Oh Sarah! una interesante obra que refleja la vida de Sara Bernhardt
Oh Sarah! cuenta la vida de una actriz francesa de la época de 1845. Su directora, Gisela Barrionuevo, y su actor, Germán Poiman, dialogaron con El Eco de Tandil tras dos meses del estreno y sobre las repercusiones que todavía hoy día dejó la obra.
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– ¿De qué se trata la obra?
– Gisela Barrionuevo: La obra cuenta la vida de esta actriz que fue la única en su época que pudo componer personajes de hombre. Sara es soberbia y es maldad pero a la vez tiene encanto.
– Germán Poiman: Tiene una de esas personalidad que fascina. En su momento debe haber habido la misma cantidad de gente que la amaba y que la odiaba y creo que en eso me identifiqué en eso con el personaje ya que te amo, te odio o te amo y te odio con la misma intensidad.
– G.B: Sin embargo tratamos de destacar las virtudes porque no dejó de ser una mujer que, más allá de éxitos y otras cosas que vivió en su vida, llegó un momento donde estaba sola, vieja, tuvo un hijo que en realidad la vida misma lo fue alejando porque creó a una persona con excesos. Por lo tanto quedó sola en su mundo con polvo y lo único que le queda son los recuerdos. Es una obra diferente porque trata sobre una persona que existió, por lo tanto es difícil componer sobre un personaje real y que ya existió.
– ¿Cómo surgió la idea de hacer la obra?
– G.B: Es una obra que no surgió de la nada sino que iba a actuar yo y me iba a dirigir Rubén Maidana. Me conmovió mucho e investigué mucho con la idea de poder representar a esa actriz pero cuando comenzamos con los ensayos, yo tenía muchas ideas e información en la cabeza y estaba muy exigente. Ya tenía la visión de directora y no la de actriz así que decidimos que otra persona tenía que ser quien la interprete y yo dirigirla.
Así fue que en el desfile de “Modelos de Vida”, vi a Germán que estaba haciendo el cierre con una representación de “El Fantasma de la Opera” e inmediatamente me dije: es Sara. Entonces pensé que había que hacerle un tributo a Sara ya que de tantas veces que ella hizo personajes de hombre, por qué no que un hombre haga de Sara.
Realmente no le erré porque es fue mi primera experiencia como directora, salvando alguna muestra final de alumnos de teatro; pero no de una obra independiente que fuera íntegramente dirigida por mi y sin asistente.
– G.P: Así fue que me mandó un mensaje preguntándome si me gustaba la idea y ese mismo fin de semana nos juntamos a leer el libreto. Para mí era un desafío porque era la primera vez que iba a subirme a un escenario a actuar ya que una cosa es la conducción donde no tiene un guión y lo que sale es espontáneo. Muy distinto es subirse a un escenario con un texto, con el personaje de una mujer que fue un ícono de la historia del teatro, con características muy particulares. Cuando leí el libreto, me gustó y ahí comenzamos a trabajar durante cuatro meses.
– ¿Cómo fue el trabajo?
– G.P: Para mí fue una experiencia única desde el momento en que tenía que aceptar que alguien me estuviera dirigiendo, cosa que en mi vida lo había logrado. Por lo tanto tuve que ser permeable a todo lo que me iba pidiendo Gisela, pero tanto la composición del personaje, encontrar los tonos y los movimientos fue un descubrimiento que fuimos haciendo juntos. Fue un trabajo que me dejó muy contento.
– G.B: Uno se lanza con la ceguera del fanático porque no alcanza la información que uno tiene porque cuando estás ahí, estás desnudo. Pero hay un tinte o algo mágico que le agrega el actor y que por más que esté en la cabeza del director, se va transformando. Además es muy difícil sostener un unipersonal y de una hora quince.
– ¿Cómo fue pasar de ser actriz a colocarte en la figura de directora?
– G.B: Al principio fue difícil porque cuando yo quería que entendiera alguna idea que tenía, me paraba y lo hacía yo. Hasta que volvía a mi papel de directora y lo dejaba crear porque lo que yo tenía era una idea en la cabeza, pero él tiene otra historia de vida, otra corporalidad, otra forma de componer y finalmente el personaje lo tenía que componer él que es el actor. Así que luego fluyó muy bien.
– ¿Y las repercusiones?
– G.P: Apenas estrenamos tuvimos muy buenas repercusiones y a la gente le gustó muchísimo la obra. Sin embargo hoy día todavía me encuentro con personas que la vieron y me preguntan cuándo volvemos así como también con otros que se quedaron con las ganas. La verdad que el balance fue muy positivo y quedamos muy conformes con el resultado final.
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