Necrológicas
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailOSCAR ENRIQUE ACOSTA
El pasado viernes 4 del corriente dejó de existir Oscar Enrique Acosta, un querido y conocido hombre que contaba con 64 años de edad.
Oscar o el ?Sapo? para sus amigos y clientes había nacido en esta ciudad el 11 de febrero de 1945. Cursó sus estudios primarios en la Escuela 21 de Villa Italia, el barrio en que vivía, y luego se recibió de técnico electromecánico en la Escuela Industrial.
En 1971 se había casado con María Angélica Díaz y fue padre de sus hijas: Carmen, Mabel, Laura, Gabriela, Cecilia y Marisol; además disfrutó de sus nietos: Karen, Samuel, Ern, Lucía, Juan Bautista, Juliana, Valentina, Jazmín y Franco.
Desde muy joven trabajó en diversas tareas, desempeñándose en los últimos 22 años como vendedor de diarios y revistas, oficio que supo llevar con orgullo y dedicación, que se manifestaba en el afecto de sus clientes.
Al partir de este mundo, lo recuerdan con profundo cariño toda su familia, a la que cuidó y amó como su mejor tesoro, junto a su compañera de toda la vida y que hoy con todos sus seres queridos piden una oración en su memoria.
Sus exequias, previo velatorio, se efectuaron en el Cementerio Municipal.
Dedicatoria
¡A nuestro querido diariero!
Diario… Diario…
No podremos olvidar jamás estas palabras que por las mañanas y las tardes escuchábamos y esperábamos todos los días.
Tu muerte nos sorprendió; no sabíamos que tu salud te estaba jugando una mala pasada. Pero había dentro nuestro una ilusión y esperanza de que volverías.
No fue así, te perdimos para siempre querido ?Negro? y estamos dolidos.
Eras tan responsable con tus clientes; ni lluvia, ni frío, ni calor te podían detener.
Primero con tu bicicleta, después lograste comprarte tu motito y así transitabas por nuestro barrio, pasaje Bassi, Estrada, De los Granaderos, Ezeiza, Pairó, Vélez Sarsfield, Suipacha, etc. y por todas las calles de tu querido Tandil.
Gracias Oscar por lo que fuiste: honesto, bondadoso, respetuoso, luchador, hombre de bien y amigo.
Siempre te tendremos presente muy adentro de nuestro corazón.
No te decimos ?adiós diariero?, querido Oscar. Te decimos hasta siempre, algún día nos encontraremos. Y seguro que desde el lugar donde te halles, estarás controlando si a cada cliente le llegó su diario.
(Familias: Cebreiro, Colombraro, Coronel, Del Valle, Fernández, Fernández, Lobos, Gató, Gil, González, ?Los Gonzalitos?, Núñez, Irigaray, Manazoni, Romero, etcétera).
NELIDA ROUCO DE PEDRAZZI
A la edad de 76 años, el pasado viernes 27 de noviembre falleció Nélida Rouco de Pedrazzi, causando dolor y angustia entre sus familiares y amistades.
Nélida había nacido en Capital Federal el 2 de febrero de 1933, donde conoció a Alberto Pedrazzi, con quien se casó y formó una familia. Tuvieron un hijo, Oscar Mannesi, quien junto a su esposa María Cristina Sánchez le dio la dicha de poder disfrutar de tres nietas: Giselle, Estefanía y Luciana.
Fue ama de casa, siempre atenta a lo que cada integrante de la familia necesitara.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
MARIA BEATRIZ JENSEN DE HOFFMANN
El pasado viernes 27 de noviembre falleció María Beatriz Jensen de Hoffmann, una querida y encantadora mujer perteneciente a la colectividad danesa, que contaba con 72 años.
Beatriz nació en Lobería el 8 de julio de 1937. Desde muy joven trabajó como empleada de Tiendas Galver, hasta que contrajo matrimonio con Juan Andrés Hoffmann y tuvieron cuatro hijos: Christian Andrés, Pamela Inés, Sonia Magdalena y Juan Pablo, que más tarde sumaron a la familia a sus cinco nietos: Martina, Camila, Felipe, Simón y Anabela.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
ETELVINA MARIA CANALE DE ARANGUREN
Cuando contaba con 82 años de edad, el pasado lunes 7 del corriente se apagó la vida de Etelvina María Canale de Aranguren, causando dolor y tristeza entre sus seres queridos.
Etelvina nació en María Ignacia (Vela) el 11 de noviembre de 1927 y desde muy joven trabajó en el campo, en la zona de Rauch y Tandil.
