a la mañana durante el cierre del programa de educación y prevención ambiental que aplica el Municipio, a través de la Dirección de Medioambiente de la Secretaría de Desarrollo Local.
En el acto estuvieron presentes el intendente Miguel Lunghi, el secretario de Desarrollo Local, Pedro Espondaburu, y la directora de Medioambiente Verónica Fernández, junto a las autoridades educativas, docentes, y estudiantes que participan de una iniciativa que se desarrolla desde hace seis años en Tandil.
Se trata de una propuesta que apunta a la sensibilización de las nuevas generaciones en torno al uso de los recursos naturales, para lograr entre otras cosas un cambio de actitud que logre en niños y jóvenes una relación más armónica con el entorno natural.
Fernández, uno de las impulsoras de la iniciativa desde la comuna, indicó que se desarrolla la propuesta ?en el marco del programa global que en su momento definimos como Tandil te quiero limpia?, antes de agradecer la colaboración permanente y la presencia de ayer de autoridades, educadores y estudiantes.
Durante este período 2010, los chicos debieron investigar y desarrollar pequeñas propuestas relacionadas a la relación cotidiana que tienen con el agua: ?Un recurso que tiene mucha importancia y que sabemos ustedes trabajan sobre ello, en el día a día desde la escuela en distintas materias?, resumió la funcionaria.
Puntualmente, desde el Municipio se informó como es el sistema de obtención y generación de agua potable en el Partido de Tandil, cuestión que luego fue analizada y profundizada con experiencias en las mismas aulas.
?Buscamos un cambio en nuestra conducta, para evitar el mal uso y desperdicio del agua? resumió Fernández, como anticipo de lo que luego sería una presentación en pantalla donde se proyectó parte de los talleres y encuentros que se concretaron en distintos establecimientos.
Unos 1400 alumnos de distintos niveles han participado hasta el momento en el marco de un programa que los invita a investigar y proponer acciones concretas, para reducir el impacto ambiental, por ejemplo la potabilización de agua a través de filtros caseros, que propuso un grupo de alumnos.
Basado en el trabajo educativo como herramienta para la sensibilización y concientización sobre la importancia del ambiente y su cuidado, el programa llegó a los establecimientos escolares con el propósito de contribuir a la tarea de desarrollar progresivamente la responsabilidad y compromiso con el medioambiente, incentivando la comprensión y puesta en práctica de valores, hábitos y conocimientos sobre nuestro entorno.
Bajo el lema ?Tandil te quiero limpia?, la experiencia cuenta desde un principio con la aprobación de la Dirección de Inspección General de Escuelas de Tandil y con la invalorable colaboración de directivos y docentes de las instituciones educativas.
Las actividades se despliegan en una serie de encuentros, en los cuales se abordó el tema del agua como recurso y sus problemáticas a nivel global, regional y local, así como también su uso y gestión en Tandil.
Temáticas como ciclo hidrológico, disponibilidad y calidad del agua, potabilización y depuración, importancia económica y sanitaria del recurso, y uso responsable del mismo, entre otros, son abordadas a lo largo de los tres encuentros taller programados para cada curso en los diferentes colegios.
Utilización de medios audiovisuales, experiencias prácticas, trabajo en grupo, forman parte de las herramientas que implementa el programa, que procura a partir de la problemática del agua como disparador fomentar la participación activa en el cuidado y protección del ambiente no sólo en los niños sino también en el entorno familiar y comunitario.*
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Sólo el 2,53 por ciento del agua es potable
Si bien el agua es el elemento más abundante en nuestro planeta, sólo es potable el 2,53 por ciento del total de esa existencia; el resto es agua salada. Alrededor de las dos terceras partes del agua dulce están inmovilizadas en glaciares y nieves perpetuas, por lo que apenas el uno por ciento está al alcance del empleo humano.
Hay 1200 millones de personas en todo el mundo que carecen de las instalaciones imprescindibles para tener acceso al agua potable; 2600 millones no tienen acceso a los sistemas de saneamiento, y, dentro de quince años, 1800 millones de personas residirán en países o regiones en que habrá absoluta escasez de agua. Es una realidad alarmante, en especial si se tiene en cuenta que cada ser humano necesita un mínimo de 50 litros diarios para beber, cocinar sus alimentos e higienizarse, pero el goteo insidioso de una canilla mal ajustada desperdicia 46 litros diarios y una manguera de media pulgada abierta durante 30 minutos despide 570 litros de agua.
Los cambios climáticos que afectan al planeta serán responsables, en los próximos años, del incremento del 20 por ciento de la escasez global de agua. A ese respecto es menester consignar que cuatro de cada diez seres humanos disponen de una cantidad de agua muy inferior a la indispensable para satisfacer sus necesidades básicas o, más crudamente, carecen de ella. Nueve millones de argentinos no tienen agua potable a su alcance y 21 millones están desprovistos de desagües domiciliarios.
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