Sin avances sobre el presunto desfalco en la delegación de María Ignacia
La noticia surgió en plena campaña electoral y no fue bien recibida por parte del oficialismo, que comenzó una caza de brujas para determinar quién había filtrado dicha información a la prensa.
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El Gobierno asumió que era verdad lo publicado por este Diario y prontamente se hizo saber a la opinión pública que se abría un sumario interno para investigar lo acontecido, debido a que habían aparecido otros contribuyentes presuntamente estafados, al mismo tiempo de suspender al trabajador apuntado.
La reacción del radicalismo fue rápida, si se quiere, buscando que el tema en cuestión no se metiera de lleno en la campaña, todo lo contrario a lo hecho por la oposición que tardó en salir a escena para pedir explicaciones.
El hecho se puede imaginar de una total gravedad, teniendo en cuenta que se sospecha de malversación de fondos.
Silencio
El silencio se apoderó de todos. Daniel Binando prometió dar “detalles” de cómo avanza la investigación, pero fue una simple frase de rigor para eludir la consulta del periodista. Desde que el tema salió a la luz, el secretario de Economía confirmó la noticia, dijo que existían varios casos que se estaban analizando, pero jamás profundizó sobre la situación.
Pasaron los días, comenzamos a transitar la recta final que nos conducirá a la celebración de la llegada de un nuevo año y no surgen novedades sobre si hubo o no desfalco en la Delegación.
Fuentes dignas de crédito confiaron que ya puertas adentro del tema no se habla, que pareciera que se busca que el tiempo pase para que todo quede en la nada. Claro que el principal perjudicado es el cajero, cuyo nombre circuló y quedó en el centro de la escena esperando la resolución para saber si la famosa investigación lo encuentra culpable o su nombre queda limpio de culpa y cargo.
Si bien el esfuerzo mayor por frenar el tema está logrado, El Eco de Tandil pudo averiguar que no solamente el único imputado era quien tenía las claves para realizar distintas operaciones. “Existe otra persona que sabe cómo es la operatoria y también sabe las claves. Nadie entiende porqué solamente apuntaron a una sola persona. Deben tener muchas seguridades desde el Gobierno que este hombre es el culpable”, expresó gente que conoce al sospechado de quedarse con dinero que no le corresponde. Los menos escépticos indican que podría tratarse de una coartada para embarrar la cancha.
La maniobra
Según este Diario pudo constatar desde fuentes ligadas a la pesquisa administrativa, la maniobra que se hacía era recepcionar el pago de un contribuyente, quien se llevaba el ticket correspondiente de pago. En un momento del día comenzaba el desvío del dinero, anulando el pago hecho y realizando luego todo el proceso que internamente se lleva a cabo para tal caso y se debe presentar en la tesorería.
La operación efectuada burlaba al contribuyente, que inocentemente se iba de la Delegación dejando un dinero y no sabiendo que nunca ingresaría a las arcas del Municipio y a la propia tesorería comunal, quienes estaban “tranquilos” porque se había anulado un pago cumpliendo con el requisito interno con que se trabaja.
La modalidad se puso de manifiesto con un selecto grupo de personas a las que el encargado de administrar los dineros tendría identificados, interceptando él mismo las intimaciones que iban llegando para que la maniobra defraudatoria fuera completa. La tasa que cobraba, pero nunca llegaba a la órbita municipal, es la de Red Vial que ronda entre los 2 y 3 mil pesos mensuales.
Sin controles
La ausencia de controles permitió hacer esta presunta maniobra fraudulenta y también desconocer desde qué tiempo se estaría realizando.
Binando expresaba entre otras consideraciones que “lo que tenemos precisado hasta ahora es el modus operandi que fue descubierto por los datos cargados que tenemos en el sistema”, una verdad a medias. Los datos se encontraban cargados, pero desde tesorería recién se dieron cuenta que algo estaba sucediendo cuando un contribuyente con comprobantes en mano dejó al desnudo la operatoria. Antes nadie había detectado lo que pasaba, teniendo los “datos cargados”.
Lo concreto es que el tema parece perder fuerza con el correr de los días. La famosa investigación continúa, al menos eso expresan. El único señalado sigue suspendido y el silencio de las autoridades en brindar información es similar a cuando se buscó que el hecho no tomara estado público.
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