Contrajo matrimonio con Eduardo Ignacio Aranguren (f) y tuvieron nueve hijos: María Inés, Hilda Beatriz, Eduardo Adalberto, Sergio Ernesto, Dardo Emilio, Miriam Gladys, Héctor Alfredo, Andrea Araceli y Susana Mabel, a quienes les infundió su visión positiva de la vida.
Con el transcurrir del tiempo se fueron sumando a la familia sus hijos políticos y pudo disfrutar del cariño de 24 nietos y de su bisnieta Ruth.
Siempre fue una persona muy querida y respetada por sus amigos, vecinos y demás familiares, quienes elevan una plegaria por el eterno descanso de su alma… ¡te vamos a extrañar eternamente!
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
JUAN SALVADOR SIMONETTA
El pasado miércoles 4 del corriente se produjo el fallecimiento de Juan Salvador Simonetta y sus seres queridos los recuerdan así:
¡Hola papá! Te escribo esta carta porque el Señor quiso tener un ángel más en el Cielo, un guerrero que peleó hasta los últimos minutos de su vida, ese guerrero sos vos.
Hoy ya no estás entre nosotros, pero lo seguís estando en cada lugar, en cada espacio, a cada hora. Además de ser tu hijo, aprendí a ser tu amigo, porque la vida ya nos había pegado el año pasado con la partida de mamá. Prometí a ella que te acompañaría toda la vida, de cuidarte y de estar siempre unidos.
Con tus 65 años recién cumplidos y con todas las ganas de llegar a tu jubilación y de poder disfrutar de tus hijos, hijas políticas y nietos, quisiste estar mejor y quizás en esa decisión de operarte, alguien hizo las cosas mal, espero algún día se haga justicia porque tal vez esa persona no tiene idea del ser que perdimos, pero Dios se encargará algún día.
No lo merecías, por se un hombre bueno, honrado de ley, siempre recto y sin afanes, sólo sabías trabajar y vivir para nosotros.
Esos 43 años de Metalúrgica Tandil te dieron muchos conocidos y amigos que hoy también lamentan tu partida.
Yo sé que hoy quizás estás mejor con tu inseparable compañera de vida: Beatriz Orons (f), pero acá también te necesitábamos: Seba, Maxi, yo, Tobi, Manu, Nati, Paula y Vale, tu único hermano Toto y tu madre política Margarita Orons. También todos nuestros parientes que hoy nos dan una mano para que sea más leve este mal momento (nuestros tíos, tías y primos).
Bueno, tendría para escribir de vos muchas, muchas cosas, todas buenas, pero quien te conoció sabe que no necesito escribirlas.
Para ir despidiéndome, te pido que desde allá nos des fuerza, como lo hiciste toda la vida. Fuiste un buen trabajador, un buen hombre, un fiel esposo y para nosotros… el mejor padre.
Te mandamos un beso grande y sabé que hicimos todo lo posible para que siguieras con nosotros ¡Chau, Viejo!
Juan Esteban
Dedicatoria:
Cuando creí que ya conocía todo en esta vida, me encontré en el camino con la desesperación y la injusticia. La desesperación no me gustó, pero sí me enseñó que cuando queremos mucho a alguien, podemos llegar a hacer cosas que jamás imaginamos. En cambio, la injusticia… era tan fea. Me paré ante ella y pensé en todas las preguntas que le haría, pero decidí ignorarla… ninguna respuesta me iba a dar, ni ella ni nadie nos va a explicar porqué se apagó tu vida, si de verdad no era el momento ni mucho menos la manera.
Este era tu momento de empezar a vivir y el nuestro de disfrutarte, mucho quedó pendiente por hacer, pero a Dios le doy gracias de que hayas formado parte de nuestras vidas, excelente padre, inimitable esposo, abuelo como ninguno, mi orgullo más grande… que mi hijo lleve tu sangre.
Qué enorme corazón, qué manos trabajadoras, honestidad pura, siempre dispuesto a ayudar y a dar todo sin pedir nada a cambio.
Sentimos todos un dolor y un vacío muy grande, no existe explicación, hace años la vida nos viene golpeando muy duro y éste fue el golpe que superó todos los límites. Sí, me queda el alivio de saber que pude decirte lo mucho que te quiero y que nunca dejaré de darte gracias.
Te voy a extrañar. Siempre vas a estar en mi corazón.
Natalia
ORFILIO ADOLFO BRAVO
Cuando contaba con 73 años de edad, el pasado miércoles 2 del corriente dejó de existir Orfilio Adolfo Bravo, causando dolor y angustia entre sus familiares y amistades.
?Cilo? Bravo había nacido en la estancia Acelain el 5 de julio de 1936, viviendo allí durante toda su vida, y se crió en el campo junto a sus padres, conformando una familia con 16 hermanos.
