Necrológicas
NECROLOGICAS
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A la edad de 86 años, el pasado sábado 17 de mayo dejó de existir Adolfo Cerrato, causando dolor y tristeza entre familiares y amigos.
?Cholo? Cerrato nació en el paraje El Centinela el 26 de junio de 1921 y fue el noveno hijo de Francisca y Francisco Cerrato.
De muy joven se radicó en Mar del Plata con sus hermanos mayores, cosechando muchos amigos. Se dedicó a trabajar en la cantera más importante del lugar, donde contribuyó a realizar en piedra el frente del Ministerio de Trabajo y de la Facultad de Derecho de la ciudad de Buenos Aires.
Si bien no tuvo hijos, se dedicó a alegrar y a endulzar con sus infaltables caramelos a sobrinos, sobrinos nietos y sobrinos bisnietos.
Con el paso del tiempo aparecieron sus problemas de salud, pero siempre estuvo al cuidado de su hermano Roberto y de sus dos sobrinos: Isabelita y Aleira.
Los últimos meses de su vida pasaron en Tandil donde recibió los cuidados de su hermana Margarita. Hoy sus seres queridos ruegan a Dios por el eterno descanso de su alma.
Sus restos, previo velatorio, recibieron sepultura en el Cementerio Municipal.
JOSEFA IGNACIA MACHINEA de CIANCIO
El pasado sábado 17 de mayo se produjo el fallecimiento de Josefa Ignacia Machinea de Ciancio, una querida y estimada mujer que contaba con 85 años de edad.
?Pety? Ciancio había nacido en nuestra ciudad un 4 de septiembre de 1922; era hija de Andrés Machinea y María Llorente, dos vascos que habían venido a estas tierras en busca de nuevas posibilidades. Su familia era completada por sus hermanos: Miguel Andrés, María, Juana, Isabel y Margarita.
Durante su juventud contrajo matrimonio con Néstor Ciancio, con quien formó una hermosa familia y tuvieron una hija: Mónica Graciela.
Seguramente muchos recordaremos a esta mujer, por sus dulces regalos en la puerta de su casa, en calle Maipú al 800. Pero no sólo por eso, sino también porque fue una gran persona, llena de alegría, siempre con ganas de cocinar sus tortas, sus cosas dulces, modo con el que no sólo agasajaba a sus seres queridos sino también a aquellos a los que deseaba agradecer por un favor hecho. Ese era su modo, siempre solidaria con quien lo necesitara, fue una mujer muy querida por todos, tanto familiares, amigos como vecinos.
Su hija desea agradecer a los tres ángeles de Pety: Ana, Pirucha y Stella Maris.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
RAUL OSCAR DEL CARLO
El pasado jueves 22 de mayo y cuando contaba con 66 años de edad, falleció Raúl Oscar Del Carlo, causando dolor y tristeza entre sus seres queridos.
Raúl nació en Tandil el 4 de julio de 1943, conformando una cálida familia junto a su esposa María Teresa Santillán; sus hijos María Alejandra, Osvaldo, Ana María y Néstor (f); quienes tiempo más tarde le regalaron el cariño de sus nietos Ezequiel, Candela, Marina, Carlos, Evelin, Juan, Martín, Leo, Patricia, Belén y Cato.
Conocido como ?El Herrero?, era una persona buena y de cosechar muchos amigos, esposo y compañero ejemplar, excelente padre de sus hijos a los que crió con mucho esfuerzo y logró que sean buenas personas; abuelo de once nietos que lo quieren con cariño y lo recordarán eternamente.
Su familia agradece al doctor Damián Silva, del Hospital Municipal Ramón Santamarina, por su dedicación y por estar siempre, hasta en los últimos momentos de su vida, a su disposición.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
BENITA JUANA URRACO de IANNONE
A la edad de 87 años, el pasado jueves 22 de mayo dejó de existir Benita Juana Urraco de Iannone, dejando pesar y tristeza entre sus familiares y amistades.
