Necrológicas
ERNESTO GERMAN CEBREIRO
El pasado martes 5 del corriente dejó de existir Ernesto Germán Cebreiro, un querido y conocido deportista tandilense que contaba con 70 años de edad.
?Pitín? Cebreiro nació el 26 de marzo de 1940 en la estancia El Choiqué, vivió en La Bodega y, más tarde, junto a sus padres y sus hermanos Carlos y Elsa se radicaron en esta ciudad; cursó sus estudios en la Escuela Nº 1 y en la Escuela de Educación Técnica Nº 2.
En plena juventud, en 1954 comenzó su pasión futbolera, jugando en clubes como Jorge Newbery y Santamarina, para luego vestir la casaca de la selección tandilense junto a Mingo Pastor, Hugo Russiani, Andrés Acuña, Norberto Quinteros y tantos otros, donde cosechó innumerables amistades y compañeros, destacándose por su modestia ante tantos títulos logrados.
En julio de 1987 formó pareja con Nélida ?Pichi? Ruiz, con quien conoció a sus hijos del corazón: Natalio, Marcela y Guillermo, que junto a su hijo Ariel, compartieron los buenos y malos momentos de la vida.
Desarrolló su actividad laboral como transportista en Don Juan, de Felice Hermanos y en sus últimos años trabajó con su hermano en el taller mecánico de los ex ?Tandilos?.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
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Dedicatoria
?Abuelo Pitín: siempre te tendremos en nuestros bellos recuerdos y en nuestro corazón?.
(Tus amados nietos: Alan, Pedro, Juana y Natalia).
ALBERTO JORGE LOHIN
A la edad de 64 años, el pasado viernes 8 del corriente falleció Alberto Jorge Lohin, dejando un inmenso y profundo dolor en sus familiares y amistades.
Alberto había nacido en Chillar el 19 de noviembre de 1945; era hijo de Jorge Lohin y Ana Perensisky, conformando su familia junto a sus hijos Ana, Moria y Américo.
En 1964 se radicó en esta ciudad, su primer trabajo lo realizó en un fábrica de mosaicos, para luego desempeñarse en la tarea de pintor de autos.
En 1974 decidió formar su hogar, junto a su esposa Elsa Yolanda Bernaola, de cuya unión nacieron sus hijos Julia y Gastón; que más tarde sumaron a su yerno Jorge Olaiz y su nuera Natalia Lasarte; y a sus nietos Nicolás y Benjamín.
También se destacó por ser una persona trabajadora, honrado y honesto, un buen esposo, un buen padre y buen amigo, que disfrutaba de su familia, de su casa, de sus nietos y amigos.
Era un apasionado de la pesca deportiva, el automovilismo y de vez en cuando jugada al padel.
?Te vamos a extrañar y nunca te olvidaremos. Gracias papá por todo lo que nos enseñaste y nos diste, y siempre estarás en nuestro corazón. ¡Te amamos?. (Tu familia).
Sus seres queridos agradecen profundamente por la atención brindada a los doctores Walter Ponce, Gloria Menéndez y Jorge Gentile, al igual que a las enfermeras y mucamas de la sección 3ra. y 4ta. del Hospital Municipal Ramón Santamarina.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
LUIS ZAMORA SERRANO
Con muestras de pesar y tristeza fue recibida la noticia del fallecimiento de Luis Zamora Serrano, un querido y respetado hombre que contaba con 84 años de edad.
Don Luis nació el 3 de junio de 1926 en Antas, un pueblo de Andalucia (España). Estaba casado con Aurelia y muy joven llegó a la Argentina, donde trabajó en Talleres Tandil. Tuvo tres hijos, cinco nietos y tres bisnietos.
Era un ser especial, muy bueno, humilde, noble y divertido. Se lo notaba orgulloso de todos sus nietos y de su familia. Tenía su huerta y sus gallinas en el fondo de su casa, siempre impecable, hasta el gallinero.
Toda la familia lo apreciaba muchísimo, vinieron varios desde muy lejos a despedirlo porque era muy querido.
Como todo inmigrante vino sin nada y logro construir una hermosa familia, tener su casa, su auto y todo gracias a su esfuerzo.
?Quería mucho a mi tío, y a sus hijos y nietos y no me gustaría herir susceptibilidades en un día tan especial?. (Lucrecia).
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
CATALINA IUQUICH de ERRANDASORO
Tras una breve dolencia, el pasado martes 5 del corriente se apagó la vida de Catalina Iuquich de Errandasoro, una querida y apreciada mujer que contaba con 84 años de edad.
Catalina nació el 8 de febrero de 1922 y vivió su infancia en Cerro Federación y en Cerro Leones; a muy corta edad sufrió la pérdida de su madre, siendo la más pequeña de ocho hermanos.
Su hermana Milena (f), fue quien continuó con la crianza de sus hermanos, que fueron como sus hijos.
En su adolescencia se radicó en la zona de La Pastora, donde comenzó a trabajar en la fábrica San José como cocinera, junto a sus hermanos: Emilio (f) y Manuel (f).