Su actividad laboral comenzó muy joven, desempeñándose siempre en tareas rurales, trabajó incansablemente durante toda su vida.
No se casó ni tuvo hijos, pero fueron sus sobrinos la felicidad de su vida. Fue un hombre que toda su vida sólo se dedicó al trabajo, desarrollando diferentes tareas que tenían que ver con la actividad rural en muchos campos de la zona.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal de María Ignacia.
RAMON LAZARO MOLINA
Con muestras de pesar y tristeza fue recibida la noticia del fallecimiento de Ramón Lázaro Molina, un querido y respetado hombre que contaba con 86 años de edad.
?Yeye? Molina nació en esta ciudad el 23 de marzo de 1923. Su vida la dedicó al trabajo rural en su establecimiento El Marlito, ubicado cerca de Iraola.
Allí conformó su familia con su esposa Delia Ivone Mariani y criaron a sus tres hijas: Alicia, Leonor y Marina, que le regalaron el cariño de siete nietos y dos bisnietos para alegrarle la vejez.
Su pasión por los caballos lo llevó a formar parte, como socio y fundador, de la Agrupación Criollos del Tandil y su amor por la música y el baile a intervenir en los Torneos Bonaerenses y en el Centro Tradicionalista Tandil, del que fue dos veces presidente, al igual que en el Centro de Jubilados. En su juventud jugó al fútbol en el club El Solcito y en Iraola.
Fue un tradicionalista a la ultranza y como dicen los conocidos versos:
?No me entierren en sagrado
donde una cruz me recuerde,
entiérrenme en campo verde
donde me pise el ganado?
Por eso sus cenizas serán esparcidas en El Marlito, lugar que él eligió para su descanso final.
CELIA ELVIRA LAGOMARSINO DE SANTOS
A los 83 años de edad, el pasado domingo 29 de noviembre falleció Celia Elvira Lagomarsino de Santos, causando dolor y pesar entre sus familiares y amigos.
Celia nació en Quilmes el 2 de octubre de 1926 y hacía seis años que estaba radicada en esta ciudad, en el barrio de Aristóbulo Del Valle al 100.
Tuvo dos hijas: Susana Celia y Stella Maris, que con el paso del tiempo le dieron la alegría de disfrutar del cariño de cinco nietos: Hernán y Lucas López; María Verónica, Pablo y Gonzalo Alonso; al igual que sus bisnietos: Martina y Verónica Seú; Agustín, Santiago y Emilio Alonso; Bruno, Nahir, José y Sol López, quienes junto a todos sus vecinos lamentan profundamente su partida y elevan una oración por el eterno descanso de su alma.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
MARIA LUISA MUÑOZ DE IBARRA
El pasado viernes 6 del corriente se apagó la vida de María Luisa Muñoz de Ibarra y sus seres queridos la recuerdan así:
?Mamá: Yo, tu hijo Miguel, no tengo ni tenemos junto a toda la familia, palabras para explicarte la angustia y el dolor que nos dejó tu partida. Pero estás junto a Dios, mi hermano Alberto (f), Stella (f) y papá (f). No me salen muchas palabras, ¿para qué mami?, si todo está en nuestro recuerdo y en nuestro enlutado corazón.
Chola, como te llamábamos los que te amamos, agradecemos a Dios la fuerza que tuviste para criar a tu nieto Joni, que no dudaste un minuto en seguir adelante por él y nosotros.
Tu deseo era ver a tus nietos juntos, Leandro, Joni y Maxi. Con esa imagen te dormiste… sabemos que estás en el mejor lugar porque te lo ganaste.
Tu familia siempre estará con vos y con los mejores recuerdos que dejaste a lo largo de tu hermosa vida. Te amamos, vivirás en nuestro recuerdo y en nuestro corazón.
Tu hijo Miguel, tu nuera ?Negrita?, tu hermana Kika y tus nietos Joni y Maxi.
¡Hasta siempre, vieja!
Sus restos, previo velatorio, descansan en el cementerio parque Pradera de Paz.
EDUARDO NOGUEIRA
Con profundas muestras de tristeza y pesar fue recibida la noticia del fallecimiento de Eduardo Nogueira, un conocido y respetado hombre que contaba con 82 años de edad.
Eduardo había nacido en Lanús el 14 de julio de 1928, desempeñando su actividad laboral en el rubro de gasista y plomero.
Luego de contraer matrimonio se vino a vivir a esta ciudad, donde era muy querido por sus vecinos.
Tío de varios sobrinos, su tiempo de ancianidad pasó junto a cuidado de dos de ellos: Pedro y Alicia, quienes hoy lamentan su partida y piden una oración en su memoria.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios