Necrológicas
JULIAN CUEVAS
Cuando contaba con 78 años de edad, el pasado miércoles 17 del corriente falleció Julián Cuevas. Después de 44 días de lucha entre esperanza y tristeza, se fue yendo poco a poco, causando dolor entre sus familiares y amistades.
Julián había nacido en esta ciudad el 14 de septiembre de 1930. Conformó con Blanca Liñeiro un cálido hogar, que fue creciendo con la llegada de sus hijos: Julián ?Bocha? y Mario; sus hijos políticos: Beatriz Lanot y Adriana Pastrello; sus nietos: Claudia, Alejandra, Susana, Sergio, Sofía y Mateo; además de sus bisnietos: Samantha y Eliana, quienes lamentan profundamente su partida y también agradecen a familiares y amigos por su incondicional compañía en los momentos difíciles vividos.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailMARIA ESTHER MODAFFARI de MADEO
El pasado jueves 18 del corriente y cuando contaba con 72 años de edad, se apagó la vida de María Esther Modaffari de Madeo, dejando pesar y angustia entre sus seres queridos.
María había nacido en esta ciudad el 5 de agosto de 1936; era hija de Juana Ferraro y Roque Modaffari. Desde muy pequeña se dedicó a los quehaceres domésticos.
En plena juventud contrajo matrimonio con José Madeo (f), siendo buena madre de sus hijas Nancy y Norma, que con el paso del tiempo le dieron cinco nietos.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
LUIS OSCAR BERHO
Con muestras de pesar y tristeza fue recibida la noticia del fallecimiento de Luis Oscar Berho, un querido y respetado hombre que contaba con 42 años de edad.
Luis había nacido en Lobería, pero pasó su niñez en esta ciudad; era hijo de Nidia María Rodríguez y Pedro Eduardo Berho, integrando una familia junto a sus hermanos Gustavo, Daniel y Cristina.
Desde muy joven desempeñó su actividad laboral como taxista y conformó su familia junto a Clara Noemí Soria y sus hijos Sergio, Viviana, Matías, Darío, Micaela y Evelyn.
En el 2002 se radicó en Mar del Plata y formó pareja junto a Liliana Vedegain y sus hijas Luisa, Mariluz y Marisol; además de sus nietos Luca y Nazareno.
Su partida, también es lamentada por Elsa Guerra y Rubén Soria; sus cuñados Eduardo, Marta, Carlitos, Inés, Sandro, Fabiana, Karina, Hugo y sus sobrinos Cristian, Nicolás, Ezequiel, Karen, Enzo, Ariel, Agustín, Jacobo, Daiana, Nahel, Agustín, Rocío, Guillermo, Selene, Rocío, Guillermo, Rocío, Federico, Macarena, Natali y Guillermina, quienes elevan una plegaria por el eterno descanso de su alma.
?Para sus hijos fue el mejor padre; los nietos lo disfrutaron, les supo dar amor, dignidad y ejemplos. Siempre te recordaremos con cariño y con una sonrisa ¡te amamos!?.
FRANCISCA SUSANA ECHELINI de GARAGUSO
El pasado sábado 20 del presente mes, se apagó la vida de Francisca Susana Echelini de Garaguso, una querida y apreciada mujer que contaba con 89 años de edad.
Susana había nacido en esta ciudad el 21 de noviembre de 1919 y desde muy chica se desempeñó como ama de casa; en plena juventud se casó con Pascual Garaguso (f) y fue buena madre de sus dos hijas: Beatriz y Graciela.
Con el transcurrir de los años, a la familia se fueron sumando sus yernos y pudo disfrutar del cariño de sus nietos: Mónica, Guillermo, Roberto, María Cecilia y de su bisnieta Delfina.
Sus exequias, previo velatorio, se efectuaron en el Cementerio Municipal.
SONIA ISABEL FESLER de ALCIBAR
A la edad de 52 años, el pasado domingo 21 de diciembre se produjo la desaparición física de Sonia Isabel Fesler de Alcibar, dejando pesar y angustia entre sus familiares y amistades.
Sonia nació el 10 de diciembre de 1956 en Azul, era la menor de cinco hermanos, vivió en Gonzáles Chaves, pasó parte de su niñez como pupila en un colegio azuleño, ya que por razones laborales su madre la dejó huérfana a muy temprana edad. Siendo muy jovencita supo enfrentar la vida con entereza, haciéndole frente al dolor vivió un tiempo en Buenos Aires, donde encontró la ternura de su otra mamá: Juanita; hasta que conoció a su querido y malcriado Omar en Tandil, lugar que eligió para vivir junto a su amor.
Juntos supieron enfrentar un montón de adversidades (muchísimas) pero siempre poniéndole toda la garra que tenía y más también. La vida no le dio hijos pero sí sobrinos a los que les brindó todo su amor, los cuales guardan el mejor de los recuerdos de su tía ?Chonia?, como le decían ellos.
También supo forjar grandes amistades. Y por esas cosas de la vida decidieron buscar su futuro en Miami (Estados Unidos), dejando con dolor esta ciudad, pero como sus corazones seguían aquí, cuando lograron cumplir su objetivo, que era su casita, decidieron volver, no pretendieron nada más, con eso les alcanzaba.
?Pero por esas cosas que la vida, le jugó una mala pasada, estando aún afuera del país se apoderó de ella una cruel enfermedad, pero siguió luchando hasta donde pudo para lograr su meta, apoyada por los amigos que supo cosechar también allá, gracias a su gran corazón. Hace menos de un año volvieron para disfrutar de su casita, y la verdad que la disfrutó poco tiempo, pero lo poco lo disfrutó a pleno, fue muy feliz, a pesar de su sufrimiento, pero a ella no le interesaba su pena, lo único que le preocupaba era disimular su dolor y hacer feliz a su gran amor.
Como era íntegra, ahora tenemos que recordarla con alegría, ya que nos prohibió la tristeza y sólo quería que recordemos los mejores momentos vividos junto a ella.
Es una orden que nos dio y así va a ser. Estamos seguros de que se fue a llevar alegría a otro lugar, por algo Dios hace las cosas, debía necesitar su alegría?.
Sus restos, previo velatorio, recibieron cremación en el cementerio de Miramar.
Dedicatoria
?Sonia: Fuiste mucho para mí, para el Gordo y para mis hijos; vos lo sabías. Por eso habrá sido que disfrutamos tantos momentos, con cosas simples como las canciones, gritos, bocinazos en el coche y las tentaciones de risa que nos hacían llorar; los domingos con mate en el extranjero como vos decías, ?vamos a otro país? (Vela, Villa Cacique, Gardey).
Los chistes del Gordo a veces buenos y a veces tontos, pero a vos te servían para ser feliz, siempre decías lo mismo: ?Este Gordo me hace reír sin ganas?. Los retos tuyos a Omar y al Gordo, siempre prendido echando leña al fuego, con eso nos divertíamos, no necesitábamos más.
Por eso siempre estarás en nuestros corazones y en nuestro recuerdo, te queremos mucho. Simplemente hasta luego?.
Virginia.
OSVALDO MARTIN TREVISIOL
Tras soportar los procesos de una prolongada dolencia, el pasado martes 16 de diciembre se produjo el fallecimiento de Osvaldo Martín Trevisiol, un conocido y respetado hombre que contaba con 69 años de edad.
El ?Negro? Trevisiol había nacido en esta ciudad el 11 de noviembre de 1939 y desde muy joven trabajó como modelista en la empresa Tahersa, hasta que en 1970 instaló en su domicilio su propia carpintería.
En su juventud se casó con Haydée Poli, con quien llevaba 44 años de matrimonio. Fruto de ese amor nacieron sus hijos. Luego se agrandó la familia con la llegada de sus hijos políticos y sus nietos Agustina, Enzo, Pablo y Federico. Su pasión era el bandoneón.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
LEONOR RODRIGUEZ TOLEDO de BATELLI
El pasado lunes 22 del corriente, y cuando contaba con 83 años de edad, falleció Leonor Rodríguez Toledo de Batelli, causando dolor y tristeza entre sus familiares y amistades.
?Leo? nació el 26 de julio de 1925 en esta ciudad; era la hija menor del matrimonio integrado por Simón Rodríguez y Ramona Toledo.
En octubre de 1945 se casó con Víctor Antonio Batelli, de esa unión nacieron sus hijos Ricardo Víctor (1946) y Víctor Rodolfo (1949).
Vivió en Tandil hasta 1950, cuando se trasladó a Buenos Aires; en 1960 la familia completa buscó residencia en Ushuaia. El 27 de septiembre de 1975 falleció su esposo y ese mismo año decidió radicarse nuevamente aquí hasta su deceso.
Durante su existencia sus hijos y nueras Juana Boutron y Silvia Baretta, le dieron cinco nietos: Maximiliano, Leonardo, Agustina, Cecilia, Lucía y más tarde pudo disfrutar de cuatro bisnietos: Sofía, Thomas, Martiniano y Joaquín. Su gran felicidad era viajar y disfrutar de su familia reunida.
Sus restos, previo velatorio, recibieron cremación en el cementerio Las Acacias, de Necochea.
JOSE EZEQUIEL CANZIANI
Cuando contaba con 89 años de edad, dejó de existir José Ezequiel Canziani, causando dolor y tristeza en su círculo familiar y de amistades.
Don José había nacido en nuestra ciudad el 27 de agosto de 1919; siendo miembro de una antigua familia de inmigrantes propietarios del viejo almacén llamado ?El Lombardo?.
El 10 de marzo de 1947 ingresó al Establecimiento Vitivinícola Escorihuela, sucursal Tandil; el 10 de diciembre de ese mismo año fue confirmado en el cargo de gerente.
Fue un gran deportista durante los años de su juventud, jugó al fútbol y al básquetbol en dos nombrados clubes de la ciudad.
Casado con Elsa Elena Christensen, tuvieron dos hijos: Daniel Horacio y José Julio. Con el pasar de los años llegó su nuera: Elina Taboada.
El 16 de diciembre de 1993 recibió su tan merecida jubilación, luego de tantos años de trabajo.
Siempre estuvo rodeado de familiares y amigos que siempre le dieron todo su cariño.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
AQUILINO MICHELINI
El pasado sábado 13 del presente mes, a los 81 años de edad, falleció Aquilino Michelini, un conocido y respetado hombre de armas, un militar que honró su uniforme.
Aquilino había nacido en esta ciudad el 11 de octubre de 1927; era hijo de Enrique Michelini y de Chola Brivio, conformando una familia con su hermano Enrique.
Cursó sus estudios en la Escuela 1, en el Colegio San José y en el Liceo Militar San Martín; después ingresó al Colegio Militar de la Nación, egresando como subteniente en 1947. Comenzó allí una carrera brillante, en la que sobrellevó situaciones dramáticas con dignidad, sin traicionar sus valores y su postura de hombre de bien.
Fue destinado en forma alternativa en nuestra ciudad, Buenos Aires, Toay (La Pampa) y en el Haras General Lavalle. Luego en 1974 se hizo cargo del Regimiento 10 de Caballería ?Húsares de Pueyrredon?, con asiento en Azul, retirándose de la actividad militar el 16 de diciembre de 1976, con el grado de coronel del Orden de Caballería.
Conformó su hogar junto a Alicia Donovan (f), con quien se casó en 1952 y tuvo ocho hijos: Mariana, Santiago, Fernando, Mercedes (f), Florencia, Paula, Adrián y Lucía, quienes con el paso del tiempo le regalaron 33 nietos y cuatro bisnietos.
En los últimos años resistió con resignación y valor las pruebas crueles de una prolongada enfermedad, siendo despedido por vecinos, compañeros de arma y sus amigos de infancia.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el cementerio parque Pradera de Paz.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios