Necrológicas
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Con muestras de pesar y tristeza fue recibida la noticia del fallecimiento de Roberto Edgard Molina, ocurrido el pasado miércoles 21 de julio.
Roberto nació en Azul, el 17 de septiembre de 1938 en el seno de una familia que supo forjar un ser humano dotado de sencillez, veracidad y empeño. Allí cursó sus estudios y recibido de técnico mecánico comenzó a trabajar en la docencia como maestro de taller, al tiempo que cursaba el profesorado de matemática y física, logrando el título de grado en el año 1964.
Ya radicado en Tandil en 1965, se desempeñó como profesor en el Colegio San José, en la Escuela Normal Mixta y en la Escuela Nacional de Comercio en la que además ejerció el cargo de director titular hasta su retiro.
Fueron muchas las promociones de alumnos que en sus 35 años de docencia pasaron por sus manos, así como amplio el cuerpo docente que trabajó a su lado. A todos ellos brindó no solo la instrucción, sino las pautas para desarrollar una actitud basada en el amor, el respeto, el compromiso, el crecimiento personal y la amistad.
Pasado el tiempo, y como fruto de tal labor, pudo recoger el cariño y reconocimiento de sus pares y ex alumnos devenidos en notables profesionales y maravillosas personas.
Junto a su esposa, Ofelia Marañón, formó una hermosa familia teniendo cuatro hijos que le brindaron numerosos y hermosos nietos con quienes vivió sus mejores momentos y quienes lo acompañaron en los más difíciles.
Amante de los deportes, ejercitó en su juventud el tiro deportivo y las bochas. El fútbol lo vivió como hincha fanático de Boca Juniors. Ultimamente disfrutó mucho del pool con amigos. Más su gran pasión de toda la vida fue la pesca, actividad que disfrutó en cada rincón de la Argentina y que supo transmitir a sus hijos y nietos.
A través de estas actividades y de sus viajes recorriendo el país que tanto admiraba, consolidó muchas y profundas amistades que lo colmaron de alegría? amigos que compartieron su entusiasmo y lo acompañaron hasta el final.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
MIGUEL ANGEL TASSI
El pasado jueves 22 de julio, a los 77 años, falleció Miguel Angel Tassi y sus seres queridos lo recuerda así:
?Alguien dijo que me fui del barrio? ¿pero cuándo??
Papi, abuelo, tío, Miguel, ?Morenito?, ?Miguelito?, ?Barullo? ?Loco?, Miguel
Angel Tassi, se quedó ?prendido? en las almas que lo conocieron de verdad.
Colaborador incondicional de programas radiales deportivos conducidos por Sergio Pinchenti, Juan Caseros, Víctor Hugo Morales entre otros y también en diarios locales, con el apodo de ?Mojarrita?, donde comentaba las actividades de la pesca en Tandil.
En el partido que jugó Santamarina con Patronato me pidió que le llevara personalmente una carta de aliento para que su ?Santa? lograra lo imposible. ?Que lo lea el locutor y después que se lo deje al técnico y a los jugadores?. ?Futbolero? de alma, pero descartando el fanatismo subjetivo por un pensamiento más reflexivo. Decía que ?el fútbol actual es un negocio, antes sí se transpiraba la camiseta..?
Pescador deportivo, en el buen sentido de la palabra, porque siempre respetó la naturaleza. Cuando sacaba ?piezas chicas? las devolvía al agua o renegaba cuando se enteraba que otros considerados ?pescadores? pescaban en épocas de veda. Fue colaborador guarda fauna. Formó parte pionera de la comisión directiva del ?Club de pesca Tandil? como secretario. ?¡Aquí vamos a hacer la sede, presidente!?, esa fue la decisión que empujó a todos los miembros del club a poner ?manos a la obra? y construir el gran sueño.
Trabajador sin descanso, a la mañana en su relojería de la calle Yrigoyen al 700, después Sarmiento al 400, luego del mediodía hasta la tarde, desempeñó funciones en ventanillas de ?Caja de ahorro y giros? en el Correo de nuestra ciudad.
Su fiel compañera esposa lo ayudó para que codo a codo construyeran la casita que compartiría con sus dos hijos. Sus interrogantes más profundos eran: ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Qué pasa después de la muerte? ¿Qué es la felicidad? , éstas y otras preguntas lo llevaron a tener un espíritu de búsqueda incesante, hasta encontrar respuestas prácticas en el budismo de Nichiren Daishonin.
Alentó y ayudó a muchas personas que estaban sufriendo problemas económicos, desarmonía familiar y de salud porque ?iluminar a otro es iluminarse a sí mismo? decía.
A los 77 años tuvo que enfrentar tres batallas : la vejez, la enfermedad y la muerte. Un dolor intenso en una de sus piernas lo llevó a tomar la valiente decisión de comenzar con radioterapia y quimioterapia. Fue el ?partido? más violento pero de ?igual a igual contra sí mismo?. Hubo que superar miedos, dudas y sufrimientos a cambio de su convicción: ?¡Avanzar siempre retroceder jamás!?
Así triunfó rotundamente sobre el dolor de su pierna. Su cuerpo debilitado y cansado por su lucha sin tregua se fue a descansar, a dormir un breve sueño. El creía en la eternidad de la vida, así que Miguel, los que te apreciamos y agradecemos desde los más profundo de nuestros corazones por todo lo que hiciste, no te decimos ?adiós?, te decimos ?hasta luego? ?nos vemos? , más rejuvenecidos, más descansados, en tu próxima existencia para volver a luchar por la felicidad de todos.
Su partida es lamentada profundamente por su esposa Angela Beatriz Núñez; sus hijos Walter Miguel Angel e Italo Heriberto; sus hijas políticas Miryam Beatriz Altamarino y María Eugenia Gómez; su madre Eusebia Carmelina Giganttini viuda de Tassi; sus hermanas políticas Hilda Rampoldi viuda de Núñez y Rosa Luján Núñez viuda de Marchioni; sus nietos Brian Jair, Alex, Valentino y Adriano; su tía María Alitta y Juanita Bertoló de Alitta; sobrinos, sobrinos políticos y demás familiares.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque El Paraíso.
JUANA CELIA GIL de DIAZ
A la edad de 73 años, el pasado jueves 22 de julio se apagó la vida de Juana Celia Gil de Díaz, y su nieto Raúl la recuerda así:
?Abuela:
Dejaste un profundo dolor y vacío…
También me dejaste los mejores recuerdos.
Me hubiese gustado disfrutarte mucho más, porque fuiste lo más importante que tuve.
Me mimaste, me cuidaste, me malcriaste, me quisiste como nadie.. y tuvimos muchos secretos juntos.
Te quiero mucho Abuela. También tus hijos Walter, Graciela, Beba y Betty; tus hijos políticos, tus nietos, tu hermano Omar y todos los que te querían, que eran muchos.
Con todo mi dolor, no conozco otra razón de amar, que amarte. ¡Descansa en paz!?.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
EULALIA FRANCISCA TREVIÑO de TORRISI
El pasado martes 27 de julio falleció Eulalia Francisca Treviño de Torrisi, que contaba con 97 años, dejando dolor entre sus familiares y amigos.
?Porota? había nacido en esta ciudad el 3 de diciembre de 1912; en su juventud contrajo matrimonio con Sebastián Torrisi, fruto de ese amor nació su hijo Miguel Angel, que junto a María Teresa Quaglia le dieron nueve nietos, a los que siguieron 14 bisnietos, quienes la rodearon de mucho afecto.
Su prima Fernanda Triviño y su cuñada Delia Agostini la recuerdan con cariño: ?Abuela: te recordaremos siempre ¡Que descanses en paz!?.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
LIONEL OMAR MOSSE
Tras soportar una prolongada y cruel dolencia, el pasado sábado 24 de julio dejó de existir en Azul, el presbítero Lionel Omar Mosse, un querido y respetado religioso que contaba con 85 años de edad.
El padre Mosse había nacido en Benito Juárez el 6 de junio de 1925; fue ordenado sacerdote en Azul el 12 de diciembre de 1948, cumpliendo una dilatada trayectoria como párroco de Benito Juárez, en la Iglesia Catedral de Azul y vicario general de la Diócesis.
Asimismo, desde marzo de 1982 hasta fines de 1989 se desempeñó como párroco del Santísimo Sacramento de esta ciudad y luego en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, tras el fallecimiento del padre Hugo Batelli; también suplía a muchos sacerdotes, tanto en esta ciudad como en Azul.
A raíz de su enfermedad y su avanzada edad, en los últimos dos años estuvo viviendo en el Obispado de Azul.
Sus restos fueron velados en la Iglesia Catedral de Azul y luego trasladados a Benito Juárez, donde tras una misa de cuerpo presente, fueron despedidos con emocionado discurso por su amigo Ricardo Bruno y recibieron cristiana sepultura.
HERMINIA MARIA MAGNINI
A la edad de 91 años, el pasado lunes 26 de julio se apagó la vida de Herminia María Magnini, causando dolor y angustia entre sus seres queridos.
