Para Farah es ?muy difícil? calificar para poder acceder a los créditos blandos para las pymes

Desde esta semana, las pymes de todos los sectores con proyectos productivos podrán solicitar, en más de veinte bancos públicos y privados, préstamos blandos de dos nuevas líneas de crédito que cuentan con la tasa de interés bonificada por el Ministerio de Industria, que conduce Débora Giorgi. Los nuevos cupos de crédito, que ascienden a 300 millones, fueron licitados entre entidades financieras y dadoras de ?leasing? a mediados de diciembre pasado.
Algunos de los bancos que accedieron a los cupos de crédito, y en las cuales se puede tramitar una solicitud, son: Banco de la Nación Argentina, Provincia de Buenos Aires, Banco de La Pampa, Patagonia, Santander Río, Credicoop, Supervielle, HSBC Bank, BBVA Banco Francés, Galicia, Comafi, Santiago del Estero, Nuevo Banco de Santa Fe y Macro.
Según se informó desde el Ministerio, las líneas disponibles, destinadas a capital de trabajo e inversión productiva, pertenecen al Régimen de Bonificación de Tasas de la cartera industrial, que bonifica hasta 7 puntos porcentuales la tasa de interés a la cual se otorgan los préstamos. De esta manera, las pymes pueden acceder a financiamiento a tasas competitivas.

Recibí las noticias en tu email

Recibir newsletter

Plazos y
requisitos

Por su parte, Farah, presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Tandil (Apymet), se mostró cauto sobre el anuncio y cuestionó que ?los requisitos, las exigencias de los bancos y las condiciones de las pymes se pierden en el tiempo y solamente los utilizan aquellos a los que no les hace falta los fondos?.
Al respecto, el contador explicó que ?el Gobierno nacional subvenciona una parte de la tasa, subsidiada al 10 por ciento, y los bancos licitan a la menor tasa posible?, para mencionar seguidamente que ?ésta no es la primera línea que sale? destinada a las pequeñas y medianas empresas.
Luego, apuntó en primer término que ?hasta que esta línea esté disponible en los bancos y debidamente instrumentada, no van a pasar menos de 60 días?. Y en segundo lugar, que ?las calificaciones de las empresas o personas que quieran acceder a esa línea de créditos, que es para la compra de bienes o para capital de trabajo, tiene que hacerlo de acuerdo a lo que el sistema bancario tiene establecido?.
En consecuencia, evaluó que ?no es simple?, teniendo en cuenta las cuestiones referentes a ?deudas impositivas y provisionales, que hay que tener debidamente en orden, al igual que cualquier tipo de deuda con el sistema financiero?, dado que ?cualquier problema que tengas en el sistema, impide acceder a los créditos?.
Por otro lado, ?los montos de los que se hablan, para capital de trabajo, ascienden a 300 mil pesos, y en caso de adquisición de bienes y capital, a 500 mil pesos?. Farah destacó que ?los montos están bien en cuanto a si, patrimonialmente, las empresas o individuos califican como para poder acceder a esa suma?.
En definitiva, cuestionó que ?se tarda mucho en implementarlo y es muy difícil calificar justamente para poder acceder a cualquier tipo de monto?.

?Más políticos
que reales?

Sobre el anuncio, que realizó la ministra Giorgi el pasado miércoles, Farah manifestó: ?Siempre tengo una mirada pesimista con respecto a los créditos, que, en el 70 por ciento de los casos son más políticos que reales?.
Se mostró entonces ?un poco escéptico que esto llegue efectivamente a quien lo necesita porque los bancos te dan el dinero cuando podés demostrar que no te hace falta?.
A la empresa que ?puede demostrar que tiene un fluir de fondos lo suficientemente importante como para hacer frente a la cuota y un respaldo patrimonial importante, se le otorga los créditos?.
?Algunas podrán acceder, pero no me caben dudas que las que acceden son las que pueden sortear barreras: no estar mal ni en el sistema fiscal ni bancario; poder tener un flujo de fondos que sea respaldado por órdenes de compra concretas; y que tengan un respaldo patrimonial suficiente como para que cubra el sector en el cual está involucrado?, remarcó el contador.*