Se archivó la causa que puso en jaque el accionar policial
Más precisamente se los acusaba de haber participado de un presunto abuso contra una joven en plena vía pública, a la salida de un boliche bailable. La denuncia que oportunamente este Diario informó con la prudencia del caso, llegó a su final, ante la falta de elementos probatorios que acreditasen los dichos primeros de los protagonistas, quienes, incluso, desestimaron seguir con la pesquisa.
El caso en cuestión, más allá del hermetismo con que se trabajó, sirvió para generar una delicada situación para policías varios. Incluso era un secreto a voces que para muchos el sorpresivo traslado -alejamiento- de Tifner al frente de la Departamental pudo haber tenido que ver con semejante denuncia, con el aditamento que detrás de los jóvenes involucrados en la situación se sumaron dirigentes políticos vinculados a la Casa Rosada que posaron su mirada en los pasos del caso, avalando sin más los dichos de los jóvenes que también se los identifica dentro de la agrupación política.
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En efecto, el caso se remonta a mediados de enero, cuando se informó que la Unidad Funcional 3 investigaba un controvertido episodio que fue denunciado durante el fin de semana, cuando una joven fue hallada semidesnuda en la vía pública, presuntamente inconsciente, por lo que sus familiares realizaron una denuncia en la Comisaría de la Mujer.
Tras la denuncia, desfilaron por la sede judicial uniformados que esa madrugada habían intervenido en una reyerta que la chica había protagonizado con su novio.
El controvertido caso ocurrió en la madrugada del sábado, más precisamente alrededor de las 6 del domingo, a la salida del bailable Sol Tropical, cuando efectivos policiales fueron alertados por vecinos sobre una violenta pelea que una pareja estaba protagonizando en plena vía pública.
Una vez arribados al lugar, los policías intervinieron en la disputa de la pareja y demoraron por una contravención al joven, quien presentaría signos de estar alcoholizado.
Según lo que constaba hasta ese momento en la pesquisa, la joven en tanto se quedó en lugar, a pesar de que incluso se le ofreció un remís para ser trasladada a su casa -según lo dicho por los policías-, cosa a la que se negó. Pero más tarde (unas tres horas aproximadamente) apareció tirada, semi consciente, sin sus pantalones puestos, por calle Lunghi, en las puertas de una maderera.
El llamativo hallazgo habría despertado la preocupación de los familiares de la joven, quienes sospechaban sobre la posibilidad de que la chica, en medio de su estado de inconsciencia (también habría ingerido profusa cantidad de alcohol) pudiera haber sido ultrajada.
Frente a semejante denuncia, se practicaron medidas judiciales de rigor, como los respectivos análisis ginecológicos sobre la joven que estuvo internada en el Hospital y que no recordaba nada de lo sucedido, según las primeras declaraciones frente a los actores judiciales que intervinieron.
Según este Diario pudo acceder al expediente, la causa se había iniciado al haberse constatado que una joven de 19 años se hallaba a las 10 en la vía pública, dormida y semi desnuda (los pantalones a su lado y ropa interior colocada), quien posteriormente dijo no recordar las circunstancias que la llevaron a esa situación en virtud de su estado de ebriedad, aludiendo sólo haber concurrido a un local bailable y haberse retirado del mismo en horas de la madrugada junto a su ex pareja.
En otro párrafo de la causa se subraya que pudo conocerse que entre ambos existió una discusión con eventuales golpes propinados por el joven a su pareja, en la zona aledaña y en horas tempranas, lo que motivó la intervención de funcionarios policiales, dándose inicio a la pesquisa.
Así, tanto el joven ex pareja de la mujer como también el hermano de ésta adujeron que había sido víctima de abuso por parte del personal policial.
Pero transcurridos los meses de investigación, con toma de testimoniales y peritajes, luego de llevadas a cabo diversas medidas de prueba, el fiscal concluyó en que no se ha podido corroborar dicha hipótesis.
Para ello el fiscal tuvo en cuenta distintas circunstancias, por caso que el joven, resistente a la actividad policial al tiempo de la intervención y con actitud agresiva en esos momentos, se habría expresado en la seccional policial con temor a que la familia de su novia tomara conocimiento de lo sucedido.
En su declaración reconoce haber estado bajo los efectos del alcohol y expresó que la sospecha del abuso se produjo en un mensaje de la ex novia en el que le había expresado que se sentía como que hubiera sido manoseada.
En otro aspecto, descartó relaciones sexuales al menos desde el miércoles anterior a esa fecha (3 ó 4 días previos).
Por otro lado pudo corroborarse la real existencia del conflicto entre la pareja en momentos previos a que los funcionarios policiales tomaran intervención, lo que habría llevado a la advertencia a la autoridad desde diversas fuentes.
Pudo acreditarse que el personal policial detuvo un remís solicitando un viaje, tal lo mencionaran en sus declaraciones y en consonancia con la voluntad que expresaba la joven.
A propósito de la chica, se añadió que no pudo agregar datos de lo sucedido a pesar del paso del tiempo y aclarando las expresiones de su novio que llevaran al inicio de la investigación, manifestó que sintió temor de haber sido violada al verse en ropa interior, circunstancia que con el resultado del peritaje de ADN se ha descartado, aunado a su voluntad de no continuar con el trámite de la causa.
Así, el fiscal concluyó en que no existieron elementos que ameriten mínimamente tener por acreditada la comisión de delito alguno contra la joven, y en vistas a que la imputación inicial de los allegados a la persona mencionada giró en torno a la actividad del personal policial, correspondió elevar a consideración del fiscal general el pase a archivo del expediente, trámite que se realizó y el mismo doctor Eduardo Serradel dio por caso cerrado.
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