Por media hora, delincuentes mantuvieron maniatados a dos hombres durante un atraco
El hecho tuvo lugar el lunes, cuando uno de los empleados, Marcelo Talamona, se disponía a retirarse a su domicilio, quedando en las oficinas el titular de la firma, Juan Beguiristain.
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Cuando se dirigía hacia la parte trasera de la propiedad, donde estaba estacionado su auto, fue sorprendido por dos personas, una con un arma blanca, y la otra con una escopeta recortada.
Una vez adentro, los damnificados fueron confinados a una habitación y atados con los cables de los teléfonos. Allí vivieron momentos de tensión mientras los intrusos, por momentos con violencia, registraban insistentemente el lugar en busca de grandes sumas de dinero, posiblemente producto de la recaudación de la jornada.
De acuerdo a lo informado, los asaltantes lograron llevarse alrededor de mil pesos y dos celulares, para luego darse a la fuga, a pie, según se sospecha.
Cuando el empleado logró liberarse, corrió hasta la estación de servicio ubicada a pocas cuadras, en la esquina de Actis y la colectora, y dio aviso a la policía a través del sistema de emergencias 101 Mejorado.
Rápidamente se hizo presente en el lugar personal de la comisaría Cuarta, que tomó contacto con los damnificados y a partir de los datos aportados iniciaron una intensa búsqueda por la zona.
Según la descripción, los asaltantes, de entre 20 y 30 años, actuaron con sus rostros parcialmente cubiertos y uno de ellos con una gorra.
El relato
Superado el difícil momento, Talamona dialogó con El Eco de Tandil y contó detalles sobre lo sucedido. “Hoy nos tocó a nosotros”, lamentó.
En primer lugar describió: “Alrededor de las 19.30, cuando salgo, me estaban esperando dos personas”, que estaban “escondidas” detrás del auto, en la oscuridad. “Uno estaba con una cuchilla y el otro con una escopeta recortada”, apuntó.
Allí comenzaron a exigirle la entrega de dinero. “Les di lo que tenía en el bolsillo”, pero, disconformes, buscaron aumentar el botín, por lo que “me llevaron para adentro de nuevo con la cuchilla en el cuello”.
Una vez dentro, uno abordó al titular del lugar que estaba en otro sector, mientras que el segundo delincuente se quedó con el empleado. “Me decía que les entregara la plata y después me llevaron con Juan. Arrancaron los cables de los teléfonos y nos ataron”, narró. En la oficina “nos hicieron arrodillar, con las manos para adelante, atadas”.
Si bien aseguró que “no estaban alterados, el miedo era la reacción que pudieran tener a cada cosa que uno les dijera”, analizó Talamona, quien citó fragmentos de los intercambios que mantuvo con los delincuentes mientras duró el atraco y recordó que en un momento recibió un golpe en la cabeza.
Calculó que el episodio duró “media hora por lo menos” y durante ese lapso “nos tiraron todo buscando plata”.
Después vino el silencio, que fue cuando aprovecharon para soltarse y dar aviso a la policía.
Un poco más tranquilos después de lo sucedido, las víctimas del violento asalto especularon que posiblemente los intrusos buscaban la recaudación del día, que podría estar en la oficina o dentro de los autos.
Se informó finalmente el inicio de actuaciones por “Robo agravado por el uso de arma”, con la intervención de la UFI 3 a cargo del doctor Gustavo Morey.
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