Privaron de la libertad y asaltaron a una abuela a metros de la comisaría

En plena mañana de ayer, en la propiedad ubicada en la avenida Colón 1220, ocurrió un asalto que incluyó la privación de la libertad de dos mujeres. El hecho ocurrió cuando la dueña de la casa, identificada como María Constantino, envió a su empleada doméstica a realizar un mandado.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUn descuido de la empleada, dejando la puerta sin llave, les permitió a dos delincuentes ingresar al inmueble a robar, encontrándose con una mujer de 90 años, a la que pudieron controlar sin mayor oposición.
Los intrusos se desplazaron por toda la propiedad en busca de dinero y con total tranquilidad, pese a estar a escasos metros de la comisaría Segunda.
La situación se puso más tensa cuando la empleada regresó tras haber comprado pan y se encontró con los malvivientes dentro de la casa. Antes de poder dar aviso a la policía, la mujer fue atada con una bufanda y tras esta situación los ladrones se dieron a la fuga.
Aviso
La víctima pudo dar aviso a un vecino que algo le estaba ocurriendo, golpeando una pared lindera, mensaje que llegó a destino porque el hombre rápidamente se comunicó con la policía, quienes acudieron al lugar a asistir a las mujeres.
Por lo que se pudo conocer, los delincuentes se llevaron una suma de dinero que no fue precisada, además de la tranquilidad de la vecina quien ni siquiera viviendo casi al lado de una seccional puede estar tranquila.
“Todo sucedió en pocos minutos”
Un familiar de la damnificada contó que “por lo que me dijeron, la señora que cuida a mi abuela salió a hacer un mandado y fue en ese momento donde ingresaron. Dice que tenía puesto el pasador, pero la puerta es muy sensible así que es probable que no lo tuviera. Todo sucedió en pocos minutos”.
Señaló que “revolvieron bastante, había unos pesos y fue lo único que se llevaron. Cuando la empleada regresó, recibió un golpe en la cabeza y fue atada, en tanto que a mi abuela la trataron bien”.
En cuanto al botín, agregó que “se llevaron plata de un alquiler que había cobrado que era lo único que tenía”. Añadió que “eran chicos jóvenes que estaban con bufandas y gorra, sólo se les veían los ojos”.
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios