Trabajadores de la construcción piden cobertura de la obra social
Los obreros manifestaron su enorme descontento debido a que les siguen descontando importantes sumas de sus salarios –chequearon en el Ministerio de Trabajo que la firma Aconra Construcciones realiza los aportes correspondientes- y sin embargo, en Tandil están sin servicio de salud hace tres meses.
También se mostraron muy enojados con el secretario general de la Uocra, Daniel Sagrera, quien estaba ausente al momento del reclamo de los trabajadores.
Por otra parte, convocaron a obreros de la construcción a sumarse para tomar medidas urgentes ante la falta de cobertura en salud, ya que la obra social cuenta con gran cantidad de afiliados en esta ciudad. Para organizarse, pidieron que llamen a los teléfonos 444-6798 ó 154-552414.
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Les recomiendan desafiliarse
En diálogo con El Eco de Tandil, el obrero Marcos Parra explicó que llamaron a la central de Ospecon en Azul y les informaron que la obra social permanece cortada sólo en esta ciudad, por lo que les recomendaron desafiliarse.
“Eso no es una solución porque en el descuento del sueldo, nos viene igual”, dijo y aclaró que la deducción es de acuerdo a la categoría (ayudantes, oficiales o especializados), entre 70 y 100 pesos por quincena. Teniendo en cuenta el monto que va al sindicato, redondean unos 300 pesos por mes de aportes. “Es plata”, concluyó el albañil.
Sobre las respuestas que recibieron en la Uocra, indicó que “nos dijeron que Sagrera no estaba, que se había ido de pesca, así que no podíamos entrevistarnos con nadie. El muchacho de la obra social es un ayudante que lleva los papeles, nada más. No tuvimos ninguna solución”.
También comentó que “pedimos permiso para salir de la obra, ir a hablar y volver a trabajar, porque nosotros vivimos del trabajo. Estamos cansados de que nos hagan un descuento y no tengamos solución de nada. Y cuando nosotros queremos hablar con estos buenos señores no están, entonces que den la cara, que vengan a hablar. A nosotros nos descuentan, que nos den una respuesta”.
“Eso no es una solución porque en el descuento del sueldo, nos viene igual”, dijo y aclaró que la deducción es de acuerdo a la categoría (ayudantes, oficiales o especializados), entre 70 y 100 pesos por quincena. Teniendo en cuenta el monto que va al sindicato, redondean unos 300 pesos por mes de aportes. “Es plata”, concluyó el albañil.
Sobre las respuestas que recibieron en la Uocra, indicó que “nos dijeron que Sagrera no estaba, que se había ido de pesca, así que no podíamos entrevistarnos con nadie. El muchacho de la obra social es un ayudante que lleva los papeles, nada más. No tuvimos ninguna solución”.
También comentó que “pedimos permiso para salir de la obra, ir a hablar y volver a trabajar, porque nosotros vivimos del trabajo. Estamos cansados de que nos hagan un descuento y no tengamos solución de nada. Y cuando nosotros queremos hablar con estos buenos señores no están, entonces que den la cara, que vengan a hablar. A nosotros nos descuentan, que nos den una respuesta”.
Sólo en Tandil
José María Orellana precisó que no tienen dónde atenderse, debido a que “no podemos ir al Hospital porque al tener una obra social desconoce el Hospital nuestros derechos y debemos ir a un privado, lo que nos acarrea un gasto extra cuando nuestros sueldos no son tan altos”.
Es que los afiliados a Ospecon debían recurrir al Sanatorio Tandil ante las urgencias, pero las atenciones se cortaron por una falta de acuerdo con el Círculo Médico.
“Estuve la semana pasada en Olavarría y tuve una descompensación, y fui atendido por la obra social. Acá dicen que es por un problema de subgerencia, por un problema de un contacto, de un tratado que han hecho con el Círculo Médico de Tandil, no sé cuál es el problema, pero nos vemos afectados los obreros”, manifestó.
Y aclaró que “nosotros queremos llegar a buen término, a ser escuchados. Nosotros no podemos estar con nuestras familias tres meses sin una obra social”.
Es que los afiliados a Ospecon debían recurrir al Sanatorio Tandil ante las urgencias, pero las atenciones se cortaron por una falta de acuerdo con el Círculo Médico.
“Estuve la semana pasada en Olavarría y tuve una descompensación, y fui atendido por la obra social. Acá dicen que es por un problema de subgerencia, por un problema de un contacto, de un tratado que han hecho con el Círculo Médico de Tandil, no sé cuál es el problema, pero nos vemos afectados los obreros”, manifestó.
Y aclaró que “nosotros queremos llegar a buen término, a ser escuchados. Nosotros no podemos estar con nuestras familias tres meses sin una obra social”.
Sagrera, de pesca
En el mismo sentido, Oscar Guerasar contó que llamó a la oficina central de Azul, de quien depende Tandil. “Me atendió una persona y lo único que me respondió fue que me cambiara de obra social. Esa fue la respuesta que recibí de Azul. No creo que sea la respuesta para una persona que está aportando, porque no le estamos pidiendo nada regalado”, dijo.
También explicó que “lo mínimo que a nosotros nos descuentan son 200 pesos por mes” y agregó que “Uocra nos descuenta otro tanto, o sea que en total nos descuentan algo de 400 pesos al más chico y al que tiene más sueldo le descuentan más”.
Al mostrar los recibos de sueldo, informaron que le aportan un 2,5 por ciento al sindicato y unos 70 pesos a la obra social por quincena, lo que implica más de 300 pesos.
Sobre los pasos a seguir, indicaron que “Sagrera aparentemente está pescando en vez de estar atendiéndonos a nosotros”.
Y otro de sus compañeros, Luis Alberto Gregorini, cuestionó que “es un día de semana, debería estar trabajando porque se debe a los obreros, él vive de los obreros. Este buen muchacho no tiene ni gremio ni obra social, porque cuando uno va al gremio a reclamar por la obra social, el señor se encuentra pescando. Quién nos defiende a nosotros”.
Y afirmó que están enojados con Daniel Sagrera, “por la actitud. Aparentemente, es un poquito sinvergüenza el muchacho”.
También explicó que “lo mínimo que a nosotros nos descuentan son 200 pesos por mes” y agregó que “Uocra nos descuenta otro tanto, o sea que en total nos descuentan algo de 400 pesos al más chico y al que tiene más sueldo le descuentan más”.
Al mostrar los recibos de sueldo, informaron que le aportan un 2,5 por ciento al sindicato y unos 70 pesos a la obra social por quincena, lo que implica más de 300 pesos.
Sobre los pasos a seguir, indicaron que “Sagrera aparentemente está pescando en vez de estar atendiéndonos a nosotros”.
Y otro de sus compañeros, Luis Alberto Gregorini, cuestionó que “es un día de semana, debería estar trabajando porque se debe a los obreros, él vive de los obreros. Este buen muchacho no tiene ni gremio ni obra social, porque cuando uno va al gremio a reclamar por la obra social, el señor se encuentra pescando. Quién nos defiende a nosotros”.
Y afirmó que están enojados con Daniel Sagrera, “por la actitud. Aparentemente, es un poquito sinvergüenza el muchacho”.
Tres casos críticos y urgentes
Al plantear la problemática, los trabajadores contaron algunas situaciones que les toca vivir ante la falta de cobertura de la obra social Ospecon. En dos de las familias afectadas hay pacientes oncológicos que necesitan tratamiento y en otra, una menor con un trastorno en el crecimiento.
José María Orellana relató que “mi señora tiene cáncer. Gracias a Dios está controlada, pero he recurrido a la obra social y por un año y medio casi dos, me pelotearon para afiliarla siendo que es legalmente mi esposa”.
Agregó que “hace 15 días me llaman por teléfono diciéndome que ya estaba incorporada, después de que me moví y fui a la Justicia, y no tengo obra social. Es una tomada de pelo. Entonces, a dónde queremos llegar con todo esto”.
Hoy su mujer, que padece cáncer de mama, se atiende en el nosocomio público. “Tengo un gasto doble, porque tengo que pagar taxi, ir al Hospital, porque cuando tenía la fecha para operarse y el anestesista, tuve que abonar una plata extra para hacerla en el Hospital porque la obra social no me lo reconocía. Siempre agachamos la cabeza los obreros”, se quejó.
Similar es el cuadro de la esposa de Oscar Guerasar y en Ospecon “me dijeron ‘hacela atender por un hospital’. Pero ella ya se había hecho atender por un médico, tenía todos los análisis hechos, ya la había operado un médico, ¿por qué tiene que ir a otro? Dijeron ‘nosotros no podemos solucionarte nada ahora’”.
Explicó que le pidieron que llamara a Buenos Aires, donde le prometieron una respuesta en 72 horas pero nunca se volvieron a comunicar con él. Además, le advirtieron que no trabajan por reintegros.
Por último, Mauricio Jaramillo relató que en junio tenía que llevar a su hija de 11 años a Mar del Plata, a una interconsulta por un trastorno en el crecimiento. Como la obra social ya estaba cortada, no logró que le tramitaran la derivación.
Desesperado, el padre sostuvo que “este año ya egresa y desde la escuela nos dijeron que la tenemos que hacer tratar para que entre al secundario”.
José María Orellana relató que “mi señora tiene cáncer. Gracias a Dios está controlada, pero he recurrido a la obra social y por un año y medio casi dos, me pelotearon para afiliarla siendo que es legalmente mi esposa”.
Agregó que “hace 15 días me llaman por teléfono diciéndome que ya estaba incorporada, después de que me moví y fui a la Justicia, y no tengo obra social. Es una tomada de pelo. Entonces, a dónde queremos llegar con todo esto”.
Hoy su mujer, que padece cáncer de mama, se atiende en el nosocomio público. “Tengo un gasto doble, porque tengo que pagar taxi, ir al Hospital, porque cuando tenía la fecha para operarse y el anestesista, tuve que abonar una plata extra para hacerla en el Hospital porque la obra social no me lo reconocía. Siempre agachamos la cabeza los obreros”, se quejó.
Similar es el cuadro de la esposa de Oscar Guerasar y en Ospecon “me dijeron ‘hacela atender por un hospital’. Pero ella ya se había hecho atender por un médico, tenía todos los análisis hechos, ya la había operado un médico, ¿por qué tiene que ir a otro? Dijeron ‘nosotros no podemos solucionarte nada ahora’”.
Explicó que le pidieron que llamara a Buenos Aires, donde le prometieron una respuesta en 72 horas pero nunca se volvieron a comunicar con él. Además, le advirtieron que no trabajan por reintegros.
Por último, Mauricio Jaramillo relató que en junio tenía que llevar a su hija de 11 años a Mar del Plata, a una interconsulta por un trastorno en el crecimiento. Como la obra social ya estaba cortada, no logró que le tramitaran la derivación.
Desesperado, el padre sostuvo que “este año ya egresa y desde la escuela nos dijeron que la tenemos que hacer tratar para que entre al secundario”.
¿Desfinanciada?
Si bien se negaron a hacer declaraciones por falta de autorización, trascendió que la central de Ospecon estaría en tratativas con el Círculo Médico de Tandil para intentar destrabar la situación de la obra social.
De acuerdo con el análisis que realizaron algunos dirigentes, la obra social habría aceptado a un gran número de afiliados de los sectores monotributistas y empleadas de casas de familia que realizan muy bajos aportes, por lo que estaría “desfinanciada”.
Además, ratificaron que los afiliados que tengan una urgencia deberán recurrir a los hospitales municipales porque en el Sanatorio Tandil no tienen cobertura.
De acuerdo con el análisis que realizaron algunos dirigentes, la obra social habría aceptado a un gran número de afiliados de los sectores monotributistas y empleadas de casas de familia que realizan muy bajos aportes, por lo que estaría “desfinanciada”.
Además, ratificaron que los afiliados que tengan una urgencia deberán recurrir a los hospitales municipales porque en el Sanatorio Tandil no tienen cobertura.
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