Herminia había nacido en Italia y junto a sus padres, Luis Magnini y Rosa Massa, se instalaron en la localidad de Gonzales Chaves.
Formó una hermosa familia junto a sus dos hijos, María Eugenia y Luis Lázaro.
De a poco la familia se fue agrandando pudiendo disfrutar de sus dos nietos: Gabriel Edgardo y Nancy Viviana Zyska. La vida también le dio la oportunidad de poder disfrutar de sus cuatros bisnietos: Ryan Gabriel y Gabriela Grace Zyska y Emma Elizabeth y Sofía Marie Kurdyla.
Hoy su hermana Sara Magnini, sus hijos, nietos y bisnietos, sienten un profundo dolor por su partida y ruegan una oración por el eterno descanso de su alma.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
JULIANA CARMEN ALI de PRETTI
El pasado jueves 22 de julio nos dejó Juliana Carmen Alí de Pretti, tranquila, sin querer molestar, tal como fue su vida entera. Su corazón, debilitado, solamente dejó de latir y a sus 86 años recién cumplidos, finalmente se puso a descansar.
Dejó en este mundo su semilla, porque su bondad, inocencia y servicio, recayeron sobre sus hijos, nietos, bisnietos y todo aquel que la conoció y tuvo la dicha de disfrutarla en vida.
Juliana ha sido de esas personas que no pasan inadvertidas por este mundo ya que todo el que la conoció o compartió un momento con ella tendrá una anécdota, una imagen, una sonrisa que ella les regaló.
Fue de esas madres, abuelas o bisabuelas compinches, que malcrió a su antojo cuanta criatura pasó por sus manos. Fue de esas esposas que entregan todo en bienestar de su marido y la familia, de las que no preguntan si se necesita algo si no que dicen ?aquí estoy?. Todos te recordaremos con una sonrisa y alguno de tus dichos, por tu bondad inigualable y cariño infinito.
Juliana, gracias por haber estado siempre con nosotros. Llegó la hora del descanso al lado de tu amor de toda la vida. Que descanses en paz.
Sus exequias, previo velatorio, se efectuaron en el cementerio parque Pradera de Paz.
FRANCISCO DANIEL FERNANDEZ OCHOA
Con muestras de pesar fue recibida la noticia del fallecimiento de Francisco Daniel Fernández Ochoa, un querido y respetado hombre que contaba con 45 años de edad.
Francisco nació en esta ciudad el 17 de junio de 1965: cursando sus estudios en la Escuela Nro. 1; compartiendo sus juegos de travesura con Milonga, Pollo, Sergio y Raúl.
Ya adolescente, junto a su hermano Eduardo viajó a Río Gallegos, donde dedicó su actividad laboral a la pesca de altura; trabajo que luego desarrolló en Mar del Plata, desde 1987.
A fines de 1990 conoció a quien sería su esposa: Marcela, y fruto de ese amor en 1992 nació su hija Natalia Carla.
En 1996, la familia se radicó en esta ciudad, mientras él seguía navegando, para construir su casa en el barrio El Tropezón, al cual se dedicó para peticionar por los servicios.
?Decidiste subir al Cielo y desde allí cuidarnos; hoy te extrañaremos toda tu familia: mamá, Roberto, tu esposa Marcela y tu hija Nati: cuidaremos de todo lo que hiciste, tus plantas y tus ocho perros. ¡Te amaremos siempre!?.
MARIANGELA GIANI de DI BELLO
El pasado jueves 22 de julio se apagó la vida de Mariángela Giani de Di Bello. Para quienes tanto te amamos Mary, mamá, hermana, abuela, tía, prima, Mariángela, fue una fecha negra en el calendario, pues ese día dejamos de tenerte entre nosotros.
Privándonos de tu iluminada sonrisa, de tu bondadoso carácter, de tu simpatía y un sinfín de virtudes que tu hermosísima personalidad hizo alegrar nuestras vidas.
¡Que difícil es vivir ahora sin poder verte!, ¡sin poder oír tu voz!, ¡sin escucharte reír!, Ay Mamita querida, amada, esposa, hermanita, abuela, tía, prima, amiga, compañera, dejaste un vacío en nuestro corazón que con nada se llena.
Este angelito sin alas llegó a este país con apenas cuatro años, junto a sus padres: Antonio Giani y María Gallazzi, y a su hermano Piero; provenientes de Busto Arsizio (Milán?Italia). Y en esta tierra nacieron sus hermanas Graciela y Silvia, conformando los seis una preciosa y unida familia, dotada de amor y nobleza que jamás escatimó esfuerzos por salir adelante.
De esa forma, don Antonio logró tener su propia fábrica de fundición, denominada E.M.S.A., ubicada en Del Valle y Vicente López; mientras Marieta, así era el apodo de su madre, desempeñaba junto a sus tres hijas, las labores domésticas; salvo Piero, que como único hijo varón, desde chico trabajó con su padre, aprendiendo el oficio de fundidor.
Los años pasaron y el amor golpeó la puerta de la casa de Mary. Era Fiore Di Bello, otro italiano que había venido a la Argentina desde muy pequeño; luego de un noviazgo de cuatro años, contrajeron matrimonio en la parroquia Nuestra Señora de Begoña, en una ceremonia presidida por el padre Pasarelli.
Pasado poco más de un año llegó su primer retoño: Claudia, que luego siguieron Anselmo y Flavio. Los hijos se hicieron grandes y llegó Fiorella, hija de la única mujer.
La vida también la golpeó con la pérdida de sus padres y sus hermanos, que dejaron penas imborrables en su corazón. A pesar de ello, y de la nostalgia que le ocasionaba tener a sus hijos varones en otro país, ella conservó siempre su buen carácter, merced a lo cual tuvo innumerables amistades y el amor incondicional de todos quienes la conocieron.
Hacía siete años que la vida la castigó con una cruel enfermedad, pero ella le plantó batalla, como el más valiente de los guerreros, al tiempo que trabajaba ayudando a quienes lo necesitaban a través del grupo Apostar a la Vida.
Su muerte no borra en absoluto el legado de amor que ha dejado y desde lo alto del Cielo también cuidará de su bisnieto Mateo.
?Mami: con profunda tristeza, permanente recuerdo y constante dedicación, imploro al Señor te permita observarme y guiarme hasta nuestro definitivo reencuentro. ¡Te amo, no me dejes a la deriva!?.
ANIBAL ANTONIO MENDOZA
A la edad de 65 años, el pasado domingo 25 de julio falleció Aníbal Antonio Mendoza, dejando pesar y tristeza entre sus familiares y amistades.
Aníbal nació en Magdalena, un pueblito cercano a La Plata; luego su niñez transcurrió en Matienzo (Lobería); pasado los años se volvió a su tierra, donde tuvo a sus hijos; y finalmente, conoció a Rosa y se radicaron en Napaleofú, donde vivieron años hermosos.
?Nos queda un vacío enorme, con tantos recuerdos que nos hacen superar el dolor de no tenerte. Gracias esposo, padre, hermano, abuelo y bisabuelo por darnos toda tu vida. ¡Jamás te olvidaremos!.
(Rosa y tu familia).
JOSE LUIS ESPIE
El pasado martes 27 de julio se apagó la vida de José Luis Espie, nativo de Coronel Pringles, donde pasó toda su vida y desarrolló allí su actividad laboral en el Haras ?Coronel Pringles?.
Estaba casado con Graciela Beatriz Ortiz y era padre de siete hijos que supo educar y formar como personas de bien, quienes lo llenaron de cuidados y de amor hasta las últimas horas de su vida.
Desde el mes de noviembre sufrió una cruel enfermedad que lo obligó a radicarse en esta ciudad, con la que luchó enfrentándose a todos los tratamientos indicados, hasta que sus fuerza claudicaron.
Amado y cuidado por su esposa y sus hijos: Valeria, Fernando, Federico, Yamila, Nadia, Lourdes, su pequeña María José y su hermana Graciela, partió a la Casa del Padre rodeado de amor y acompañado permanentemente por esta familia que tanto amó y lo amará eternamente.
Gracias por tu ejemplo, por tu hombría de bien y tu bondad. Estarás eternamente con nosotros querido ?Galleguito?.
BRUNO FEDALTO
El pasado sábado 3 de julio falleció Bruno Fedalto. Estos últimos meses decía sentirse fatigado, cansado, sin el entusiasmo que lo caracterizaba. Tenía 83 años.
?Quico? Fedalto había nacido el 15 de abril de 1927 en Villa Regina (Río Negro), en el seno de una familia de inmigrantes llegados al valle desde Treviso (Italia). Eran épocas de mucho sacrificio y supo lo que era el trabajo desde temprana edad, aprendiendo el oficio de trabajar la madera. Parte de lo ganado lo volcaba a tomar clases de violín en General Roca y así abrazaría su gran pasión: la música clásica que lo acompañó hasta su último día.
Por problemas de salud, cuando tenía veinte años se vino a vivir a Tandil con su familia materna; sus primos Brugnera, Hermina, Norma, Hugo, pasaría a ocupar el lugar de sus tres hermanos que vivían tan lejos. Después llegó tío Alfredo Matías, su gran amigo que se adelantó a la Casa del Padre. Fueron todos compinches, cómo disfrutaban en las reuniones riéndose de sus salidas de pesca, de playas, de miles de anécdotas…
La bicicleta, un párrafo aparte, con ella hacía mandados, paseaba por todos lados, cómo se lamentó cuando por un problema de vértigo no pudo usarla más.
Trabajó en la carpintería de Petite, en Casa Alonso, y de allí se independizó poniendo su taller de marcos para cuadros, actividad que desarrolló a lo largo de su vida, alcanzando un importante reconocimiento de parte de su distinguida clientela en una época donde él enmarcaba, Daniel Porte hacía los mejores muebles (él le preparaba los cuberteros), Luis Cicopiedi con Santos Conforti los lustraban… todos compartían el trabajo y la amistad, era muy buenos amigos… eran verdaderos artesanos, Bruno trabajaba al milímetro, no importaba el tiempo que demoraba, importaba que esté bien terminado, era otra época. Muchos hogares e instituciones de la ciudad aún conservan sus obras.
Además empleaba sus conocimientos de dibujo y pintura, adquirido con los maestros Seritti y Valor en la Academia de Bellas Artes. Cómo le gustaba mostrar sus carbonillas. Asistió a la Escuela de Música con el maestro Isaías Orbe, compartía las clases de violín con Alitta y un gran maestro: Martillorca. También incursionó en la música popular, formando parte del conjunto de José Ferrer.
En su taller de la calle Yrigoyen no faltaba la buena música: Radio Nacional o Radio El Sodre de Montevideo, y así compartía con sus clientes charlas musicales, conciertos, relatos de viajes donde no podían faltar los museos y las grandes obras de arte universales.
La necesidad económica y el gran interés que demostraba hacía que supiera trabajar en carpintería, albañilería, pintura de obra, herrería (con los consejos de su amigo Robles), etcétera, siempre tenía una tarea para realizar, nunca le faltaban proyectos… enseguida organizaba un esquema, un plano… y no era ningún improvisado.
?De su unión con Amelia, nací yo: Graciela su única hija, me crié a su lado, en el taller, practicando operaciones matemáticas, aprendiendo poesías… cuando necesitaba algo dejaba todo y me atendía a mí. Fue un papá a tiempo completo, con sus consejos: no te compares con lo que tienen los demás, disfrutá de lo que vos tenés; controlá tus actitudes, que ellas no te controlen a vos; mirá el vaso medio lleno y no el medio vacío.
Y pasaron los años y llegó Jorge, con el cual tuvo siempre una excelente relación: suegro y yerno se apreciaban, se complementaban. Y llegaron Candela y Lucila, fueron sus grandes amores: las acunaba, los barquillos del desayuno, las idas a la placita de juegos, la clavada de clavos, los helados para refrescar el corazón, las idas al campo… jugaba con ellas como un chico más, fue un abuelo de tiempo completo, cuántos buenos recuerdos, qué felicidad tenía cuando Candela lo eligió para egresar, cuando Lucía lo eligió como su ídolo en el colegio… cuando le festejamos sus 80 años.
Las chicas crecieron y siempre supo buscar la forma de estar junto a ellas y sus amigos, Papá tenía esa virtud: estaba rodeado de gente de todas las edades, era amigo de sus sobrinas: cómo lo van a extrañar las dos Estelas, los domingos en casa de Any, era amigo de nuestros amigos: las idas a la quinta de Lichy y Carlos, las reuniones en ?el quincho de Bruno? con los chicos de veterinaria, con las amigas del colegio secundario… y Fortín, su fiel compañero, su collie, las charlas con Dix y el Mono…
Estos últimos años fueron para él una gran alegría asistir a los cursos para adultos mayores de la UNCPBA, pasó por los de computación, italiano, francés, estimulación de la memoria (fanático de crucigramas y sudokus), yoga y educación de la voz, curso en el cual dejaba volar el poeta y el romántico que había en él, con su recitados y poemas.
Es muy difícil terminar este escrito, papá estoy segura que se hubiese despedido de nosotros con alguna de las tantas oraciones y poemas que transcribía: ?he aprendido que lo que verdaderamente cuenta de la vida no son las cosas que tengo alrededor, sino las personas que me rodean?.
Y diría Arnaldo Pangrazzi ?consuélalo Señor con los buenos recuerdos que nos deja. Haz que pensemos que goza de la vida junto a ti. Nos ha dejado, nos ha precedido a tu casa, Padre.
Papá, abuelo, no te decimos ?hasta nunca?, te decimos ?hasta pronto?, te decimos adiós?.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios