Por primera vez, un transexual recibió un DNI que reconoce la identidad de género
En un acto realizado en el Salón Cabezas de la Cámara de Diputados, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) le entregó hoy a Tania Luna su nuevo DNI, en un hecho considerado histórico por las organizaciones de lucha de derechos civiles.
Es que Tania, actriz de 27 años, se convirtió en la primera persona de América latina en conseguir un documento que reconoce su identidad de mujer, pese a haber nacido varón, sin haber sido obligada a someterse a una operación de reasignación sexual, de acuerdo con un fallo del 2008 del juez marplatense Pedro Hooft.
La actriz, que el 7 de este mes debutará en un espectáculo de revista junto a Reina Reech, consiguió ver plasmado en su documento el nombre con el que ella se rebautizó once años atrás.
“La mía es una situación de privilegio”, celebró Tania en el Congreso, donde agradeció a su familia y a las organizaciones que la ayudaron con su reclamo y defendió la sanción de una ley para que lo que ella logró vía judicial tenga alcance a todas las minorías sexuales, imposibilitadas de acceder a un abogado.
De la entrega del documento a Tania en el Congreso participaron hoy César Cigliutti, presidente de la CHA; Pedro Paradiso Sottile, coordinador del área jurídica de esa organización; el titular del Inadi, Claudio Morgado; la activista Claudia Puccini y Lohana Berkins, referente de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT).
“El DNI es la puerta de entrada a la ciudadanía, el reconocimiento a la elección sexual de cada uno y el acceso a planes sociales, de salud, al derecho a votar”, manifestó Morgado, quien destacó el rol del gobierno nacional de “proveer las herramientas para que (esos derechos) sean una realidad”.
Con la presentación del nuevo DNI, la comunidad homosexual y transexual dio una nueva muestra de apoyo al proyecto de ley presentado el mes pasado, que fija cuatro ejes para entender las identidades trans y evitar formas de reproducción normativa binarias (varón-mujer).
La iniciativa promueve: la despatologización (no considerar enfermedades a las identidades trans); la desjudicialización (que el trámite de reconocimiento sea administrativo ante el Registro Civil); la desestigmatización (incorpora la no discriminación); y la descriminalización de las identidades trans.
Hasta el 2008 la jurisprudencia argentina admitía sólo dos cuestiones: que los transexuales se realizaran cirugías “para adecuar su sexo externo a su sexo real” o que, ya sometidos a intervenciones quirúrgicas, adecuaran sus documentos a su identidad real”.
Eso cambió a partir de la presentación de Tania y del fallo del juez Hooft, quien argumentó que supeditar la sustitución del nombre a la previa realización de una intervención quirúrgica “implicaría una seria incongruencia” y una “visión reduccionista”.
El magistrado entendió que se equipararía “el sexo como género con sólo una de sus exteriorizaciones, por caso la presencia de órganos genitales externos masculinos, en desmedro de la identidad personal”.
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