Proponen enseñar Reanimación Cardiopulmonar en las escuelas
A pesar que las emergencias cardiovasculares en los colegios primarios y secundarios del país es muy baja, enseñar Reanimación Cardiopulmonar a niños entre seis y doce años es muy importante, ya que estos son agentes de transformación de los adultos.
Según explicó a NA el cardiólogo, Diego Iglesias, “cuando un niño aprende algo nuevo en la escuela, lo comenta y lo amplifica en la familia”.
“La Reanimación Cardiopulmonar no se encuentra fuera de esto, y su aprendizaje impacta en ellos, tal como sucede con otras enseñanzas. Asimismo, cuando se introduce un tema como la RCP en la niñez, después es mucho más fácil re entrenar e ir incrementando progresivamente el nivel de conocimiento en la adolescencia y en la adultez”, señaló Iglesias.
En cuanto a la edad aconsejable para que los niños sean entrenados, el especialista sostuvo que “un buen momento es entre los seis y doce años, en la escuela primaria, y realizar un re entrenamiento en el secundario”.
Si bien la incidencia de emergencias cardiovasculares en los colegios, incluida la muerte súbita, es muy baja en los estudiantes -un episodio por 100 mil personas cada año-, esos números se cuadruplican en el personal de las escuelas.
Según explicó Iglesias que también es miembro de la Fundación Cardiológica Argentina, “es sumamente importante que estos sitios estén preparados para el manejo de este tipo de emergencias, incluyendo la enseñanza de primeros auxilios, RCP y uso de desfibriladores externos automáticos (DEAs)”.
Los programas de entrenamiento requieren videos y maniquíes: primero se entrena a los maestros y después ellos se transforman en los instructores de sus alumnos; la única dificultad que se plantea es a la hora de adquirir los DEAs ya que sus costos son elevados.
Desde 2007, la Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda que los colegios de Estados Unidos tengan planes de RCP y manejo del DEA.
Posteriormente, se aprobaron leyes que legislaron sobre la obligatoriedad de estos programas y desde la implementación masiva de este tipo de programas ya han salido reportes científicos que demuestran su utilidad, salvando vidas.
“Desde la Fundación Cardiológica Argentina trabajamos desde nuestros inicios para generar conciencia sobre este tema, impulsando que todos los lugares de gran circulación de personas, como puede ser un colegio, un club, un shopping, un estadio, cuenten con planes de acceso público a la desfibrilación”, contó Iglesias.
En nuestro país existen dos leyes en relación a este tema: la Ley de la Ciudad de Buenos Aires 4.077 que exige que “todos los lugares de concurrencia de público tengan capacitado a su personal en reanimación cardiopulmonar y cuenten con desfibriladores externos automáticos”; y la Ley Nacional 27.159 que exige la instalación de desfibriladores automáticos en espacios públicos y en aquellos lugares cerrados donde se concentren o circulen por día mil personas o más.
Si bien ambas leyes se encuentran aprobadas, no están reglamentadas aún pero se espera que en el transcurso de este año entren en vigencia. NA
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