Una ordenanza inútil
¿Qué puede pensar un ciudadano de sus gobernantes si las mismas ordenanzas que aprueban y promulgan dejan que se violen impunemente por sus propios funcionarios?
Recordemos que el entonces concejal Ernesto Palacios se tomó un trabajo titánico para ordenar lo que era un desorden total. Elaboró una ordenanza que llevó previamente para su visto bueno a la Federación Argentina de Box. Conocida por el Comité Olímpico recibió la más cálida de las felicitaciones. Fue considerada como única en todo el país. Finalmente el Concejo Deliberante la aprobó por unanimidad.
Ahora, los encargados de hacerla cumplir y de respetarla, hace tiempo que sobre ella vienen arrojando sus desechos fisiológicos. Ha sido bardeada en todos los aspectos posibles, al punto que lo que hoy se llama Comisión Municipal de Box, sería nada más que un conjunto de ?okupas?, puestos por quién sabe quién, dado que su nombramiento no figura en el boletín publicado en internet hasta el 26 de noviembre. La anterior caducó hace rato, por un lado se venció su vigencia y que se sepa nunca fue renombrada por decreto como corresponde, y por el otro, debido a las renuncias portazo mediante, había quedado inválida.
Sergio Vega, entrenador del discriminado club Deportivo Tandil, está esperando alguna respuesta a la carta que le envió al Intendente donde hace no una sino varias denuncias. Sus ignorados pupilos, Juan Candina (se lo sacaron por extorsión para llevarlo al campeonato y tomar el crédito de su triunfo, intento que fracasó) y Matías Rueda, el año pasado no fueron ni considerados para el Movediza, a pesar de ser ambos invictos, con más de diez peleas y más de la mitad ganadas por nocaut. Cuando fueron propuestos, uno de los dos miembros que quedaba de la desarticulada Comisión de Box, ante una insinuación de un periodista para que Candina fuera ternado, lo abarajaron con un no rotundo. ?¿Por qué??, preguntó. ?Es una cuestión personal?, le contestaron. Esos dos únicos electores juzgaron con la moral del usurero.
Y hoy, esos mismos personajes están dentro del conjunto de presuntos ?okupas?. Al mando está el mismo que permitió que a la Municipalidad de Tandil le secuestraran una balanza por no pagar suculentas cenas en el Hotel Torino -una vergüenza que no tiene antecedentes y que sus ?protectores? tomaron como una simple anécdota-. El mismo que se tiene que esconder cada vez que ve a quien una vez le pidió casi de rodillas que le hiciera de anunciador y la paga nunca apareció. El mismo que además de vivir violando el reglamento -a veces con rédito personal- para no perder la costumbre autorizó el sábado pasado que Gustavo Huanca, de 16 años, enfrentara a Carlos Macho, de 22. Era uno de los pocos artículos que le faltaba pisotear.
A raíz de todo esto, solamente surge una pregunta. ¿Los que le han renovado -suponemos que ilegalmente- la presidencia, si lo remueven? -como así lo solicita la mayoría de los entrenadores-, ¿no tendrán miedo de que hable? No es una certeza, es solamente una deducción.
No me puedo comparar con mis amigos Julio Ernesto Vila y Osvaldo Principi. Son ellos mucho más inteligentes que yo y además son más ?vivos?. Vila hace años que dejó el periodismo: ?Si hay una palabra que sintetice porqué me fui del boxeo, es ?asqueado??. Principi me confesó al dejar TyC Sport: ?Terminé de hacerme mala sangre. No sabés lo cómodo que me siento en Cien por Ciento lucha?. Entonces miro el panorama que tengo delante; autoritarismo, intolerancia, discriminación, ?cuestiones personales?, escándalos radiales, invitaciones a pelear, falta de respeto a los que fueron a la Secretaría de Desarrollo con un planteo y terminaron como sirvientas engañadas, y otra vez una elección para el Movediza, en el que los valores no sirven. Si escriben todos los familiares de un boxeador lo ganará al estilo de ?Bailando por un sueño? donde el simpatiquísimo Moli, puede derrotar a Julio Bocca. ¡Basta! Me cansé de que en vez de escribir sobre boxeo, tenga que hacer notas lindando con lo policial.
De ahora en más esta columna se referirá a hechos históricos del boxeo. Las crónicas de actualidad serán aquellas que no estén manchadas por esta novedosa conducción tandilense que, de pretender ser la mejor, es lo peor que he visto en más de cincuenta años en el boxeo. ¡Ni pensar lo que vendrá el año próximo!
El boxeo en Tandil está manejado por el poder político, no el dirigencial, y ya sabemos que cuando chocan la política con la Justicia, esta última es la que siempre pierde.
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