Tras sufrir el quinto robo, matrimonio planea mudarse a un lugar con mayor seguridad
Cansada de los robos, una vecina proyecta alquilar o vender su propiedad para pasar a vivir junto a su marido en un departamento o en algún sitio que le pueda brindar algo más de seguridad.
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Gloria Cadona tiene su hogar en Casacuberta 2310, a pocos metros de la comisaría Cuarta, sin embargo en la tarde del domingo cuando se fue junto a su esposo a compartir un momento de diversión, delincuentes a los que según la damnificada “tiene identificados, pero no puede culparlos”, perpetraron un nuevo robo tras romper una puerta que da al patio.
Cadona le contó a este Diario que “nos fuimos el domingo a la mateada, a eso de las 19, y cuando regresamos nos encontramos que nos habían robado. Forzaron y rompieron la puerta del patio, pese a que tenía del lado de adentro unas trabas colocadas. Lamentablemente ningún vecino escuchó ni vio a nadie salir con las cosas”.
Sobre lo sustraído por los delincuentes manifestó que “nos robaron un minicomponente, el TV LED de 42”, un horno eléctrico, un celular, el reloj de mi marido y una máquina de cortar de pasto, la que era pesada pero igual se la llevaron. Hice la correspondiente denuncia en la Cuarta y mañana (por hoy) iré al seguro”.
En cuanto a sospechas todas apuntan a un solo lado y es a un grupo de jóvenes que suele tener su punto de reunión en la esquina, sitio donde al decir de los vecinos pasan largas horas consumiendo alcohol, entre otras cosas. Este grupo hace suponer, aunque no hay ninguna probanza, que podrían tener relación con el hecho ocurrido. La víctima sostuvo que “son siempre los mismos, los que están en la esquina y justo el domingo nos vieron salir. Es la quinta vez que nos roban”.
Mudarse de lugar
Harta de no disponer de la tranquilidad necesaria para poder vivir sin el temor a que le puedan volver a robar, indicó que “queremos vender o alquilar la casa e irnos de este barrio a un departamento. Somos dos personas grandes y no podemos estar preocupados por si deciden robarnos de nuevo. Lo que hicimos el domingo fue ir a una mateada a distraernos y al volver nos encontramos con el triste panorama”. Apuntó que “acá la policía no puede hacer nada, eso es lo que nos dicen, hay patrullajes pero a la hora que tienen que pasar no pasan”.
Detalló que “la verdad es que estoy acobardada, hace once años que vivimos acá, pero la situación en estos últimos años se ha empeorado mucho. Estuve 35 años en Almafuerte y Kramer, Villa Galicia, y jamás me robaron nada. Acá esta gente no tiene respeto por nadie, ni sabe lo que es el sacrificio”.
Continuó narrando que “cuando llegamos y no conocíamos a ningún vecino, a los tres meses nos robaron. Ese fue el ‘bautismo’ que tuvimos. Por suerte tengo seguro que me cubre lo robado, pero insisto: no se puede vivir así sin un mínimo de seguridad”.
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