Rechazaron mundialmente la incineración de los residuos del relleno sanitario de Tandil
Organizaciones locales, nacionales e internacionales se alertaron ante las posibilidades de acciones que barajó el presidente de Usicom para que el basural local no colapse. Dijeron “no” a la incineración. Advirtieron que la combustión generaría residuos altamente tóxicos y gases de efecto invernadero, generando peligrosidad a los ciudadanos y el medioambiente.
La preocupación sobre la gestión de los residuos sólidos urbanos locales ha tomado dimensiones internacionales y desde asociaciones en contra de la incineración se hicieron eco de la saturación del relleno sanitario y sus posibles destinos.
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Desde la Alianza Global por Alternativas a la Incineración (GAIA) y la Coalición Ciudadana Antiincineración manifestaron preocupación extrema ante las opciones que dijo barajar el presidente de Usicom, Matias Civale, sobre las acciones en el relleno sanitario.
“Le decimos no a la incineración de residuos sólidos urbanos en Tandil”, exclamaron y la mencionada organización mundial se hizo eco del problema. Vale decir que GAIA es una coalición internacional integrada por más de 600 grupos y redes de 89 países, entre ellos la ONG Bios que tiene uno de sus Nodos en Tandil, que busca eliminar la incineración de residuos en todas sus formas y promover la producción limpia, la meta de Basura Cero y la justicia ambiental internacional.
Identificaron que desde hace muchos años que, tanto desde la Mesa Girsu (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) de Tandil como desde el Municipio, se viene advirtiendo del próximo colapso del relleno sanitario local. Sin embargo, lamentaron que recién ahora quienes lo gestionan hayan tomado notoriedad del asunto y pretendan buscar rápido una solución, porque no tiene más de un año de vida útil.
“Falsas” y “peligrosas” soluciones
“Manifestando tardía presión por el apuro, el presidente de Usicom respondió en los medios de comunicación que estaban planteando valorizar los residuos con cualquier tecnología: biogás, gas líquido para camiones recolectores, pirolisis, arco de plasma”, parafrasearon, trayendo a colación una nota que le realizó este Diario los últimos días de marzo.
Además, replicaron que Civale se manifestó expresamente en contra de la separación en origen con recolección diferenciada, argumentando que aumenta los costos de modo tal, que sería inviable.
“El arco de plasma, la pirólisis, la incineración con o sin lecho fluido, son diferentes formas de abordar la destrucción térmica, todas igualmente contaminantes, que las empresas promueven para vender sus equipos, seduciendo a funcionarios que, desde su ingenuidad, creen en los argumentos de los vendedores”, analizaron.
Más profundamente, explicaron que la combustión es una aparente solución de “final de tubería” ligada a problemas ambientales, sociales y de salud, que no enfrenta el problema en su origen y plantea falsas soluciones rápidas, que profundizan el problema.
A través de un comunicado conjunto logrado desde ambas coaliciones, aseveraron que la incineración es la tecnología más cara a la hora de gestionar los residuos, y genera residuos peligrosos en la forma de cenizas altamente tóxicas y emite no solo químicos tóxicos, sino también gases de efecto invernadero.
Por por lo cual sostuvieron que si un Municipio ha asumido compromisos para mitigar el cambio climático, al instalar un incinerador “hace todo lo contrario”. “Estudios de la Fundación Ellen McArthur (una Asociación Civil sin fines de lucro del Reino Unido especializada en plásticos y medio ambiente, que coopera con Argentina para el desarrollo de legislaciones sustentables) indican que si nos enfocamos en cómo extraemos, usamos y desechamos las cosas se podrá disminuir la emisión total hasta un 45 por ciento”, respaldaron.
“Perder el derecho a respirar aire limpio”
Año a año se actualiza la información científica sobre el impacto ambiental y a la salud que generan estas fuentes de dioxinas y furanos. Numerosos estudios en países del primer mundo, revelan esos tóxicos en huevos, vegetales y vacas lecheras en las cercanías de esos sistemas de incineración.
Recordaron que los incineradores están reconocidos como contaminantes en el Convenio de Estocolmo, del cual Argentina es signataria y está por ello obligada a no agregar fuentes de estas sustancias cancerígenas. Además, no son los únicos tóxicos emitidos en el proceso de quemar residuos, ya que estarán también los metales pesados como plomo y mercurio, clorados como el PCB (bifenilo policlorado), HCB (hexaclorobenceno), material particulado, nanopartículas, y olores por añadidura. “La comunidad va a perder el derecho a respirar aire limpio”, alertaron.
Las” inevitables cenizas”, que pueden llegar a ser el 30 por ciento del peso del material combustionado, son residuos peligrosos, de composición incierta al depender de la constitución de los residuos incinerados y otros factores muy variables, que “por ley deben tener una disposición final específica”.
Por otro lado, también hicieron hincapié en que gran parte de los residuos incinerados están fabricados con recursos no renovables, como el petróleo, el carbón, los metales. La ignición destruye todo eso y obliga a obtener nuevos insumos para hacer nuevos productos, repitiendo “la nefasta espiral del usar, tirar y quemar y contraviniendo el espíritu de la llamada ‘economía circular’”.
“Hay numerosas razones para descartar la incineración”
Más allá de los peligros que ocasionaría el sistema de combustión y todo lo dicho al respecto, desde GAIA, Bios y la Coalición Ciudadana Antiincineración pusieron el foco en otras consideraciones, como consecuencias indirectas.
La instalación de “cualquier proceso” vinculado a la denominada valoración térmica que no sea la producción anaeróbica de biogás, requiere de la quema de todos los materiales reciclables como papel, cartón y plásticos buscando el mayor rendimiento energético, lo que “dejará sin recursos a los recuperadores urbanos”.
Vale mencionar que estas familias que trabajan en la economía popular de Tandil recuperan alrededor de 70 toneladas mensuales de materiales reciclables, que envían a la industria permitiendo su reutilización y generando un circuito óptimo tanto para la ciudad, como para el medioambiente.
Desde las asociaciones plantearon que el camino “acertado desde todo punto de vista” para la gestión municipal, es la promoción de los principios de basura cero, con especial énfasis en el compostaje domiciliario (cerca del 45 por ciento en peso de todos los residuos generados en el hogar), una fracción importante y clave sobre la que ya están trabajando muchos estados, con gran participación de la comunidad, “y resonantes éxitos”.
“Cuando la comunidad participa, los resultados suelen ser excelentes, sostenibles en el tiempo y resultan en grandes ahorros para los gobiernos locales”, reflexionaron.
La reciente investigación de la Alianza Global por Alternativas a la Incineración demuestra que la gestión basura cero no solo minimiza los daños ambientales sino que su costo es significativamente menor que el de los sistemas que entierran o queman residuos.
“En este momento de crisis económica por el que atraviesa nuestro país es importante agregar que, en cuanto a empleos, el estudio señala que herramientas de basura cero generan, en el caso de la reparación más de 200 veces de puestos de trabajo que los rellenos sanitarios e incineradores; en el del reciclaje más de 50 veces y en el de la remanufactura casi 30 veces más de puestos de trabajo”, puntalizaron.
Dejaron, entonces, a las claras que hay numerosas razones para descartar la incineración por ser una falsa solución, y un camino negativo para la salud humana y para el ambiente.