Sobreseyeron a Ibarra y Telerman en la causa por la atención a las víctimas de Cromañón
Los ex jefes de gobierno porteño Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y otros ex funcionarios fueron sobreseídos ayer en la causa que investiga irregularidades y fallas en el operativo de emergencia médica montado a raíz de la tragedia del boliche Cromañón.
En una extensa resolución a la que accedió Télam, el juez en lo criminal Alberto Baños estimó que los médicos que trabajaron enfrentaron a una multitud que “peleaba por tratar de subir al paciente que era su amigo, conocido o familiar”, entre otros aspectos que tornaron “incontrolable” la evacuación de heridos.
La decisión benefició a Ibarra, a su entonces vicejefe de gobierno Telerman y a otra treintena de funcionarios de distintas áreas de la gestión, como el Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME).
“El reclamo de atención médica en el lugar sobrepasaba todos los recursos disponibles, era desesperado y algunas veces hostil, incluso algunos insistían en demandar la asistencia de personas cuya muerte ya había sido constatada por los médicos”, graficó.
El juez sólo procesó por “incumplimiento de deberes de funcionario público” al entonces miembro del Comité de Crisis, Alejandro Cano, quien fue embargado por 100 mil pesos y a Martín Galmarini, embargado en 20 mil pesos, según el fallo de 1.599
fojas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl caso
Esta causa, paralela a la que se sigue por el incendio de la discoteca Cromañón en la zona de Once, se conoce como “emergencia” o “SAME” y analiza el rol de los funcionarios que debieron coordinar los operativos de atención de víctimas durante el siniestro del 30 de diciembre de 2004.
“No cabe duda que el evento acontecido el 30 de diciembre de 2004 en el interior del local República Cromañón se trató de una situación de emergencia que se transformó en un desastre de impacto súbito con un número considerable de personas fallecidas, de heridos críticos y recursos insuficientes ante la demanda inmediata”, sostuvo el juez en su fallo.
“La gente se peleaba por tratar de subir al paciente que era su amigo, conocido o familiar, todos querían subir a los suyos”, en una situación que derivó en “un flujo incontrolado de heridos y fallecidos”, consideró a la hora de justificar lo hecho por los
médicos.
Baños concluyó que “las primeras personas que arribaron no conocían la verdadera situación; entonces -como era esperable- se tardó en reconocer la dimensión de lo que estaba aconteciendo”.
“Se trataba de una tragedia en plena ejecución que involucraba a más de tres mil personas, muchas de ellas atrapadas en el interior del local y todas expuestas a la inhalación de sustancias tóxicas”, agregó.
“Como consecuencia de la situación que se vivía, en los primeros momentos de la tragedia la demanda masiva de atención médica \’in situ\’ fue descontrolada y caótica y la evacuación espontánea de heridos -desde el interior del local y hacia los centros de salud por personas no adiestradas- se tornó incontrolable”, explicó.
?Subían por la
fuerza a las víctimas?
El día del incendio, “médicos y auxiliares se vieron compelidos a la atención de aquellos heridos que les acercaban”, añadió.
Baños aludió a un episodio donde “coparon una ambulancia en la que cargaron entre siete a nueve cuerpos, forzando al personal de emergencias a disponer el traslado en esas condiciones”.
“Era tal la cantidad de gente que se agolpaba sobre el vehículo que impedían, ellos mismos, el descenso del personal médico que iba a asistirlos”, además “subían por la fuerza a víctimas “una arriba de otra”, consignó.
En otro episodio, recordó el caso de una ambulancia que maniobraba para dejar la zona cuando “le abrieron las dos puertas de atrás y le tiraron tres personas fallecidas para que las llevara consigo”.
“Cadáveres y heridos terminaron siendo trasladados en los mismos vehículos”, concluyó.
Además, consideró a la hora de exculpar a los denunciados que el incendio originado durante el recital del grupo Callejeros fue el impacto de por lo menos una bengala en el techo, algo que provocó la emisión de gases de “alta toxicidad”.
Tanto Callejeros como el ex gerenciador de Cromañón Omar Chabán son actualmente sometidos a juicio oral junto a otros acusados por la tragedia de esa disco.
En su resolución en esta causa paralela, el juez ratificó que “la huida se vio agravada toda vez que la puerta alternativa de emergencia se encontraba cerrada con candado y de las seis puertas vaivén, dos de ellas se encontraban con pasador, dificultando la salida de los asistentes del local”.
La denuncia inicial fue radicada por José Antonio Iglesias, padre de una de las víctimas y principal querellante, quien denunció a los entonces funcionarios por su rol en las tareas de asistencia a las víctimas.
Además de Ibarra y Telerman fueron beneficiados con el sobreseimiento el ex secretario de Seguridad de esa gestión, Juan Carlos López; el de Salud, Maximiliano Stern y el de Obras Públicas, Roberto Feletti, el ex director de Defensa Civil, Víctor Capilouto, y el del SAME, Germán Fernández, entre otros. (Télam)
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios