Se incendió una vivienda del barrio Smata y los ocupantes volvieron a pedir los servicios
Cerca de las 4.30 de ayer, se cumplió otro capítulo en el conflicto por las viviendas del barrio Smata, que fue tomado por unas cincuenta familias a fines del año pasado.
Un incendio, iniciado en un dormitorio, disparó nuevos reclamos al Municipio por la habilitación del servicio de energía eléctrica. Además, los ocupantes manifestaron que la policía no quiso ingresar al barrio cuando comenzó el fuego.
Desde que la Usina solicitó a la Justicia una guardia permanente para evitar conexiones clandestinas, los ocupantes del barrio viven sin electricidad y recurren a las velas para tener luz durante la noche.
Paula Aranda, que habita la casa 3 de Smata, relató que ?estábamos durmiendo y, de repente, se habrá caído una vela, no sé bien, que mi hija dejó prendida y se empezó a incendiar todo. No sé cómo agarré fuerzas, la saqué a mi hija más chiquita, tengo mi hija que está embarazada?.
La familia afectada por el fuego está compuesta por Paula Aranda, su esposo, y sus cuatro hijos de 16 (la joven que está embarazada de 6 meses y medio), 14, 12 y 7 años.
El siniestro se inició en una habitación y se expandió por el pasillo hasta el resto de los ambientes. En ese cuarto estaban durmiendo los cuatro hijos de Paula Aranda, que alcanzaron a salir de milagro, porque podría haber sido una tragedia.
Recibí las noticias en tu email
Rápida reacción
Una de las hijas, de 12 años, se despertó y llamó a la madre. Desnuda, fue a pedir auxilio a los vecinos, que estaban participando de una reunión por un cumpleaños, y enseguida corrieron en su ayuda.
Fue Marcelo Guerasar quien ingresó a la vivienda en llamas y sacó la garrafa para que no explotara. Ayer, el joven lamentaba no haber podido salvar la documentación de los chicos y algunos otros objetos. Todavía con tos, contó que fue trasladado al Hospital por sufrir los efectos del humo.
?Fue la nena a avisar y salimos todos corriendo. Lo primero que saqué fue la ventana, se la arranqué?, contó Guerasar. ?Me metí y empecé a sacar las cosas, la máquina (de cortar césped) que tenía nafta, todo lo que era inflamable?, indicó.
?No encontraba la garrafa, tuvimos que abrir la otra puerta, me metí, manoteé la garrafa y tiré todo para afuera, con la cocina y todo la arranqué. Lo único que buscaba eran los documentos, porque la señora decía que los había perdido?, relató.
La intoxicación por el humo lo condujo al Hospital, en una ambulancia. Estuvo en la guardia unos treinta minutos, donde le dijeron que hoy seguiría respirando con dificultad hasta tanto se recuperen las vías respiratorias y le dieron recomendaciones para superar el cuadro.
Hasta el lugar llegaron dos autobombas del Cuartel Central de Bomberos, que en minutos controlaron las llamas y realizaron las tareas de enfriamiento.
La luz, el
reclamo
?Esto pasa porque no tenemos luz, no nos quieren dar la luz?, indicó Paula Aranda, apoyada por un grupo de quince vecinos que la ayudaba a acondicionar la casa 4 para que la familia pudiera pasar la noche.
Los ocupantes del Smata señalaron como antecedente otro incendio en una habitación y diversos accidentes causados por la utilización de velas, sobre todo, ante la manipulación de los elementos candentes que deben hacer los niños cuando oscurece.
?Perdí todo?
?Me quedé sin nada, perdí todo, hasta la documentación de mis hijos, las partidas de nacimiento, todo. No pude recuperar nada?, lamentó ayer Paula Aranda.
Los daños fueron casi totales y ardió la totalidad de la ropa, zapatillas, las camas, colchones, frazadas, documentos, un televisor, la computadora con la impresora y todos los muebles. ?No tengo nada?, resumió la mujer.
?El susto fue impresionante. Nunca pensé que me iba a pasar esto. Incluso, soy cuidadosa con las velas, pero no sé, pasó. Y ahora me quedé sin nada, nos vestimos con la ropa que los vecinos nos prestaron. A mi hija, la más chica, la saqué prácticamente desnuda, descalza?, relató.
Paula Aranda cobra la Asignación Universal por hijo y su marido se dedica a cortar el pasto y mantenimiento de parques. ?Vivimos de eso?, dijo. Al no llegar a pagar el alquiler, hace cuatro meses se instalaron en el barrio Smata.
Luego del incendio, ayer los vecinos trabajaban para cerrar la casa lindera, que fue desocupada por otra familia que se había instalado en el barrio y que arregló una salida con el Municipio.
?Lamentablemente, no tiene a dónde irse, entonces vamos a cerrarla para que pueda ubicarse?, comentó una vecina. Agregó que la Municipalidad había cerrado con madera la casa, pero la robaron y otra vez quedó abierta.
También pidieron a la comunidad donaciones para ayudar a la familia damnificada. ?La gente no quiere entrar (al barrio), pero acá no pasa nada, que vengan tranquilos?, manifestaron e indicaron que Paula Aranda permanecerá en la casa 4, sita en la primera calle de acceso al barrio Smata.
Quedan 30
familias
En este momento, de las 50 familias que tomaron el barrio quedan 30 ocupando las viviendas. Diez se fueron por su voluntad y otras 10 acordaron con la comuna, que les pagará un alquiler por 18 meses.
Los ocupas que se mantienen en las casas exigen a la Municipalidad terrenos para dejarlas. ?Si aceptamos el alquiler, en un año y medio estamos en la misma?, argumentó una mujer.
Por otro lado, un hombre dijo: ?Sabemos que la Municipalidad tiene terrenos, como las 12 hectáreas en Cerro Leones que fueron sembradas con soja, ¿por qué no nos dan un lugar??.*
Este contenido no está abierto a comentarios