Tandilenses participaron de un estudio que analizó el impacto de la pandemia en trabajadores de salud
Se trata de una investigación denominada “El impacto de la pandemia de Covid-19 en la salud mental de las personas trabajadoras en los servicios de salud”. Cinco profesionales de la ciudad indicaron que los datos presentados son producto de un análisis a nivel nacional, en el que está incluida la información relevada en Tandil. El estudio se considera un “insumo importante” para continuar con el proceso de la gestión de la pandemia.
Un equipo de psicólogos de Tandil formó parte de una investigación internacional denominada “Impacto de la pandemia de Covid-19 en la salud mental de las personas trabajadoras en los servicios de salud”.
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El relevamiento, del que participaron más de 20 países, se inició a finales de marzo del año pasado y se lleva a cabo a través de una red de colaboración internacional de instituciones sanitarias y académicas de países de Latinoamérica, el Caribe, Europa, África, Asia y Oceanía.
En Argentina, colaboraron equipos de las provincias de Chubut, Rio Negro, Mendoza, Corrientes, Córdoba y Buenos Aires, representada por profesionales de San Martín y Tandil.
El equipo de investigación local estuvo integrado por Lucía Dinolfo, Luciano Grasso, Sofía Loitegui, Nieves Mansilla y Johana Murillo.
La investigación consiste en un diseño de cohorte prospectivo a lo largo de un año y se divide en distintas etapas de recolección y análisis de datos. Para ello, se elaboró un cuestionario online de 101 preguntas, el cual está destinado al personal de salud de diferentes dispositivos y labores (atención, administración, mantenimiento, etc.).
En el caso de Tandil, se consideraron exclusivamente trabajadores del sub sector público de la salud.
Los profesionales tandilenses destacaron que los datos presentados son producto de un análisis a nivel nacional, en el que está incluida la información relevada en Tandil de manera integral.
Actualmente, se trabaja en la elaboración de un segundo informe, que considere específicamente la dimensión de género en el análisis de la muestra. A más de un año del inicio de la pandemia, y en plena segunda ola de contagios, “resulta fundamental comprender la importancia del rol que ocupan las personas trabajadoras de la salud”.
Por ello, consideraron necesario “indagar y analizar sus vivencias subjetivas en el trabajo y el impacto en su salud mental en este tiempo”.
Información relevante
Por tal motivo, “el estudio se considera un insumo importante a la hora de continuar con el proceso de la gestión de la pandemia en lo que concierne a las acciones vinculadas al personal sanitario”.
En lo referido a políticas públicas a largo plazo, los resultados permitirían “proponer intervenciones, estrategias y acciones que tengan como fin mejorar el bienestar psicosocial de trabajadores y trabajadoras”, destacaron.
“En todo momento, es fundamental generar políticas de cuidado para el personal de salud e implementar acciones tendientes a protegerlos. Se trata de cuidar a quienes nos cuidan”, enfatizaron.
Algunos resultados
Algunos de los resultados relevantes a nivel nacional, extraídos del primer informe de la investigación confeccionado en febrero de este año, se centran en los factores protectores y estresores de las personas que trabajan en salud.
En primer lugar, determinó que “más de la mitad de las personas trabajadoras participantes, el 53,8 por ciento, presentaron algún grado de morbilidad psicológica asociada con síntomas de depresión”.
Mientras que el 45,7 por ciento de las personas encuestadas expresó la necesidad de apoyo psicológico. Sin embargo, de ese porcentaje, sólo la mitad lo recibió efectivamente.
El 67,1 por ciento presentó una disminución de la sensación habitual de disfrute de sus actividades cotidianas. A su vez, el 30 por ciento indicó una disminución de la sensación subjetiva de felicidad. “Si se tiene en cuenta que las actividades diarias, así como poder cortar con el trabajo, constituyen factores de protección, porque permite ocuparse de otras áreas vitales del ser humano, resulta relevante pensar políticas de cuidado destinadas al descanso de las actividades laborales”, sugiere el informe.
En otro de los resultados, reflejó que el 58 por ciento de las personas respondió que el temor al contagio es “muchísimo” y también se midió el miedo a infectar a sus seres queridos, siendo un porcentaje mayor (el 87 por ciento).
En relación a los factores protectores, se evaluó que “poder disponer de los elementos de protección personal de trabajo se considera un factor de protección directo, ya que reduce la exposición al virus y el estrés que esto genera”.
Por eso, “se vuelve así fundamental que las instituciones garanticen los recursos necesarios y mantenimiento adecuado para su integridad física y mental”. En este sentido, la mitad de los encuestados manifestó que “los equipos de protección personal son suficientes”.
Otras dimensiones
Otro aspecto relevante se refiere a la formación y entrenamiento recibido para evitar el contagio de Covid-19 y la confianza en la institución para enfrentar la pandemia.
El 73 por ciento consideró que recibió información en su lugar de trabajo y algunos de ellos incluso fuera de su espacio laboral. “Se evidencia que, a mayor confianza en la institución de trabajo es ligeramente menor la intensidad de los síntomas depresivos, por lo que resulta un elemento relevante a trabajar si se piensa en políticas públicas destinadas al cuidado del personal”, reflejó el informe.
Los datos recabados mostraron que las redes de apoyo resultan preponderantes como factores de protección personal. Así, “a mayor fortaleza de redes de apoyo resulta menor la intensidad de síntomas depresivos”.
El 81,8 por ciento respondió que “siente que cuenta con una red fiable de compañeros de trabajo y el 94 por ciento que tienen seres queridos que lo apoyan cuando lo necesitan”.