Necrológicas
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LUCIA RACITI de CAPPANNARI
A los 84 años, tras una breve dolencia, el pasado miércoles 2 del corriente falleció Lucía Raciti de Cappannari, respetada y querida vecina del barrio Maggiori.
Lucía nació en La Plata el 8 de febrero de 1927; contrajo matrimonio en 1956 con Domingo Alejandro Cappannari (f), acompañándolo en su carrera militar en esta ciudad, radicándose en la casa Nº 17 del barrio de Suboficiales, donde nacieron sus tres hijos: Diana,
Gustavo y Juan Angel.
En 1969 con esfuerzo y sacrificios lograron su propiedad en el barrio Maggiori y en el ´70 quedó viuda con sus tres pequeños hijos. Con gran fortaleza sorteó todos los inconvenientes, recibiendo en apoyo de amigos y vecinos.
Lucía fue una gran persona que predicaba con el ejemplo, aconsejaba dar, aún en su propia necesidad, amante de sus flores y su quinta, las cuales cuidó hasta sus últimos días; además de excelente esposa, madre, abuela y amiga, siempre pendiente de las necesidades de la gente.
Sus hijos, nietos y bisnieta eran la luz de sus ojos, siempre decía la palabra justa en el momento indicado, Ejemplo de honradez y amor, como el que le brindaron sus hijos, nietos y su nuera Liliana, sus vecinos y amigos: Dora Cuevas, Ernestín Ramos, Yolanda Zárate y Mario Bertone, a quienes su familia agradece con todo el corazón, el apoyo, el cuidado y la contención brindada. Lucía se fue llena de amor “porque la siembra dio sus frutos”, según decía en sus últimos días.
“Lucy: estarás en el recuerdo y en el corazón de Diana, Gus, Juan Angel, Ale, Adri, Nahuel, Pablo, Lucio, Guille, Alfredo, Lili, Susana, Marcela y Clarita”.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
ISABEL ESTHER LAMAS
El pasado sábado 22 de octubre se apagó la vida de Isabel Esther Lamas, una querida mujer que contaba con 50 años de edad.
Isabel era nativa de esta ciudad, era viuda, una excelente ama de casa y madre de sus hijos: Ariel, Ana, Marcelo, Pablo, Petín y Gaby (f).
Su partida de este mundo, también es lamentada por sus padres Alberto Lamas y Josefa Rodríguez; su hermano Raúl Alberto; su cuñada María Galavert; su nuera Liliana Peralta; sus nietos Nicolás, Rocío, Kevin y Axel; sus tíos Rosa Rodríguez y Jorge Paz, al igual que sobrinos y demás familiares.
ALICIA ELVIRA BRIVIO
La mañana del pasado miércoles 9 del corriente, la ciudad se conmovió ante la infausta noticia del fallecimiento de Alicia Elvira Brivio, una querida luchadora de la política, defensora del campo y de la salud mental, que contaba con 85 años de edad.
“Tita” Brivio nació el 17 de diciembre de 1925 y hace casi dos meses había sufrido quemaduras en la cara, cuello y manos cuando se disponía a hacer tostadas y su deshabillé tomó fuego. Las primeras curaciones las recibió en el Hospital Municipal Ramón Santamarina, desde donde se decidió trasladarla al Hospital Alemán, el centro asistencial de mayor complejidad de Buenos Aires, donde falleció.
Muy jovencita se recibió de maestra en el Colegio Normal, en 1943, con el mejor promedio y medalla de oro.
Poco tiempo después se casó, se fue a vivir al campo y tuvo tres hijos. Después de tres años volvieron del campo, porque a su marido mucho no le gustaba vivir allí y fue entonces cuando comenzó a descubrir su pasión por la política.
Se relacionó con valores de la talla de Juan Carlos Pugliese y Juan Antonio Salceda, quienes la convencieron para que se afiliara al radicalismo y con sus 25 años fue la primera presidenta de la Comisión Femenina del Radicalismo.
Al dividirse el radicalismo, “Tita” continuó su militancia en la Unión Cívica Intransigente y en el año 1957 fue electa concejal, cargo en el que estuvo por dos años. En 1997 fue concejal por el Frente Justicialista hasta el año 2001, en pleno gobierno de Julio José Zanatelli.
Además de su vida política, era propietaria de un campo, por lo que organizó con otros productores y llevaron la luz al campo y así nació la empresa Cretal, de la cual fue tesorera en un principio y posteriormente presidenta.
También comenzó a participar de la Comisión de la Asociación para la Salud Mental, de la cual era presidenta. Ello fue motivado porque tenía un hijo con parálisis cerebral, del cual siempre estaba pendiente y que falleció hace poco tiempo.
Lamentablemente, dejó este mundo sin poder ver concretado el sueño por el que luchó durante tantos años: terminar el Centro de Día de Salud Mental.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
ISABEL RAQUEL OKADA
Tras soportar los procesos de una prolongada dolencia, el pasado lunes 31 de octubre partió hacia los Cielos, Isabel Raquel Okada, una querida mujer que contaba con 68 años de edad.
Isabel nació el 28 de noviembre de 1942 en Adrogué (prov. de Buenos Aires); en su adolescencia junto con sus padres y hermanos se radicaron en esta ciudad, donde culminó sus estudios secundarios en la entonces llamada Escuela Nacional de Comercio.
Tiempo después estuvo al frente de la tintorería ubicada en avenida Colón al 1300, donde supo conquistar la amistad de sus clientes, quienes hoy la recuerdan con mucho afecto y sienten su pérdida.
La vida no le dio hijos, pero sí muchos sobrinos y sobrinos nietos, para quienes tuvo una sonrisa y buenos consejos.
Su familia quiere agradecer el apoyo de todos los que acompañaron en tan tristes circunstancias: al doctor Germán Poiman, a la doctora Mariel Panozzi y a las enfermeras y mucamas del segundo piso de la Clínica Chacabuco.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
Dedicatoria:
“Querida tía Topo: gracias por tus consejos, por tus palabras de aliento para seguir adelante frente a las dificultades, por tu cariño y por cada sonrisa que siempre nos supiste brindar.
Gracias por haber sido nuestra segunda mamá. Siempre estarás presente en nuestros corazones”.
(Dani, Silvia, Claudio, Bernardo, Rodrigo, Luciano, Patricia, Cinthya, Romina, Nico, Sebastián y Pachu).
ROSARIO LAGONIGRO de ABAIT
A los 76 años de edad, el pasado domingo 6 del corriente, partió para reunirse con el Señor, Rosario Lagonigro de Abait, dejando tristeza y pesar entre sus familiares y amigos.
“Sarita” nació el 4 de marzo de 1935 en esta ciudad, muy jovencita, en 1953 egresó de la Escuela Normal Superior “Gral. José de San Martín”.
Fue una mujer que desde muy pequeña conoció el mayor dolor y sufrimiento que trae la vida, pese a la cual se repuso y pudo llenar de amor el hogar de don Juan y doña Margarita a quienes amó y cuidó hasta el final de sus días. Sacrificando su vocación como docente y sus propios proyectos.
Ejemplo de sacrificio, esfuerzo y valentía supo afrontar los golpes de la vida y amar al prójimo más que a sí misma, aún cuando intempestivamente pierda casi por completo la visión a los 20 años de edad.
Se casó en primeras nupcias con su única pareja, Alberto Abait, con quien tuvieron tres hijos: Daniel, Estela y Marcela; se abocó por completo a los quehaceres del hogar como un ama de casa ejemplar, incansable e inquieta, y por demás solidaria a pesar de sus dolencias.
Una enfermedad encubierta pero no diagnosticada fue la causa de una inesperada y rápida partida que en pocos días nos dejó un inmenso dolor para todos los allegados y en especial su esposo, hijos y nietos.
“Solo muere alguien cuando ya no lo recordamos y una persona tan especial nunca se olvidará… siempre estarás en nuestras mentes y en nuestro corazón todos los días de nuestras vidas. ¡Descansa en paz, viejita! Te amamos”.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque El Paraíso.
ELSA LUCIA GOICOCHEA de BUSCAGLIA
El pasado martes 1 del corriente dejó de existir Elsa Lucía Goicochea de Buscaglia, una querida y apreciada mujer que contaba con 74 años de edad.
Lucía nació el 26 de abril de 1937 en Cerro Leones; era hija de Zacarías y Rosa, conformando una familia con tres hermanos: Antonia (f), María del Carmen y Jorge.
Vivió su infancia y juventud en ese lugar, cursó sus estudios primarios en la Escuela Nº 4, y donde conoció a su compañero de toda la vida: Domingo Juan Buscaglia, se casaron el 11 de noviembre de 1956 y tuvieron dos hijos: Walter Daniel y María del Rosario; que después le dieron la alegría de disfrutar del cariño de sus cuatro nietos: María Guillermina, María Fernanda y Gonzalo Daniel Domínguez y Juan Ignacio Buscaglia. Sus últimos cinco meses se vieron iluminados por la presencia de su bisnieto Lautaro Domínguez.
En 1973 se afincaron en Irigoyen y Las Heras, donde atendían un comercio de despensa y fiambrería; en el ´78 se radicaron en Napaleofú realizando tareas rurales; en el ´80 y durante 14 años tuvieron a su cargo la sección tambo de la Escuela Agrotécnica Ramón Santamarina. El los ´90 volvieron a la ciudad, para instalarse en forma definitiva en lo que fue su último domicilio: Vivot al 1100.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
ANDRES CORREA
Cuando contaba con 76 años de edad, el pasado lunes 7 del corriente se produjo el fallecimiento de Andrés Correa, causando dolor y pesar entre sus familiares y amistades.
Andrés nació en Rauch el 16 de febrero de 1935; su juventud y hasta los 55 años vivió en Ayacucho, donde desempeñó su actividad laboral en el Instituto Geográfico Militar y luego, por espacio de 30 años en la firma Manaza Hermanos.
En el ´90 se radica en esta ciudad, donde fue tesorero del Partido Socialista entre los ´98 – 2002. Hacía diez años que estaba ciego – inválido.
Su partida es lamentada por su único hijo: César Correa; su nuera María Hebe Gatti y sus nietos: Braulio, Fanny y Lautaro Correa.
Sus exequias, previo velatorio, se efectuaron en el Cementerio Municipal.
FRANCISCO MARTOS
A la edad de 72 años, el pasado lunes 7 del corriente falleció Francisco Martos, causando dolor y angustia entre sus familiares y amistades-
Francisco nació en Lobería el 1 de agosto de 1939, de joven vivió en Napaleofú; desempeñando su actividad laboral en Rodríguez García durante muchos años, para luego ser empleado municipal hasta alcanzar su jubilación.
Fue una persona que se caracterizó por ser bondadoso, ayudaba a todo el que lo necesitaba. Sus seres queridos lo recordarán eternamente y lo llevarán por siempre en su corazón.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
ALICIA MABEL KIEFL de PUGNI
El pasado domingo 6 del corriente, tras soportar una prolongada dolencia se apagó la luz de Alicia Mabel Kiefl de Pugni, una querida y respetada mujer de sólo 56 años de edad, causando un inmenso dolor en sus familiares y amigos.
Mabel nació en esta ciudad, el 14 de noviembre de 1954, vivió dedicada a su madre Pilar Ruiz y sus tres hijos: Damián, Ezequiel y Erica.
Fue una luchadora incansable, al igual que su madre que hoy cuenta con 76 años de edad. Mabel fue una madre ejemplar, la vida le dio cinco nietos: Matías y Sofía Pugni, Agustina, Nicolás y Guadalupe Salla, a los cuales adoraba y cuidaba diariamente, siendo cómplice de sus travesuras.
Nunca bajó los brazos, inculcando a sus hijos políticos Natalia Gonnet y Maximiliano Salla, los mismos valores de unión familiar y lucha diaria como a sus propios hijos.
“Mabel: estás en nuestro corazón y los mejores recuerdos de vos como ser humano. Tu ángel nos guiará siempre”.
Como fuera su deseo, su velatorio fue en privado y previa cremación en parque Las Acacias, de Necochea, hoy descansa en el cementerio parque Pradera de Paz.
JOSE MARIA LOPEZ
Cuando contaba con 89 años, el pasado martes 8 del corriente falleció José María López, causando dolor y pesar entre sus familiares y amistades.
José María nació en 17 de enero de 1922 en esta ciudad; a los 25 años se casó con Anunciada Distéfano, compañera fiel e inseparable, con quien tuvo dos hijos: Elsa y José María, a los que les brindó todo su apoyo y cariño.
Siendo muy joven ingresó a trabajar en el ferrocarril, donde se desempeñó hasta llegar a maquinista. Su actividad lo llevó por distintos destinos en las provincias de Neuquén y La Pampa.
Asimismo, ocupó distintos cargos en el gremio de La Fraternidad, luchando siempre por los derechos de sus compañeros y defendiendo sus ideales.
Cuando llegó el momento de retirarse, no bajó los brazos y continuó trabajando por unos cuantos años en Librería Tandil. Su pasión eran el fútbol y la lectura, el club de sus amores Ferrocarril Sud.
Pasó sus últimos años acompañado de sus afectos, de su esposa, hijos y nietos, con los que compartía largas charlas y anécdotas de su juventud.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque El Paraíso.
Más de 143 años escribiendo la historia de Tandil
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