Teresita Arancibia es un símbolo de la constancia
En 2007 la entrevistamos para La Vidriera, bajo la media sombra de un tilo, en la Plaza Independencia. Aquella vez nos habló de su entusiasmo por terminar los estudios secundarios y seguir los universitarios. Teresita Ester Arancibia es la mujer que en el perímetro de la Plaza cuida autos mientras sueña con una existencia distinta, mejor a la que le fue negada desde la cuna. La llaman ?La Globera? y no se molesta en contestar que ése no es su nombre, aunque tan acostumbrada está?
En aquella nota le preguntábamos:
-¿Alguien la alienta a seguir estudiando?
-Obviamente mis profesores y compañeros, mis familiares muchas veces me dicen que ya no tengo edad, que nunca voy a progresar? pero seguiré adelante y si Dios quiere, tengo fe de que egresaré de la secundaria. (Verano de 2007).
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Y efectivamente logró su propósito: ayer, viernes 19 de diciembre de 2008, recibió su título en el patio de la escuela de avenida Perón.
Con el telón del escenario donde se lee ?Cuando enseñar es un arte, aprender es un placer. Egresados 2008 de la Escuela de Educación Media Nº 3? como fondo, nos cuenta cómo se siente.
-Terminar el secundario era algo que anhelaba con mucha fuerza?
-Sí, para mí era un sueño dadas mis condiciones, pero siempre veía al fondo del camino una lucecita que me guiaba y un día decidí ir a buscarla y la encontré alcanzando mi meta.
-Escuchamos que quería continuar estudiando.
-Efectivamente, quiero estudiar Abogacía. Voy a intentarlo.
-También nos enteramos que nunca tuvo problemas en asistir a clases de apoyo, en preguntar una y otra vez lo que no entendía y que acudió siempre con su guardapolvo blanco, como hoy.
-Es que no podía hacer otra cosa, si bien me llevo una materia que daré el lunes y espero aprobarla, ¡no sabe cuánto estoy estudiando!, he llegado más o menos invicta y esto me causa mucha alegría, gozo? esa lucecita que veía lejana hoy me ilumina.
AFECTOS CERCANOS
-¿Por quién está acompañada en este día tan importante?
-Por el amor de mi vida, mi hija, y amistades que he ganado a través del tiempo y que están firmes a mi lado. Estoy muy emocionada porque sabía que podía llegar este día, sabía que podía hacerlo.
-Hoy les dice adiós a sus compañeros y a la escuela, me parece que va a ser un poco difícil cortar con tres años de afectos, de estudios.
-Sí, pero hay que comprender que nuestros caminos se apartarán, que cada uno irá hacia lo suyo, somos individuos y tendremos que cumplir con nuestros destinos y estudios. Acá hay compañeros que seguirán en la Universidad y eso es algo que quisiera poder hacer también, como le contaba hace unos momentos.
-¿Qué desea para sus compañeros?
-Exito y que sean felices? es verdad los voy a extrañar, me he hecho amiga de muchos de ellos, compartimos tiempo juntos, pero seguramente en algún momento volveremos a vernos.
-¿Alguien le ha propuesto un trabajo más formal que el que ahora realiza?
-No, pero lo estoy buscando porque me encuentro capacitada para trabajar en un supermercado, locutorio, agencia de remises o mandados, manejando la computadora, atendiendo los teléfonos, entre otras cosas.
-¿Ha sido un buen año para usted?
-En lo que respecta a este desafío sin duda, he tenido algunos problemas en la familia, deseo de todo corazón que todos pasemos una buena Navidad.
-¿Feliz?
-Súper feliz.
La dejamos a Teresita junto a sus compañeros, sus profesores, en el patio de la escuela. La lluvia amenaza con velar un poco tanta alegría; sin embargo, sea en el patio, en la galería, en cualquier lugar donde se lleve a cabo la entrega de medallas, Teresita Arancibia estará sumamente feliz.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios