Olavarría: entre rastrillajes y pedidos de juicio político al intendente Galli
El intendente de Olavarria, Ezequiel Galli, se reunió este mediodía con la plana mayor de su Gabinete y ante la totalidad del Concejo Deliberante, integrado por una abrumadora mayoría opositora que calcula por estas horas la relación costo/beneficio de iniciarle un juicio político por su responsabilidad en la tragedia y los desmanes que se provocaron el fin de semana en el recital del Indio Solari, que terminó con dos personas muertas y varios hospitalizados.
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La mayoría de los asistentes coincidieron en señalar a diferentes medios que Galli parecía “devastado” pero con aire como para intentar un contragolpe. Los concejales le pidieron documentación relacionada con la habilitación del predio y del vínculo que la Comuna asumió para con la productora, como paso previo para la interpelación a la que seguramente será sometido, de acuerdo al art. 108 inciso 7 de la Ley Orgánica de las Municipalidades.
Ante una consulta puntual respecto de si se sentía capacitado para continuar al frente de la comuna, Galli respondió “absolutamente”. Eso, sumado a los rumores en torno a pedidos de renuncia dentro del Gabinete, hablan de la intención del Intendente de resistir los embates opositores y de su propio espacio, que no dudó en responsabilizarlo por haber habilitado el predio y haber permitido que la función se lleve a cabo.
La carta que guarda bajo la manga sería la expulsión de Gobierno de Eduardo Simón, secretario de Seguridad, responsable de haber transportado gente en camiones volcadores, produciendo una imagen que se viralizó a la velocidad del rayo. Las renuncias, estiman en Olavarría, podrían darle el oxígeno que hoy necesita desesperadamente.
La convocatoria al Gabinete
En jaque, el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, convocó a su gabinete y a todos los concejales del distrito –oficialistas y opositores- a una reunión que se llevará a cabo este mediodía. Las especulaciones en torno al hecho van desde una jugada para “atornillarse” al sillón hasta una posible renuncia al cargo.
Ayer, el propio gobierno bonaerense lo dejó expuesto. En rueda de prensa, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, puso acento en la responsabilidad de la municipalidad frente a la organización. “Quien habilita es la intendencia”, dijo, y luego agregó: “La responsabilidad entre la intendencia y la productora es compartida”.
El ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre, también viajó a Olavarría ayer, pero sus acciones no trascendieron. Desde la oposición lo acusaron de buscar “comprar” a dos concejales peronistas para garantizarle un número que bloquee el juicio político.
Hasta ahora, Galli sólo atinó a responsabilizar a la productora del recital por la sobreventa de entradas, que, indicó, fue la causal del caos. “La habilitación de bomberos se hizo por los metros cuadrados, que son 155 mil metros cuadrados”, dijo, deslindando culpas, aunque admitió que habilitó la llegada de 200 mil personas.
La estrategia duró poco. A las horas de esa declaración se conoció otra, anterior, en la que, entre risas, admitía, en noviembre de 2016, que esperaba “mínimo 200 mil personas” y que en su gabinete especulaban con la llegada de hasta 350 mil, con lo cual la estrategia de victimización estalló por los aires.
Hoy se realizan nuevos rastrillajes en la ciudad, a partir de la sospecha de que podría haber más personas fallecidas tras el recital de Solari. Por ahora, hay confirmados dos muertos: Juan Francisco Bulacio, de 36 años, y Javier León, de 42. Hay, además, dos personas internadas que evolucionan favorablemente y 9 personas reportadas como desaparecidas.
Fuente. InfoCielo
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