Poco para festejar
Miguel Angel Lunghi cambió la señorial Portada del Parque Independencia por un Cabildo de juguete. Lo hizo como parte de los festejos por el Bicentenario, y no se le movió un pelo a la hora de las críticas. Dijo, en pocas líneas, que el ploteado salió 22 mil pesos y es generador de ?alegría y reflexión?. Desafió, incluso: ?El día de mañana pueden votar a otro u otro color político si creen que estoy malgastando el dinero?.
El pediatra que trabaja de Intendente se mantuvo en sus trece, en insistir con aquello de la armonía que exhalan los parques y paseos remozados. Las objeciones, a estas alturas de su segundo mandato, y a estos niveles de popularidad, parecen tenerlo sin cuidado.
Sólo pone especial atención cuando parte de la ciudadanía ?en rigor bastante pequeña- le achaca lo de la carencia de viviendas o de previsión ante el déficit habitacional. Sostiene, entonces, que el acotado presupuesto no le permite encarar ese tipo de obras y vuelve sobre la necesidad de federalismo y autonomía.
Así está parado hoy el hombre que conduce a la ciudad en el Bicentenario de la patria. Sin estridencias, pero seguro del camino seguido y a seguir. Ese que se le allana a cada paso, más por impericia ajena que por virtudes propias.
Pero yendo específicamente al acontecer semanal, la gestión apenas debió enfrentar la audiencia conciliatoria con los ocupas del barrio Smata. El Ejecutivo ya había adelantado su posición y el jefe comunal solicitado a los afectados que regresaran a sus lugares de origen. Apoyo económico de por medio, logró que algunas familias siguieran su consejo, pero la mayoría quedó a expensas de la Justicia en el dilatado conflicto social.
Esta intervención generó recelo en otros sectores, como Mujeres sin Techo, por caso, bajo el argumento de que quien quiere acceder a una vivienda en forma pacífica y apelando a su castigado bolsillo, no tiene el trato preferencial de los descriptos líneas arriba.
En otro orden de cosas, Salud evalúa un plan de contingencia ante un eventual brote de Gripe A, y observa con preocupación el alto nivel de ocupación que para esta época tienen los hospitales.
Desarrollo Social, por su parte, se prepara para un invierno riguroso, en el que su auxilio seguramente no dará abasto para contener a cientos de familias sumidas en el olvido.
Algunos de estos son los ejes centrales que deben ocupar la agenda ejecutiva por estas horas. Más allá de la ?alegría y reflexión? que pueda aportar un Cabildo de juguete.
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