Un equipo de Tandil desarrolló un proyecto poco convencional y revolucionó las aulas juarenses
Eduardo Hall, responsable del proyecto, contó a El Eco de Tandil la experiencia que están realizando en la localidad de Juárez y que, posiblemente, logre implementarse en Tandil, ya que desde la Unicén y algunas escuelas están interesados en poder adquirir las herramientas necesarias para lograr una mejor comunicación entre docentes y alumnos.
Las escuelas que participaron fueron la ESB 1 (Ex Colegio Nacional), la ESB 2, Coronel Rodolfo Bunge, la ESB 4, la Escuela 701, la 501, la Escuela Agropecuaria, la Escuela 18 de Barker, la Escuela Técnica 1, la ESB de Villa Cacique, la Escuela Media 2, la Escuela Media 1 de Villa Cacique, la EPB 10, la EPB 3, el Jardín 902 y la Escuela de Terminalidad del barrio Tessone.
-¿Cómo llegaron a Juárez a desempeñarse como capacitadores dentro de las aulas?
-Esto empieza con la necesidad de apoyar a aquella gente que está trabajando con chicos, en escuelas. La idea era brindar una capacitación que fuera efectiva y, entonces, surgió la posibilidad de hacerlo en los lugares de trabajo. En un momento, la inspectora jefe de Juárez me propuso que lo hiciéramos allá, en las escuelas secundarias, de manera que en 2006 comenzamos a implementarlo con las que en un momento fueron mis alumnas y hoy son mis colegas: Soledad Lami, Verónica Rodríguez, Rocío Stellato.
-¿Cuál era el objetivo?
-Brindar formación y capacitación al docente, porque la mayor dificultad que existe es la comunicación entre el adulto y los jóvenes. Lo importante era que el chico pudiese ir a la escuela interesándose por la persona, porque su docente es capaz de escucharlo, tener sentido del humor, de sorprenderlo, quedarse con él en el recreo, tener una llegada afectiva. Nosotros descubrimos que los adultos, muchas veces, no hacen esto por sus prejuicios y sus inhibiciones, porque no saben cómo hacerlo.
En la realidad que nos toca vivir, esto es cada vez más complicado, porque los chicos están siendo abandonados por la sociedad. En este sentido, quisimos brindar una herramienta de comunicación.
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Repercusiones
-¿Cómo respondieron los docentes a esta posibilidad de capacitarse?
-La inspectora estaba convencida de este proyecto que yo venía haciendo desde hacía mucho tiempo, de manera aislada y en varios lugares, o sea que ella ya tenía conocimiento del tema. Lo que hizo fue reunir a todos los directores de las escuelas y decirles que se iba a implementar esto. A partir de allí, nos pusimos en contacto con aquellos docentes que estaban interesados. Es muy importante que el docente esté atraído de verdad.
Entendemos que es una experiencia que, si bien lleva tres años de implementación, necesita de cinco años para que los resultados se hayan incorporado realmente y para que el docente tome las técnicas como una herramienta, las incorpore a las prácticas y naturalice la experiencia.
-¿Cómo se naturaliza en la experiencia?
-El docente, por ejemplo, llega al salón y en vez de ofenderse porque un chico le hace una broma, puede responderle con otra broma y darse cuenta de que eso que era un problema, que no sabía cómo abordar y que hacía que quisiera irse de la escuela porque se sentía herido, vaya con ganas, porque él es el adulto y si los chicos están en problemas, hay que ayudarlos y no reaccionar y responder como si fuese una agresión.
Complejidades y caminos
-¿Cómo se implementó esto desde lo concreto con los docentes?
-Con ellos, durante la hora de su clase, con el área curricular. Lo que hacíamos era preparar la clase junto con él, incorporando la materia que estaba dictando, dando un enfoque creativo desde el juego dramático y teatral en su materia. Nosotros hicimos un aporte para enfocar las materias desde el juego.
