Para Loimar, las audiencias en La Plata son ?oficiosas?, y los despidos, por ?indisciplinas?
La empresa Loimar SA consideró que las audiencias conciliatorias en La Plata son gestiones ?oficiosas? del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires y fundamentó en ?indisciplinas? el despido de los trece trabajadores que se niega a reincorporar.
Así lo aseveró el apoderado legal de la firma, Raúl Pizarro Posse, que en declaraciones a este Diario le restó relevancia a las negociaciones que la patronal mantuvo en la capital bonaerense con los representantes de la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (Focra) y que el martes próximo, a las 11, tendrán un nuevo capítulo.
?Terminada la conciliación, nosotros hemos hecho un esfuerzo enorme en tratar de revertir la situación. Hemos sido citados por las máximas autoridades de La Plata con el mejor ánimo. Esto hay que destacarlo, porque es una concurrencia voluntaria no impuesta por la ley, ya que el pedido de conciliación obligatoria terminó. Acá hay un exceso de sensibilidad de todas las áreas, desde el Gobernador hacia abajo?, inició el letrado.
?En 27 años no pagamos un sueldo atrasado, siempre pagamos los aguinaldos, horas extras, categorías, adicionales de convenio y asignaciones familiares. Este es el primer conflicto y por algo será. A partir de ahora se oirán estas cosas, pero porque nunca nos pudieron reclamar nada?, se quejó.
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-¿Cuál es la lectura que hace Loimar SA del conflicto?
-Esto es una discusión entre dos sindicatos y la gente tiene todo el derecho de elegir. Lo que ocurre es que este tema lo tienen que dirimir por fuera de la fábrica. Nosotros no podemos opinar si nos gusta más Solma o Focra, la ley no nos lo permite. Y hasta hoy, nos impone que la representación es Solma. Si los trámites correspondientes se hacen efectivos, será el Ministerio de Trabajo quien nos dirá si debemos cambiar el interlocutor.
-Sin embargo, los trabajadores fundamentan los despidos en su decisión de cambiarse de gremio.
-Se alegan la representación de la gente, pero no son la mayoría. Tienen todo el derecho, pero lo tienen que discutir fuera de la fábrica. Hasta ahora, Loimar no los puede sentar a la mesa de negociación, porque incurriría en una práctica desleal, lo que Solma podría denunciar.
-…
-Además, ése es el argumento de ellos para meterse. Hay que recordar que no es el primer intento de Focra de desplazar a Solma. Y fuera de los ámbitos de la fábrica, no triunfaron. En los tribunales y en el Ministerio de Trabajo no lo lograron. ¿Por qué no les piden un recibo de sueldo de Loimar para saber cuánto gana la gente? Estando en Solma y trabajando en Loimar, ganan el 25 por ciento más que en otras fábricas similares.
-¿Entonces cómo sostiene la empresa el cesanteo de estos 13 trabajadores?
-Problemas disciplinarios. Hay que recordar que eran más de 50 los despedidos. Nosotros fuimos reviendo nuestra postura y regresamos unas 40 personas a la fábrica, no reingresamos una sola. Hubo 13 personas que se fueron de rosca. Además de patear y amenazar al señor (Juan) Loitegui, al ingeniero (Guillermo) Edo, son los más belicosos. Este fue el origen. Por algo revimos la situación de gente de muchos años que se acercó y pidió disculpas por lo sucedido.
-¿Usted da crédito de los incidentes?
-Quisimos entrar colectivos con la gente y nos lo prohibieron. Hubo empujones y trompadas. Por eso nosotros llamamos a la serenidad. Es un grupo minoritario que se arroga la representación de toda la fábrica.
-¿Es verdad que la empresa está dispuesta a reincorporar a algunos de los 13 trabajadores en cuestión?
-Es cierto. Estamos dispuestos a reincorporar un número, pero chico, mucho menos de la mitad. Esto fue rechazado por Focra, que se cierra en una posición irreductible que no ayuda a la negociación. Ahora hace dos semanas que no trabaja la gente. Hay una responsabilidad social que, me parece, algunos dirigentes no están asumiendo. Si no hay por parte de la dirigencia sindical algún tipo de flexibilidad, esto no tiene arreglo.
-La postura de los trabajadores parece intransigente, ¿la firma no piensa dar marcha atrás?
-Como decía un viejo sindicalista, ?para bailar el tango es necesario dos personas?. Pero ellos se han aferrado a una posición, sin ánimo de negociar. Así no es negociar, es imponer, y así no se llegará a ningún resultado positivo.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios