Por Malvinas, enviarán patrulleros oceánicos al Mar Argentino para ?mostrar presencia?
La ministra de Defensa, Nilda Garré, anunció ayer el envío de cuatro Patrulleros Oceánicos Multipropósito (POM) al Mar Argentino, a partir del año próximo, “para mostrar presencia y la voluntad del país de ejercer soberanía” sobre las Islas Malvinas, aunque sin ánimo beligerante.
Los patrulleros están siendo construidos dentro de un proyecto con Chile y el primero de ellos será puesto en operaciones el año próximo, precisó Garré en diálogo con un grupo reducido de medios y ante una pregunta de Noticias Argentinas.
“Ahora empieza la construcción de cuatro patrulleros oceánicos, para complementar la tarea que hace Prefectura hasta la milla 200 y de allí en más patrullar, que no es llevar tropas de guerra a la zona, pero sí mostrar una presencia del país y la voluntad de ejercer su soberanía en zonas que son propias”, sostuvo la ministra de Defensa.
En ese sentido, precisó que “estos patrulleros fueron un proyecto regional, el cual Brasil abandonó” pero que siguió adelante en conjunto con Chile.
“Son buques interoperables, prácticamente iguales a los de ellos y la idea era no demorar (su puesta en marcha). El año que viene va a estar el primer patrullero ejerciendo esta obligación que tiene la Armada”, precisó.
Garré se pronunció así ante una pregunta sobre la posibilidad de que se disponga una mayor presencia militar en la zona del Mar Argentino en el marco de los trabajos de exploración unilateral británica de petróleo en el archipiélago.
A propósito, la ministra también indicó que “la Fuerza Aérea tiene que hacer el control del espacio aéreo y la Armada ejercer el control del mar”, aunque aclaró que esto no implica de ninguna manera una ofensiva militar argentina.
Voceros del área de Defensa precisaron que esas patrullas multipropósito estarán destinadas principalmente al control de la navegación civil y no sólo al Atlántico Sur.
Los POM son barcos de diseño alemán, seleccionados por la Armada de Chile, que serán construidos en Astilleros Río Santiago, con una eslora de 80 metros y un desplazamiento de 1850 toneladas.
El Gobierno nacional dispuso hace tres meses restricciones a la navegación hacia las Malvinas por aguas del país en respuesta a esas tareas de prospección en el archipiélago.
Y consideró repetidamente que esa exploración es un “acto unilateral e ilegítimo” del Reino Unido “en materia de explotación hidrocarburífera en la plataforma continental”.
El último 21 de mayo, la gestión conservadora del recién asumido David Cameron presentó una queja formal ante la Embajada argentina en Londres contra estas acciones.
Tres días después, el jefe de Gabinete de la Cancillería, Alberto D´Alotto, transmitió a la embajadora británica en la Argentina, Shan Morgan, el rechazo a las quejas.
Sin embargo, el Gobierno de Cristina Kirchner siempre descartó la posibilidad de que estos cruces diplomáticos desemboquen en un enfrentamiento armado.
A principio de mayo, Jan Check, miembro del Gobierno de las Islas Malvinas, afirmó: “Contamos con una fuerza que es lo suficientemente grande para actuar como fuerza de disuasión”.
Enseguida, el vicecanciller, Victorio Taccetti, dijo que Argentina renunció “al uso de la fuerza” y que “seguirá con la misma política” diplomática desplegada hasta ahora de denunciar internacionalmente a Gran Bretaña por incumplir las resoluciones de la ONU. (NA)
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