Un anciano murió luego de que una banda de delincuentes lo torturara con una plancha caliente
La víctima del violento episodio fue identificada como Jacobo Jachanovsky, de 80 años, y el caso curiosamente salió a la luz porque su cuerpo fue velado en la misma casa mortuoria donde se despedían los restos del quiosquero Simón Altwarg, quien fue apuñalado en su negocio. Los medios que cubrían este último caso se encontraron con los familiares de Jachanovsky, quienes informaron sobre la trágica odisea que padeció el anciano.
Según indicó en declaraciones a la prensa su hija Roxana, el anciano iba el viernes pasado a un predio cercano donde se encontraba su perro, cuando fue interceptado por dos sujetos que lo obligaron a subir a una camioneta blanca. Jachanovsky -de acuerdo con lo señalado por su hija- fue llevado a un galpón, donde lo vendaron y lo sometieron a salvajes torturas, como rociarlo con nafta y quemarlo con una plancha en la espalda y los pies, para que revelara donde tenía guardados sus ahorros.
El anciano les dijo que tenía plata en su casa, y hacia allí se dirigieron dos de los malvivientes, que se llevaron una cantidad no precisada de dinero. Cuando estos individuos avisaron por teléfono a sus secuaces que ya tenían el botín en su poder, la víctima fue trasladada a un descampado de la localidad bonaerense de Pontevedra, en el partido de Merlo.
Allí fue encontrado tirado en el suelo por unos niños, quienes avisaron a sus padres, y estos a su vez pidieron asistencia médica y policial. Jachanovsky fue encontrado gravemente herido, con las manos atadas con precintos plásticos, y fue trasladado enseguida al Hospital Sirio Libanés.
Allí fue internado en terapia intensiva, pero no pudo reponerse de las quemaduras que sufrió, y a las complicaciones derivadas de tener varias costillas quebradas y a una úlcera en el estómago, según contó su hija.
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