Por ejemplo, con el profesor de tecnología de los materiales inventamos una poesía, ejercicios y juegos que se volcaban a los contenidos que estaba enseñando. La poesía se llamó ?La unión de nosotros, pasión por la unión. Poesía a la soldadura? y decía: ?Nuestro amor fue enroscado/muy enroscado/ vos apretabas muy fuerte y te pasaste de rosca/ yo hubiese preferido que nuestra unión estuviese soldada y fuese eterna/ pero vos, sotreta, siempre estuviste pensando en desenroscarte/ y eso que yo, como tuerca, soporto cualquier cosa/ vos insistiendo siempre con las arandelas/ que planas, que de presión, que finas, que gruesas/ ¿Porqué tantas? si yo soy una tuerca y vos sos un perno ¿Qué más necesitamos?/ Lo único que te pido es que nunca se meta entre nosotros esa llave francesa de tu madre?. Los chicos se morían de risa.
-O sea que obtuvieron un buen resultado…
-Con este tipo de actividades nosotros estimulamos al docente a que él pueda llegar a su clase no todos los días de la misma manera, que puede pensar en los chicos antes de llegar al aula, desde el afecto. Los jóvenes tienen una respuesta muy buena al humor y al juego y esto, lejos de ser una pérdida de tiempo, acerca y hace que los chicos se interesen por el conocimiento. Si el docente es divertido, los chicos van a tener ganas de ir a encontrarse con esa persona y por lo tanto lo van a escuchar y se van a sentir atraídos por lo que esa persona les quiere enseñar.
-La implementación, ¿fue compleja?
-Es más simple con los chicos que con los adultos, que quizá no han jugado lo suficiente y, por lo tanto, consideramos al juego como una pérdida de tiempo y no como una actividad fundamental en la evolución de un individuo sano, para que pueda comunicarse y aceptar la vida más felizmente. Si una persona es estructurada y no tiene sentido del humor, se aleja afectivamente de los chicos, porque ellos, esencialmente, son divertidos.
Lo que queremos es brindar esta herramienta para poder hacer un aporte que mejore la calidad de comunicación entre adultos y chicos.
Conclusiones
-¿Y se fue logrando?
-Nosotros lo fuimos implementando con cada docente, en su hora, y allí descubrimos que muchos chicos no sabían qué era el teatro. A partir del segundo año, propusimos hacer una experiencia de teatro comunitario extraescolar y así invitamos a los chicos de las escuelas. Vinieron cerca de 45, lo que es muchísimo. Para nuestra sorpresa, la experiencia que pudimos hacer con la obra ?Parece que no nos quieren? fue muy buena. Los jóvenes se empezaron a apropiar del lugar.
Además, como estamos trabajando en la formación de formadores, empezamos a descubrir vocaciones y algunos comenzaron a ser ayudantes.
-¿Cómo continúa esta tarea?
-En este momento estamos siguiendo a un grupo de docentes, para que verdaderamente puedan completar la formación. Estamos comprobando que han incorporado las técnicas a sus prácticas y se están convirtiendo en referentes y un estímulo para otros colegas.
-En Tandil, ¿el proyecto caló en alguna institución?
-Actualmente está pendiente una conversación en la Facultad de Arte, sobre todo, a través de Mario Valiente que está interesado en el tema.
También hay directoras de escuelas que lo quieren implementar, así que esperamos empezar con este proyecto en cualquier momento, porque los resultados son muy buenos.
Teniendo en cuenta la problemática que hay en la educación y que generalmente uno no ve propuestas que se sostengan en el tiempo y sean transformadoras, se necesitan proyectos realmente comprometidos con los chicos y los docentes, que se encuentran un poco abandonados en esta situación. Es el sistema el que no lleva adelante proyectos que favorezcan a docentes y chicos.
-¿El arte es una vía de cambio transformadora?
-Nosotros creemos que es absolutamente así, que el arte es como decía Gianni Rodari: ?No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo?. Yo creo que el arte es una oportunidad en donde se estimula la creatividad, que puede ser utilizada en la vida para que a la persona logre fortalecer su autoestima, construir sus propios proyectos de vida, encontrarse con otros de una manera más divertida, sana. De esta manera las personas, y sobre todo los jóvenes, se alejan de aquellas personas y situaciones que lo pueden perjudicar.
El arte dramático es fantástico en este sentido, porque es colectivo, hay que trabajar con el otro, encontrarse, disciplinarse, comprometerse, hacerse responsable, ser buen compañero. Esto está presente en el arte en forma de valores.*
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