Una joven madre de dos pequeñas quedará en la calle si no paga el alquiler de su vivienda
La crisis va ocupando los espacios. Aprieta y acorrala. Sobre todo, a los más débiles, a quienes ya de por sí, vienen arrastrando una historia de padeceres y situaciones difíciles de remontar y superar en un contexto de clara desventaja para resolver las distintas cuestiones que la vida ha puesto en el camino de algunas personas.
Es cuando ninguna estructura -en cualquiera de los ámbitos- es lo suficientemente segura, eficiente, esperanzadora e insistente y concreta a lo largo del tiempo, dejando el destino de algunos, a mitad de ese camino lleno de obstáculos casi desde el inicio y lo que es peor aún, a mitad de resolver.
Hay muchos casos, demasiados. Más de los que debieran y pasa en Tandil, ciudad que crece, pero que lo hace en todos los sentidos. Hacia arriba y a la fama, consolidándose como destino temporal o permanente; a lo largo y a lo ancho, pero también por lo bajo. Por esas sombras de un mundo existente pero muchas veces ignorado.
Y da trabajo. Preocupa y ocupa, pero no es suficiente. No alcanza porque siempre alguien queda afuera o necesariamente, para poder contener a todos, alguien debe dejar un lugar para dar el paso a otros, y es la gran pregunta: qué hacer con el que, supuestamente, ?ya está listo? para seguir solo, por las suyas, cuando ya recibió la ayuda prometida, pero a simple vista, no lo está, vuelve a quedar fuera del sistema en el que nunca termina de insertarse definitivamente. Y aparece el debate, interminable, con análisis desde miles de aristas, pero mientras tanto, uno más, quedó afuera.
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en la calle…?
Un ejemplo de todo esto es Lorena Martínez. Es una joven mamá de mellizas de dos años y medio. Nada para ella fue fácil. Un marido golpeador, una familia que no la contiene ya que, seguramente, no ha de poder contenerse a sí misma.
?Mi marido era maltratador, me golpeaba, era imposible seguir viviendo así. Pedí ayuda y me la dieron, no me quejo, la Municipalidad me alquiló esta casita, por la que paga 350 pesos y pude dejar atrás esa situación que por suerte, ya quedó en el pasado?, comenzó contando Lorena, mientras sus hijas despertaban e iban corriendo a colgarse de su regazo.
El problema es que ?ahora, me dicen que ya está, que han solucionado mi situación y que debo dejar la casa, que no me van a seguir pagando y si no pago el alquiler el 22, quedo en la calle con mis hijas y, la verdad, es que no tengo dónde ir?.
Lorena no tiene trabajo, ha intentado, pero se le complica ?porque no tengo a quien dejarle las nenas, nadie acepta que vaya a trabajar, ni a limpiar a ningún lugar con dos criaturas?, se lamenta.
No recibe ningún subsidio ya que, además, ha perdido su documentación y por tener sólo un comprobante, no puede iniciar ningún tipo de trámite.
Lorena vive, hasta hoy, en Alvarado 266. Una casa precaria, en la que ni siquiera hay una cocina en la que calentar agua. La situación está planteada. Cuál será la solución para Lorena… y para tantos otros que pasan por situaciones similares. Se la puede ubicar en el celular de una amiga: 154-65725.*
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Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios