Necrológicas
JUAN TOMAS ORDOQUI
Cuando contaba con 76 años de edad, el pasado miércoles 24 de diciembre dejó de existir Juan Tomás Ordoqui, causando dolor y tristeza entre sus familiares y amistades.
?El Vasco? ?para sus allegados- nació en esta ciudad, en una quinta ubicada cerca del paraje La Blanqueada, el 15 de marzo de 1932. Allí creció junto a sus padres: Juana Echeverría ?Pochola? y Tomás Ordoqui, y sus hermanos menores: Oscar ?Cacho?, Roberto y su adorada Virginia, quien siendo una persona tan especial, con su amor incondicional lo acompañó, lo mimó y ayudó hasta sus últimos momentos.
Sus primeros aprendizajes los realizó en la Escuela El Molino, donde cursó hasta cuarto grado y siempre rescató agradables anécdotas. Luego de finalizados sus estudios, comenzó a trabajar junto a su padre en el reparto de leche a domicilio. Más tarde se independizó y se hizo muy conocido en su barrio, Villa Italia, donde vivió el resto de su vida. Siendo adolescente, cumplió con el servicio militar en dependencias del Ejército argentino en esta ciudad.
Con el pasar de los años, conoció a Mabelina Derose, con quien contrajo matrimonio el 24 de octubre de 1957; después llegaron sus hijas Susana y Graciela quienes crecieron con el amor que ambos le brindaron.
Con esfuerzo y trabajo llevó adelante a su familia, durante algunos años recorrió las rutas argentinas manejando camiones; también se dedicó a obras de albañilería y junto a su esposa construyeron una vivienda donde instalaron una despensa.
La familia fue creciendo, Graciela se casó con Sergio Kalafatich y Susana con Osvaldo Aristegui; ahí llegaron dos de sus soles: Pablo y Eliana. Al poco tiempo la vida le quitó a su compañera, fue una situación difícil pero con la ayuda de sus seres queridos intentó superarlo. Nuevamente lo iluminaron la llegada de sus nietos menores: Natalia y Juan María.
Qué alegría sentía, la cara se le iluminaba y se le llenaba de felicidad cada vez que veía a alguno de sus nietos o hablaba por teléfono con ellos. Soñaba con que sus nietos varones crecieran y pudieran ir as pescar con él, ya que era su hobby, el cual disfrutó mucho junto a sus yernos y grupo de amigos, recordando en diferentes oportunidades las travesuras que hacían.
Fue feliz hasta que llegaron las enfermedades, fueron años de sufrimiento hasta que Dios decidió llevarlo a su lado para protegerlo.
?Adiós viejito lindo, estamos felices y orgullosos de haberte tenido como papá, suegro y abuelo. Te queremos mucho y vivirás siempre en nuestros corazones?.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailZUNILDA ELSA BARAHONA OYAZUN
El pasado viernes 26 de diciembre se apagó la vida de Zunilda Elsa Barahona Oyazun y sus seres queridos la recuerdan así:
?Hola mamá Zuni. A diez días de tu partida físicamente, tus hijos José, Mary, Juan Carlos, Marcelo, Sandra, Ale, Ada y los dos angelitos Nino y Tito, que te abrieron las puertas del Cielo, queremos hacerte saber lo mucho que te amamos y que siempre estarás a nuestro lado.
Fuiste y serás la mejor persona que alguien pueda pedir como madre, mujer y sobre todas las cosas, amiga.
Qué más se te puede pedir Fierita. Sos lo máximo. ¡Te amamos!?.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
JUAN CARLOS SILVA
Con muestras de pesar y tristeza fue recibida la noticia del fallecimiento de Juan Carlos Silva, un querido y respetado hombre que contaba con 59 años de edad.
Juan Carlos había nacido en esta ciudad el 28 de diciembre de 1948. Desempeñó su actividad laboral como empleado y conformó su hogar junto a su esposa Gladys Mabel Acuña; sus hijas Cecilia y Sonia; sus hijos políticos Horacio y Marcelo y sus nietas Pilar y Mía.
Sus restos, previo velatorio, recibieron sepultura en el Cementerio Municipal.
Dedicatoria
?Querido papá: Todavía no puedo creer que te fuiste tan repentinamente, auque venías cargando una enfermedad desde hace muchos años, nunca pensé que este día llegaría.
Uno cree que con una dolencia tan larga, se está preparado para el momento del adiós, pero no es cierto, perder a alguien tan querido como vos, no tiene consuelo.
El único alivio que puedo sentir, es saber que ya no sufrís más y que ahora realmente vas a descansar en paz como te mereces. Te admiré por toda la voluntad y el esfuerzo que hiciste todo este tiempo, todo lo que soportaste y lo que hacías para que pensemos que estabas bien.
Sólo me queda decirte gracias por ser mi papá y por enseñarme que hay que seguir para adelante, siempre. También agradezco que hayas podido conocer a mi hija y que ella también haya disfrutado estos ocho meses con vos.
Nunca te voy a olvidar y te voy a extrañar muchísimo, aunque sé que siempre vas a estar cuidándome desde algún lado?.
Sonia.
?Siempre te vamos a recordar, por ser un esposo compañero, un padre presente y cariñoso y un abuelo dulce y divertido.
Te queremos mucho y te vamos a extrañar…?.
Gladys, Cecilia y Sonia.
RICARDO NESTOR ROUMEC
Tras una corta dolencia y cuando contaba con 78 años de edad, el pasado miércoles 31 de diciembre falleció Ricardo Néstor Roumec, causando dolor y angustia entre sus seres queridos.
?Chiche? Roumec había nacido el 11 de marzo de 1930 en Puán, pero desde muy chico vivió en esta ciudad. Desempeñó su actividad laboral como empleado de Bima y Metalúrgica Tandil; más tarde fue uno de los socios fundadores de la empresa de colectivos ?General Belgrano? ?línea marrón-, en la cual trabajó con el coche ocho, por espacio de 35 años.
Estaba casado con Elvira Popovich y fue buen padre de sus hijos Stella Maris y Néstor Alberto, quienes hoy lamentan profundamente su partida, al igual que sus hijos políticos, nietos y hermanos.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
JUAN CARLOS PEREYRA
De manera repentina, el pasado miércoles 24 de diciembre dejó de existir Juan Carlos Pereyra, un querido y respetado hombre que contaba con 59 años de edad.
Juan Carlos había nacido el 28 de diciembre de 1948; era hijo de Carlos Alberto Pereyra y Amelia Aquiles, conformando una familia junto a sus hermanos Pocha, Tati, Beto, Estela, Chango, Luis, Beatriz, Marcelo y Marta.
Se crió en Fulton y a los 18 años, el 29 de julio de 1966, se casó con Marta Haydeé Peris y fruto de ese amor nacieron siete hijos: Vicente, Sandra, Carlitos, Rosa, Cristina, Verónica y Gastón.
Desarrolló su actividad laboral en la zona rural como tambero en La Pascuala, Ghezan, Ricardo Dick, y en estancias La Azucena y La Victoria. Hacía cuatro años que estaba radicado en la ciudad, en el barrio de Almafuerte al 1900.
Era una persona muy querida por sus hijos políticos Claudia, Carlos, Elba, Alcides, Osmar, José, Sofía; además de disfrutar de sus nietos Bety, Yesica, Vicente, Naty, Luciana, Maxi, Damián, Braian, Agus, Cristian, Pablo, Mica, Yona, Mariana, Kevin, Juan, Brian, Chiara, Laura, Gonzalo, Camila, Damián, Clarita, Gisela, Juan, Axel, Juan y Tobías, junto a sus seis bisnietos: Leone, Tomás, Nery, Ariel, Priscila y Yasmín.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
WALTER OLIVERA
Mientras pasaba las fiestas de fin de año en casa de sus padres, el pasado miércoles 31 de diciembre falleció Walter Olivera, un conocido y respetado profesional que contaba con 49 años de edad.
Walter había nacido en esta ciudad el 22 de noviembre de 1959, habiendo cursado sus estudios primarios en Villa Cacique y los secundarios en el Colegio San José y en la Escuela Normal Superior; luego partió hacia Buenos Aires para efectuar la carrera médica, recibiéndose de Inmunohematólogo y actualmente estaba terminando Medicina Clínica en la Facultad de Barceló.
Su inesperada partida, ocurrida en su amado Tandil, es lamentada profundamente por sus padres Elena Dvorsky y Manuel Olivera; su esposa Liliana Norma Fernández y su hija María Laura, además del resto de sus familiares, quienes elevan una plegaria por el eterno descanso de su alma.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
JOSE VALENTIN BRAICOVICH
A la edad de 96 años, el pasado martes 30 de diciembre dejó de existir José Valentín Braicovich, causando dolor y tristeza entre sus familiares y amigos.
Don José había nacido en Parenzo, provincia de Istria (Italia) el 12 de febrero de 1912; llegó a la Argentina en 1930, mandado a llamar por su hermano Cayetano (f), radicándose en Villa Regina (Río Negro) para efectuar las primeras plantaciones de frutales en la zona.
En 1942 se fue a vivir a Benito Juárez, con la intención de vender la primera producción que le enviaba su hermano por ferrocarril.
El 1944 contrajo matrimonio con Armelinda Caffaro, de cuya unión nacieron José y Osvaldo; hasta que en 1960 se radicó en esta ciudad para darle a sus hijos las mejores posibilidades de estudiar.
Aquí inauguró una frutería, que aún hoy está ubicada en la esquina de Chacabuco y 25 de Mayo. En el año 1966, con el aporte de sus hijos, se dedicó a la comercialización al por mayor de frutas de Río Negro, haciendo la temporada de cosecha en Villa Regina, donde compraba, seleccionaba y enviaba el producto para la venta a sus hijos.
Al llegar su merecida jubilación, estuvo ayudando siempre a sus hijos, aportó su trabajo y experiencia, siendo siempre un ejemplo de vida para toda su familia y conocidos.
Su partida de este mundo también es lamentada por sus nueras Alicia Giamberardino y Susana Ugarte; sus nietas Claudia, Marina y Carolina; al igual que sus bisnietos: Matías, Tomás, Felipe, Juan Cruz, Valentina, Elvis y Lorenzo.
Asimismo, sus seres queridos agradecen especialmente a Mary Basualdo y Mario Melo por su compañía brindada hasta sus últimos días.
Sus exequias se cumplieron en el Cementerio Municipal.
MARGARITA NUNZIATA DI PAOLA
El pasado viernes 26 de diciembre se apagó la vida de Margarita Nunziata Di Paola, una querida mujer que contaba con 76 años de edad.
Margarita había nacido en Juan N. Fernández el 30 de mayo de 1932; en su juventud contrajo matrimonio en primeras nupcias con Alejandro Gómez y tuvieron tres hijas: Nancy, Mónica y Mirta, a las que amó y cuidó permanentemente.
Durante toda su existencia se dedicó a un negocio que atendía en Villa Italia sobre calle Beiró, donde vendía ropas y otros accesorios.
Fue una persona llena de vida, muy jovial, siempre dispuesta a sobrellevar la vida más allá de los problemas que se le presentaran, siempre con una sonrisa a cuestas.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios