Un frustrado intento de asalto en la despensa Las Acacias movilizó a la policía
Pareciera que en la ciudad ya no quedan zonas tranquilas. Los delincuentes se van moviendo y buscan dar el golpe en el momento, esquivando el patrullaje que realiza la policía con el máximo objetivo de prevenir y acortar los robos que se vienen registrando en distintos comercios.
Anoche, una despensa que lleva 20 años funcionando en la calle Las Acacias 50 sufrió un intento de asalto, que no se consumó porque el delincuente optó por escapar de la escena, pese a estar armado.
El hecho ocurrió minutos antes de la 20, y nuevamente movilizó a los uniformados que montaron un operativo en busca de los malvivientes, arrojando resultados negativos pese a haber interceptado a varias motocicletas.
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Cómo ocurrió
La despensa denominada Las Acacias es un emprendimiento familiar que hace muchos años abastece a la amplia zona de quintas de La Rural. Cuando la noche comenzó a hacerse presente, también los delincuentes salieron a escena. Circulando, según testigos, en varias motocicletas, un individuo decidió romper la tranquilidad familiar e ingresar en busca de apoderarse del dinero que pudiera haber en la caja registradora.
En ese instante se encontraba Gabriel Roberto García, quien se vio sorprendido por la aparición del solitario delincuente, quien amenazándolo con un arma de fuego intentó llevar a cabo el ilícito.
Dos hijos que estaban en el interior de la vivienda salieron en defensa de su progenitor, hecho que puso en fuga al ladrón, quien escapó a bordo de una motocicleta.
Alertada la fuerza policial del hecho acontecido en la calle Las Acacias, a metros de Ceferino Pedersen, se movilizaron varios móviles buscando dar con el delincuente.
Al llegar El Eco de Tandil al lugar pudo observar a efectivos de la comisaría Cuarta dialogando con el dueño del comercio, quien tuvo que pasar en el frío anochecer del domingo por una amarga situación.
Pero no sólo quedó en tomar los datos a los damnificados e invitarlos a radicar la correspondiente denuncia, en la zona se pudo observar a varios uniformados interceptando motocicletas similares a las descriptas por las víctimas, para realizar el correspondiente cruce informático y constatar si tenían algún impedimento para circular.
Lo manifestado por el señor García y sus hijos indicaba que los delincuentes tenían como características que recordaban uno un buzo blanco y otro, quien guiaba el rodado, con un abrigo similar color verde. Pese a los datos recabados y los conductores de motos interceptados, la policía no pudo atraparlos.
De todas formas, el operativo de interceptación de motocicletas continuó vigente a lo largo de la noche.
“Fue la primera vez”
Graciela Susana Amado habló con este medio sobre lo que había ocurrido instantes antes en su comercio. La mujer expresó que “estaba mi marido atendiendo cuando entró un delincuente y le apuntó con intenciones de robar. Por suerte no pudieron hacerlo”.
Luego mencionó que “estaba en el interior de la casa y cuando escuché los gritos, salí. Eran dos motos las que había afuera, pero uno el que entró”.
Amado también expresó que “hace 20 años que tenemos comercio en esta zona y es la primera vez que nos pasa un hecho así. Mis hijos de 19 y 30 años salieron a correr a los delincuentes. Estaba rogando que vuelvan porque son así de explosivos y nunca sabes qué puede pasar si los llegaban a agarrar”. u
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