?Porota? Iannone nació en esta ciudad el 24 de junio de 1920; desde su niñez y hasta los 47 años vivió en estación De la Canal. Fue allí donde se casó con Oscar Iannone (f) y tuvieron tres hijos: Susana, Roberto, Cristina y su hija del corazón: Adriana, a quienes crió y educó con mucho amor.
?Mamá siempre quedarás en el recuerdo de toda tu familia.
No se olvidarán aquellas reuniones donde esperabas con tanto amor y cariño a tus hijos políticos: César, Noemí, Emilio y a sus nietos: Silvina, Paula, Mauricio, Gastón, Lucas, Luciana, Cecilia y Eugenia, para deleitarlos con tus exquisitas comidas.
Para colmar de alegría tus últimos años, llegaron tus bisnietos: Facundo, Leandro, Lautaro, Milagros, Felicitas, Benjamín, Luisina, Lola, Julia y Florencia.
Hoy, con tu partida, sabemos que te encontrás en paz y con mucho amor nos guiarás a todos en el camino de la vida?.
Sus restos, previo velatorio, fueron inhumados en el Cementerio Municipal.
ANA ESTHER ORSATTI de TUCCI
El pasado jueves 22 de mayo, y cuando contaba con 82 años de edad, se apagó la vida de Ana Esther Orsatti de Tucci, causando dolor y angustia entre sus familiares y amistades.
?Chona? Tucci nació en esta ciudad el 31 de marzo de 1926 y desde muy chica se desempeñó como una eficiente y laboriosa ama de casa.
Estaba casada con Pedro Alfonso Tucci (f), fue buena madre de Ana María, Juan Carlos y Laura Roxana; consejera y amiga de su hija política Liliana González; además de bondadosa abuela de sus nietos: Franco, Emilse, Ariel, Carlos, Salvador y David, al igual que de sus bisnietos, hasta que una prolongada dolencia la apartó de este mundo.
Sus seres queridos lamentan profundamente su partida de este mundo y aunque ya no estará con ellos, la llevarán por siempre en sus corazones.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
ESTRELLA ARGENTINA DOMINGUEZ de MASSAFRA
Con muestras de pesar y tristeza fue recibida la noticia del fallecimiento de Estrella Argentina Domínguez de Massafra, una querida y apreciada mujer que contaba con 75 años de edad.
?Negrita? había nacido en Lobería el 15 de julio de 1932. Desde muy jovencita se dedicó a las tareas hogareñas y el 5 de octubre de 1955 se casó en Mar del Plata, conformando una cariñosa familia junto a sus hijas Maura Luisa y Mónica Selva Gloria; sus hijos políticos Juan Domingo Di Raddo y Marco Enrique Liberal, a quienes quiso como si fueran sus hijos.
Además, hasta sus últimos días estuvo rodeada del amor y el cariño de sus nietos: Fernanda Marina, Juan Emanuel, Lucas y Mora.
Su vida de fe la desarrolló en la Iglesia Nueva Apostólica, concurriendo a sus oficios e integrando su coro. Siempre fue un ejemplo de humildad, amor y amabilidad.
En su vida tampoco faltaron sus amigas, siempre había alguna en su casa para compartir un té o un mate. Entre ellas pueden nombrarse a Ñata, Marta, Julia, Isabel, Adela, Tona y muchas más.
?Mami: Ya no estás entre nosotros pero tus enseñanzas y amor nunca se olvidarán, estás por siempre en nuestros corazones?.
Tu familia.
RODOLFO ANIBAL VELOZ
En la mañana del pasado lunes 26 de mayo, dejó de existir Roberto Aníbal Veloz, un conocido y respetado hombre que contaba con 75 años de edad.
Roberto nació en Morón (Buenos Aires) el 24 de enero de 1933; cursó estudios en la Escuela Nacional de Danzas de Buenos Aires.
En 1957 integró el ballet creado por Laura Peluffo, era muy conocido en este medio por ejercer su profesión durante muchos años. Dicho taller conformó el denominado Conjunto Folclórico Latinoamericano, que tenía por director musical al apreciado médico en odontología y concertista de piano, don Julio Roveda, también entrañable amigo.
Con el conjunto del talentoso Ariel Ramírez, participó en actuaciones de radio, tales como Splendid, Belgrano y El Mundo; mientras que en televisión, lo hizo a través de Canal 7. Con toda esa hermosa gente transitó variados escenarios argentinos y del exterior.
Corría el año 1965, cuando en compañía de su esposa y sus hijos Roberto Esteban y Teresa Carmen, se estableció en esta ciudad. Aquí se desempeñó como comerciante del rubro mueblería, en la firma Madeplast, ya desaparecida.
Su afición a la danza y al canto, lo acercó a diversos grupos de artistas locales, lo que le permitió desarrollar amistad con personas afines a su sensibilidad.
En 1996 ganó los Torneos Abuelos Bonaerenses y obtuvo el máximo galardón, premiado con un viaje a Cancún, México.
En el año 2001 fue integrante fundador del Coro Cumelcan que dirige Arturo de Felice.
Sus hijos hicieron crecer la familia sumándole seis nietos. Todos sensibles a la música, habiendo uno de ellos en especial que sigue los pasos de su abuelo, al inclinar sus preferencias hacia la danza.
Quienes lo conocieron, sabían que cuando sonaban los acordes de cualquier danza en nuestra tierra, quedaban al descubierto su vocación, sus dotes de gran bailarín, su distinción y su fina elegancia en los movimientos. Para toda buena bailarina, constituía un verdadero desafío: la experiencia de bailar una zamba con él.
La danza folclórica está de duelo… ha partido un gran bailarín.
Sus exequias, previo velatorio, se efectuaron en el cementerio parque Pradera de Paz.
ALFONSO MARIO CARABETTA
Tras soportar los procesos de una prolongada dolencia, el pasado viernes 23 de mayo, dejó de existir Alfonso Mario Carabetta, un conocido comerciante tandilense que contaba con 55 años de edad y su familia lo recuerda así:
?Corre la década del ´60. En un taller céntrico, un zapatero está dando los últimos toques a un par de botas de montar, que le llevó por lo menos, un mes de trabajo. Una obra de arte. De pronto, un descuido y la trincheta se clava en un fino cuero, hiriéndolo, inutilizándolo, tirando por la borda tantas horas de dedicación.
Un hombre siente bullir la sangre calabresa en sus venas. Con la impulsividad que lo caracteriza, toma las botas, sale a la calle y las tira en medio del empedrado. Su hijo, un quinceañero seguidor del último grito de la moda, había estado observando el infortunado accidente, espera hasta que el zapatero entre al taller y, sigilosamente, sale a la calle y recoge las ?imperfectas? botas. Al otro día, el joven Alfonso Carabetta se luce en la Escuela de Comercio, enfundado en sus flamantes botas de montar.
Pocos años después, padre e hijo compartirán mil y una anécdotas en torno al taller devenido en zapatería, cuando conformen el equipo que durante más de tres décadas estará al frente de Calzados Mario.
Hoy, quien piensa en Alfonso, piensa en un padre generoso, un esposo compañero, un hijo ejemplar, un hermoso compinche, un amigo festivo, un administrador prolijo, un vendedor atento y servicial, un ser responsable y alegre.
Imposible decir que ya no está: se encuentra en los asados domingueros, en la risa de sus compañeros de pesca, en las ?anécdotas de hermanos? que todavía divierten, en cada celebración familiar, en cada rincón del negocio que lo vio crecer, creció con él y hoy sigue sus pasos, en los corazones de todos los que lo amaron y lo recuerdan con una sonrisa?.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
ZOXIMO ARGENTINO SANZ
Con muestras de pesar y dolor fue recibida la noticia del fallecimiento de Zóximo Argentino Sanz, un querido y respetado hombre que contaba con 90 años de edad.
?Cholo? Sanz, como le decían sus familiares y amistades, nació en la localidad de Recalde (provincia de Buenos Aires), el 23 de marzo de 1918, en el seno de una numerosa familia de origen español: su mamá, Pascuala Etchegaray, y su padre, Hilario Sanz, que era maestro rural y de quien recibió una esmerada formación.
Siendo adolescente dejó sus tareas en aquella población rural para asistir en Bolívar a una escuela de oficios, que en aquellos tiempos tenía gran importancia. Allí se recibió de carpintero, volcando en esa profesión su exquisita prolijidad.
Atraído por el ferrocarril que era por entonces el mayor progreso, rindió exhaustivos exámenes e ingresó como empleado ferroviario lo que lo llevó a recorrer destinos como Gral. Alvear, Bahía Blanca y por último Tandil, donde por sus hermosos paisajes se quedó a vivir definitivamente y se jubiló, eligiendo las tierras altas de Villa Italia.
Trabajó en el área de carpintería, siendo un gran representante del oficio, muy prolijo y dedicado. También desempeñaba su profesión en forma particular haciendo trabajos a pedido y para su uso personal.
En su juventud, contrajo matrimonio con Ana Elizabeth England, con quien formó una hermosa familia con tres hijos: Horacio Enrique, Nora Susana y Jorge Oscar, a quienes les marcó un camino para transitar por la vida.
Durante sus 90 años vivió una vida maravillosa, fue un hombre muy sano, lúcido, fue un trabajador incansable. Su solidaridad y buena predisposición lo llevaron a ser un hombre muy querido, no sólo por sus familiares sino también por sus vecinos y amigos.
Dios premió su bonhomía, con una vida plena, saludable, en plenitud física y mental hasta sus últimos días. Una breve dolencia de solamente cuatro días, provocó su fallecimiento, sumiendo en la congoja a familiares y amigos, a sus vecinos de la barriada que compensaban su amabilidad, su solicitud y su interés por adultos, jóvenes y niños, con quienes se relacionaba sin distinciones de edad, con total naturalidad con atenciones y cariño como si fuera su padre o abuelo, y por quienes fue tan querido.
Ante su partida de este mundo, sus nietos: Mariano y Valentino Vaccaro, Federico, Facundo y Delfina Sanz y Mora Onrieta; sus hijos políticos: Beatriz Papponetti, Héctor Cuccaro y Alicia Maggio; sus hermanos políticos: Leli England y Charly England, Osvaldo Blanco y Porota England y sus nietos políticos: Mariano, Soledad, Emiliano, Salvador, Soledad y Santiago, sienten un profundo dolor y ruegan una oración por el eterno descanso de su alma.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el cementerio parque Praderas de Paz.
EDGARDO APOLINARIO UGARTE
De manera inesperada, el pasado martes 27 de mayo falleció Edgardo Apolinario Ugarte, un conocido y respetado hombre del quehacer comercial tandilense que contaba con 74 años de edad.
Don Ugarte había nacido en Rauch el 6 de junio de 1934. Con sus padres se trasladó a Tandil, ciudad que eligió como suya y donde vivió toda su existencia. Su hermano es el actual intendente de Rauch.
Durante más de cincuenta años se dedicó a emprendimientos inmobiliarios. Muy joven contrajo matrimonio con Eva Coronel, con quien conformó una hermosa familia con dos hijos: Sandra, que es doctora, y Sergio, que es bioquímico y farmacéutico.
Con el pasar del tiempo, la familia se fue agrandando. Primero, llegaron los hijos políticos y, más tarde, los nietos: María del Rosario, Roque, Tomás y Felicitas.
Toda su vida se caracterizó y fue reconocido por ser un hombre derecho, correcto, honesto y muy solidario. Disfrutaba pasar sus días al aire libre, haciendo ejercicios, caminando, pescando o leyendo, le gustaba mucho viajar y conocer nuevo lugares.
Sus restos, previo velatorio, recibieron cremación en Miramar.
COLOMBA ZULEMA PAOLETTA
A la edad de 85 años, el pasado jueves 22 de mayo se apagó la vida de Colomba Zulema Paoletta, causando tristeza y angustia entre sus seres queridos.
