Sentenciaron a 10 años de prisión a uno de los autores de violento asalto a una familia

En un reciente fallo del Tribunal Criminal 1, el juez Pablo Galli se expidió sobre el acuerdo arribado entre el ministerio público y defensa a través de un juicio abreviado, por el cual se condenó al “Gringo” Mendoza por el asalto perpetrado en enero de 2010 a una familia de calle Brandsen al 200.

Bajo la carátula de “Robo agravado por el uso de arma en concurso ideal con privación ilegal de la libertad agravada”, se condenó a Roberto Carlos Mendoza, alias “Gringo”,  a la pena única de 10 años y cuatro meses prisión.

Según el fallo del magistrado, en atención a la comunidad probatoria existente quedó debidamente demostrado que el 26 de enero de 2010, siendo aproximadamente las 22.45, dos sujetos ingresaron a través de la ventana del frente del domicilio sito en calle Brandsen 270, y portando armas de fuego tipo revólver en sus manos intimidaron apuntando con las mismas a los moradores, identificados como Jorge Antonio Zurzolo, su esposa Virginia García y a sus tres hijos menores de edad.

También se acreditó que uno de ellos golpeó con la culata del arma en reiteradas oportunidades, en la cabeza y otras partes del cuerpo, a Virginia García, a fin de evitar que ésta se resistiera al asalto, produciéndole diversas lesiones. 

Reducidas las víctimas, los mantuvieron acostados en el piso de la cocina mientras se apoderaban de diversos objetos de valor. Finalmente, los condujeron a uno de los baños del domicilio, lugar donde los mantuvieron encerrados previo quitar el picaporte de la puerta, circunstancia aprovechada para apoderarse ilegítimamente de elementos varios: tres teléfonos celulares; una llave de automotor; una consola de juego Play Station II; un CD de juego de tenis; un DVD; un collar de perlas grandes; licencia de conducir a nombre de la mujer y 50 pesos en efectivo, con los que se retiraron del lugar luego de aproximadamente media hora.

Pasado ese tiempo y no escuchándose ruidos de los asaltantes, la dueña de casa salió por la ventana del ante baño y liberó al resto de su familia.

 

Autoría y responsabilidad

 

 

A la hora de detallar los elementos de prueba que hicieron a la convicción del juez, se aludió al testimonio directo e incriminante del matrimonio, quien tras detallar las circunstancias del hecho sufrido reconoció en rueda de personas a Mendoza como uno de los violentos delincuentes que asaltó su casa.

Fortaleció esos testimonios, la circunstancia probada de que Roberto Carlos Mendoza tenga dificultades al hablar, conforme lo expuesto por el actuario y lo reconociera el propio Mendoza en su declaración, al referir que “posee tartamudez y dificulta al hablar en virtud de encontrarse nervioso, situación que se agrava cuando está en ese estado…”.

Como otro elemento incriminante, el juez puntualizó el hecho de que Mendoza se ausentó de su domicilio posterior al día el hecho, puesto que no se encontraba al momento de practicarse el allanamiento del día 28 de enero de ese año, pese a encontrarse excarcelado con obligación de presentación semanal ante este mismo Tribunal. 

Galli valoró como potenciador de la pena a imponer el haber delinquido Mendoza estando sometido a proceso por cuanto esta circunstancia demuestra que, aún sabiendo las posibles consecuencias que implicaba la persecución penal sobre su persona y por lo tanto, a partir de esta situación, tenía una mayor advertencia con respecto a otros ciudadanos sobre las responsabilidades que comporta la violación de la ley penal, no obstante igualmente delinquió, es decir que no operaron los frenos inhibitorios que aquella situación debió imponerle, y por ende se desprende una mayor peligrosidad evidenciada por el imputado.*