¿Quiénes y qué perdimos?
Señor Director:
Anoche perdimos los que votamos a Cristina Fernandez de Kirchner, los que por convicción apoyamos su gobierno, entre otras cosas, porque aunque casi tengamos 50 años y hayamos militado desde el regreso de la democracia es la primera vez que asistimos a una experiencia política, que con errores, idas y vueltas, coloca sobre la mesa discusiones en las que siempre creímos, como la relación entre Democracia, Igualdad y Justicia social.
Perdimos los que creemos y siempre creímos que la democracia tiene que ser sinónimo de igualdad y de justicia social, perdimos los que creemos en que la única sociedad deseable es una sociedad integrada y perdimos aquellos que sabemos que esto sólo puede hacerlo el Estado cuando se decide a poner la acción política a favor de los que menos tienen.
Perdimos los que defendemos por convicción un gobierno, que concibe a la política con el pueblo en las calles, que no discrimina entre ciudadanos de primera y de segunda, que pretende direccionar políticas de Estado a favor de los que menos tienen; cuando en la Argentina, desde la dictadura y luego con el regreso de la democracia, los gobiernos siempre defendieron los intereses de los poderosos, por debilidad como en el caso de Alfonsin o por convicción como Menem, Duhalde y De la Rúa.
Perdimos además, los que trabajamos, los que vivimos de un sueldo y los que en un país brutalmente desigual por la sucesiva defección de los gobiernos neoliberales, fuimos perdiendo nuestros derechos legítimos, perdieron los que ni siquiera tienen un trabajo digno. En fin, perdieron los pobres.
¿Qué perdimos? perdimos valores colectivos, la noción de solidaridad social y justicia como sustento de la organización social, ganaron los individualistas y la derecha avara y oportunista.
Ganaron los que venían ganando desde la dictadura hasta el 2003 y juntaron detrás de sí a los que debían juntar, los que más tienen y los indiferentes de siempre que obviamente también están a la derecha, ellos lo festejaron porque ayer se avanzó en un modelo de sociedad donde los privilegios se entienden como mérito personal y la política como forma de legitimación de los privilegios. Los patrones y sus súbditos están contentos y eso me pone muy triste.
Sin embargo, hay algo bueno, no hay militares, ni estado de sitio ni casa en orden ni
corralito ni helicóptero, en algo avanzamos.
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Margarita Sgró
DNI 13320649
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