Colomba había nacido en esta ciudad el 16 de agosto de 1922; era hija de León Leopoldo Paoletta y María Segunda Ghezzi, un matrimonio de inmigrantes italianos que llegaron a esta zona para trabajar en las canteras, y se crió junto a sus nueve hermanos en el barrio de Villa Laza.
Cursó estudios primarios en la Escuela 22 y después comenzó a trabajar como empleada doméstica, tarea que continuó por espacio de 56 años, incluso luego de alcanzar su merecida jubilación.
Sus restos, previo velatorio, recibieron sepultura en el Cementerio Municipal.
HECTOR JORGE ARANDA
A los 45 años de edad, el pasado domingo 25 de mayo falleció Héctor Jorge Aranda, causando tristeza y angustia entre sus seres queridos.
El ?Negro? Aranda nació en María Ignacia (Vela) el 26 de septiembre de 1962. Su niñez y juventud transcurrieron en esta ciudad, donde conoció y se enamoró de Célica E. Moreno, ?Chela?, y juntos formaron un hogar feliz con sus seis hijos: Jorge, Dayana, Jamila, Luciano, Camila y Naila, quienes compartían grandes momentos de felicidad.
Era un hombre sano, fuerte, compañero, incapaz de hacer mal alguno; siempre rodeado de su familia y amigos, que lo amaban mucho.
Hoy, también lloran con gran congoja su desaparición de este mundo, sus padres Jorge Aranda y Nilda Alvarez, pero su hijo amado permanecerá eternamente en su corazón.
Dedicatoria
?Amorcito:
De día parezco fuerte
de noche me debilito
y ahora que no te tengo
me siento muy pequeñito.
Quisiera decir ?te amo?
quisiera pero no puedo
quisiera besar tu boca
decirte cuánto te quiero.
Mi amor, mi mundo, mi todo
eso eras para mí
y ahora que no te tengo
siento ganas de morir.
Seis flores tú me dejaste
seis flores para regar
y ahora que tú no estás
yo las tengo que cuidar.
Esas flores de las yo hablo
son tus hijos, nada más
por eso si yo no los cuido
se me pueden marchitar.
Y nunca vas a dejar
de ser mío?.
Chela.
NOEMI CELIA TURRI de MONRROY
El pasado jueves 8 de mayo falleció Noemí Celia Turri de Monrroy, una querida y apreciada mujer que contaba con 82 años de edad.
Noemí nació en esta ciudad el 14 de marzo de 1926, vivió toda su vida en el barrio de La Estación, destacándose por ser buena esposa y madre de sus hijos Jorge Luis y Hugo Lisardo, además de la mejor amiga y vecina.
Su hobby era el tejido, siendo una gran artesana que llevó la tarea de las agujas a la perfección.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
MARÍA ESTHER LARRIEU LACOSTE
A la edad de 91 años, el pasado lunes 26 de mayo se apagó la vida de Maria Esther Larrieu Lacoste, dejando tristeza entre sus familiares y amistades.
?Maruca? nació en De la Garma (partido de Gonzáles Chaves), una gran parte de su vida la vivió en María Ignacia (Vela) donde junto a su familia trabajó en el campo y la vida le enseño también a sembrar comprensión, lucha y mucho amor .
Fue miembro fundadora de los Residentes Velenses donde participó con mucho compromiso, fue una persona integra y con los años jamás dejo de estar actualizada, todo lo contrario, vivía informada y con compromiso de opinión.
Sus últimos 25 años los vivió en Tandil con su inseparable hermana Alcira en un hogar de puertas abiertas.
Fue una pieza clave en la familia, nos enseñó mucho, pero lo principal fue su ejemplo, el de una vida simple coronada de dignidad.
Y algo que como familia debemos destacar fue su gran orgullo por su origen?por sus raíces, que sin duda llegó de la mano de su padre desde Francia.
?Tía Maruca ?mucha paz y una vez más como un rezo va esta antigua bendición:
Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos
que el viento sople siempre a tus espaldas
que el sol brille cálido sobre tu cara,
que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos
y hasta tanto volvamos a encontrarnos
Dios te guarde en la palma de su mano?.
Tu familia.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios