Siempre vigente, la sala Mercedes Santamarina constituye un legado patrimonial para el Museo
Que podemos encontrar
Obras de artes, como pinturas y objetos de diferentes épocas históricas conforman la colección donada por Mercedes. El espectador solo puede sentir asombro y admiración al ver por ejemplo “El Ahumador”, que representa a un cupido dorado sentado sobre un almohadón, calentándose frente a una antorcha encendida. Es de mármol y bronce dorado. En esta pieza es posible apreciar los cambios estilísticos de la corte francesa a lo largo del siglo XVIII, que se correspondieron a su vez con transformaciones políticas y socio-culturales. Fue adquirida por Mercedes en Foulkes, París en Julio de 1926. O también, la “Cabeza de gato Diosa Bastet”, una representación de Bastet, Diosa de la alegría, la música, la danza, de la fertilidad y protectora de la mujer y el niño. El gato también personificaba a Ra, el Dios del Sol. Es una fundición en bronce con base de mármol de la época de Saíta (Dinastía XXVI). Esta pieza se la obsequió a Mercedes el Sr. Andrés Schoeller en París.
Conocer los objetos de arte implica adentrarnos en el entorno de Mercedes y en la época social a la que perteneció. Josefina Irurzun comenta que “la formación de su patrimonio lo fue adquiriendo en sus viajes a Francia. En 1946, Mercedes realizó una exposición y venta en Buenos Aires, en el Hotel de Ventas “Ungaro y Barbará”. El catálogo de esta exposición describe 283 piezas de arte: acuarelas; dibujos; óleos; esculturas; objetos de arte; porcelanas; piedras duras de la China; muebles firmados; muebles modernos; y objetos diversos. Una parte importante de estas obras (las que no fueron vendidas) integraron posteriormente la colección donada al Museo.
Y agrega: “visitar hoy esta colección otorga la posibilidad de realizar un breve viaje imaginario por las antiguas y modernas civilizaciones. La Sala constituye un reservorio que permite una aproximación no sólo estética, sino histórica y antropológica, a las antiguas sociedades europeas y orientales, desplegando una serie de objetos que materializan las huellas simbólicas e intangibles de las culturas desaparecidas.
¿Por qué esta mujer soltera -la tía Mecha para sus 17 herederos- decidió legar una parte de su patrimonio (casi cien obras de arte) a la sociedad tandilense y a la sociedad civil en general? En sus palabras, “la determinación […] ha sido motivada por la profunda solidaridad que siempre he sentido por esa ciudad.”
En la actualidad dicha sala exhibe de forma permanente su patrimonio, puede ser recorrida a pedido del público que lo solicite, incluso con la orientación de un guía, en ambos turnos (mañana y tarde).
Al Museo Fangio
Alumnos de la Escuela 53 disfrutaron de una experiencia de aprendizaje inolvidable. Con motivo del acuerdo institucional entre el Mumbat y la Fundación Fangio, que permite la visita de contingentes de niños de Tandil a Balcarce, se realizó un nuevo itinerario de visita.
Dentro de la variedad de actividades y propuestas con las que el Mumbat nos sorprende, el pasado martes se realizo la visita de un contingente de niños de escuelas de Tandil al Museo Fangio en Balcarce.
El itinerario de la visita fue realizado en esta oportunidad por la Escuela Nº 53 en una dinámica recorrida por los recintos del museo, niños de 11 y 12 años, acompañados por sus docentes y responsables de la Subsecretaría de Cultura y Educación, pudieron disfrutar y asistir a un espacio de permanente disfrute, donde el paso del tiempo se detiene en cada uno de los objetos.
La intención de este proyecto es basa en dos ejes principales: uno se vincula directamente con la posibilidad de ampliar la mirada en torno a los espacios que hacen al cuidado y disfrute de nuestra historia y la responsabilidad que estos en relación a la exhibición de elementos y piezas originales contienen. Por otra parte lo interesante es poder guiar los nuevos aprendizajes en el aula para favorecer distintas formas de investigación.
Dice Paola Migliorisi: “Ver una obra original no es lo mismo que verla en un libro, vivenciar la experiencia de estar frente a una obra de arte es único…”, y agrego: otro objeto cualquiera de nuestra historia también, porque nos traslada en el tiempo.
La entrada al Museo es cubierta por la Fundación Museo Fangio, mientras que el traslado y la logística de organización de los contingentes son responsabilidad del Municipio de Tandil.
El cronograma de visitas esta cerrando su proyecto del ciclo lectivo, con la última participación de la escuela Nº 32, con 23 alumnos de primer grado, en la semana próxima.
El Mumbat agradece al Museo Fangio por las 14 escuelas que pudieron concretar su viaje y los 19 grupos que tuvieron la posibilidad del disfrute de la historia.
Este contenido no está abierto a comentarios