Fue allí donde conoció a quien años más tarde sería su esposo: Julio Errandasoro (f), con quien tuvo tres hijos: Alfredo, Mirta y ?Cacho? (f).
Tras la muerte de su compañero en 1968, se vino a vivir a Tandil, junto a sus hijos.
Con el paso del tiempo se convirtió en abuela de sus seis nietos: Claudia, Mario, Diego y Guillermo Ferreira; Fernando y Leonel Errandasoro, con quienes disfrutó sus últimos años, además del cariño de sus doce bisnietos.
Sus seres queridos la recuerdan con mucho amor y nunca olvidarán su persona.
Sus exequias, previo velatorio, se efectuaron en el Cementerio Municipal.
ANTONIO SEBASTIAN SILVA
En la ciudad de Necochea, donde estaba radicado desde hace tiempo, falleció Antonio Sebastián Silva, un querido hombre nativo de esta ciudad.
Si bien el destino y cuestiones laborales lo llevaron a tener que mudarse y distanciarse de sus seres queridos, él nunca se olvidó de su Tandil querido y de todos sus afectos, que estaban precisamente en este lugar.
Antonio se crió en el barrio de Villa Laza hasta que se casó con Victoria a los 19 años. Con ella formó una familia y tuvo tres hijos: Flavio, Jorge y Magdalena.
Por cuestiones laborales se mudó a la ciudad de Necochea, donde acompañado de su familia, permaneció hasta el último día de su vida.
Sus seres queridos lo recuerdan con mucho amor y si bien su despedida fue en el más absoluto silencio, como él lo quiso, desde su ciudad natal se le quiere brindar un pequeño homenaje para que él en el Cielo sepa que nadie lo olvidó y que acá dejó muchos familiares y amigos.
?Toni, como lo llamaban sus amigos, te recordaremos por siempre y de la mejor manera de hacerlo es seguir nuestras vidas por el camino que vos iniciaste y nos enseñaste. Te queremos, tus seres queridos?.
HECTOR ANTONIO ALVAREZ
Cuando contaba con 37 años de edad, el pasado martes 12 del corriente dejó de existir Héctor Antonio Alvarez, causando dolor y pesar entre sus seres queridos.
?El Loco? Alvarez había nacido en esta ciudad el 31 de mayo de 1973; era hijo de Nélida Nora Gómez y Domingo Manuel Alvarez, quienes le inculcaron que sea un buen hijo, compañero, amigo y, por sobre todo, con un corazón gigante, trabajador y muy querido por sus hermanos, sobrinos y tíos.
Desde los 14 años se dedicó a la esquila de ovejas en el sur y luego a los trabajos de albañilería; actualmente realizaba tareas de canterista, donde era muy querido por su patrón y compañeros.
?Te recordamos con cariño, por sobre todo por la clase de persona que has sido, dando siempre, sin pedir nada a cambio.
Nunca vamos a poder entender porqué Dios te llevó tan pronto. Te extrañamos y siempre te vamos a recordar con esa gran sonrisa que te caracterizaba.
Te queremos por siempre: Mamá y papá, tus hermanos Adriana, Patricia, Marcelo y Martín; tus sobrinos: Marina, Andrea, Mauricio, Fabiana, Maxi, Aica, tus tíos y grandes amigos. Siempre estarás en nuestro corazón. ¡Que descanses en paz!?.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
JUAN CARLOS PARRA
El pasado lunes 20 de septiembre se produjo el fallecimiento de Juan Carlos Parra, un querido y respetado hombre que contaba con 68 años de edad.
Juan Carlos nació en San Manuel el 3 de enero de 1942; a los 23 años se casó con María Azequiela Sandroni ?Chola?. Se destacó por ser un trabajador incansable, un luchador, un ejemplo de vida. Para su hijo Eduardo y su hija política Carina. Su felicidad se completó luego con el nacimiento de sus nietos Darío, Juliana, Joaquín y Julieta.
Construyó su casa en Villa Cacique. Sin embargo acompañado de su mujer vivió durante 18 años en el campo, donde trabajó en tareas rurales. Posteriormente, regresó a su Villa querida en donde permaneció hasta que se jubiló.
Fue un padre ejemplar, solidario, sin rencores ni odios, humilde y bondadoso. Valoró cada logro y no se rindió ante los fracasos. Vivió feliz con lo que la vida le dio.
?!Gracias papá! Por enseñarme a tener proyectos, a luchar por lo que queremos. A no bajar los brazos a pesar de los fracasos.
También nos enseñaste, con tu ejemplo, a ser honrados, a tener dignidad y valores. A tener la vida como vos quisiste siempre?.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
Dedicatoria
?Gracias Abue: sólo quiero decirte ?gracias? por haber sido tan bueno conmigo y por la inmensa paz que me dabas día a día. Elevo mi vista al cielo y pienso en vos. Hacia allí va mi beso que te envío hasta donde el viento lo lleve.
Te quiero mucho abuelito y siempre te voy a querer?.
(Juliana Parra).
ANTONIO GUILLERMO VARCASIA
Pesar y dolor ha provocado la desaparición física de Antonio Guillermo Varcasia, un querido y respetado hombre que contaba con 76 años de edad.
Antonio había nacido en Capital Federal el 31 de mayo de 1973, pero desde muy joven se radicó en esta ciudad, luego de haber contraído matrimonio con María Elena Hermida, viviendo toda una vida juntos en el barrio del Hipódromo y desarrollando su actividad laboral como empleado de la fábrica Buxton.
?Siempre serás recordado con mucho cariño y amor. Que tu alma descanse en paz en la diestra del Señor. Con cariño te recuerdan quienes te cuidamos hasta tus últimos días?.
(Familia Cordero).
RAQUEL NELIDA ETCHEBARNE de PIAGENTINI
Cuando contaba con 92 años de edad, el pasado miércoles 6 del corriente se apagó la vida de Raquel Nélida Etchebarne de Piagentini, causando dolor y angustia entre sus seres queridos.
Raquel nació en esta ciudad el 2 de diciembre de 1917, cursando sus estudios en el Colegio Sagrada Familia: En su juventud contrajo matrimonio con Luis Inocencio ?Yiyo? Piagentini; siendo buena madre de su hijo, el doctor Jorge Luis Piagentini.
Fue una persona que dedicó su existencia a ayudar al prójimo, conformando la comisión de ex alumnas del Colegio Sagrada Familia; la comisión fundadora de la Clínica Chacabuco; fue tesorera del Hogar de Niñas y Ancianos; además de ayudar desde el anonimato a comedores y hogares.
También supo disfrutar del cariño de sus nietos: Luis, Carolina, Santiago, Marcela, Mariano y Silvina y de sus bisnietos: Mateo, Catalina, Morena, Agustina y uno que está por nacer, a quienes les brindó su amor y cuidados, por lo que siempre la recordarán y llevarán eternamente en su corazón.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
RAMON SANTIAGO LARRABURU
El pasado martes 12 del corriente falleció Ramón Santiago Larraburu, un querido y respetado hombre que contaba con 68 años de edad.
“Mon” Larraburu nació en Cacharí, partido de Azul el 5 de junio de 1942 , siendo el quinto hermano de una familia rural que habían conformado Juan Larraburu y Teresa García, en el paraje La Verde en el partido de Rauch, donde transcurrió su niñez y adolescencia junto a sus hermanos Haydée, Chela, Cata, Juan, José, Oscar y Pedro.
Fue el consejero y amigo de sus hermanos menores y fue una persona muy divertida y querida por todos. Ya terminada la escuela primaria y como era común en aquellos tiempos, comenzó a trabajar en tareas rurales en la zona de Rauch y Azul habiéndose despertado ya en “Mon” ese espíritu de libertad que luego lo llevaría a recorrer el país, siendo su primer largo viaje la conscripción en Zapala.
Ya entrado en los ´70, formó su familia con Rosa y transformó a Miguel, hijo de Rosa en su hijo del corazón, pero la vida quiso que su compañera partiera joven al Cielo y Ramón emprendió su actividad de mecánico, soldador o camionero, por distintos lugares del país.
Era de esas personas, que todos decían, “que buen tipo Mon, o el Vasco o Ramón”, además de tener ese don de saber hacer todo lo que se le cruzara, tenía una increíble habilidad para el trabajo.
La vida quiso premiarlo, hace algunos años en el aniversario de esa escuelita del paraje La Verde (Rauch), donde había concurrido de pequeño, se reencontró con el primer amor de su vida, ese amor de adolescente recíproco que en aquella época no había podido ser, después de más de 40 años se reencontró con Marta Poulsen y no dudaron en comenzar una nueva vida juntos, incluso casándose hace 9 años.
A partir de allí Ramón recibió también el afecto de los hijos de Marta en su primer matrimonio y transforma a esos 6 hijos: Carolina, Liliana, Valeria, Mirna, Alejandro y Fernando en su familia y estos lo aceptan como tal, forjando una relación hermosa.
Vivió junto a Marta estos últimos años entre las ciudades de Rauch y Mar del Plata, a pleno y disfrutando, junto a su primer y gran amor.
Ese amigo y compañero de toda la vida, el cigarrillo, le jugo una mala pasada y no pudo recuperarse de una nueva neumonía, que lo tuvo más de un mes internado.
Esta dolencia, no dejo a Ramón, disfrutar su última etapa de la vida, al de ser abuelo, y disfrutar de ese premio que la vida le había dado, le decía abuelo Ramón, sin haber sido padre, como lo recordó el pastor danés en su misa de despedida.
Toda la familia a decidido recordar a Ramón, como fue, un buen hombre, un buen esposo, un excelente hermano, un tío compinche y por sobre todo un buen padre y abuelo.
Todos vamos a recordar con una sonrisa, como la que dibujaba su cara diariamente, cada una de las anécdotas de Mon.
Tu familia.
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