Vecinos advierten que no pueden salir de sus casas los días de lluvia
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Ayer por la mañana, Estela Arias, una vecina de la calle Lavalle 1611, del barrio de Villa Aguirre, se contactó con esta Redacción para advertir sobre los trastornos que sufre, tanto ella como sus vecinos, cada vez que llueve. Admitió que es “terrible” la situación y pidió respuestas de las autoridades municipales.
Mientras diluviaba, la mujer abrió las puertas de su negocio, donde también vive, a El Eco de Tandil para compartir su realidad y pedir una solución “urgente”, ya que contó que prácticamente los días de lluvia no puede salir de su casa porque el agua se estanca y es un barrial.
“Es terrible, estamos inundados acá”, lamentó la mujer, al tiempo que contó que el problema se profundizó a raíz de la obra de pavimentación que el Municipio lleva adelante en calle Darragueira y que impide la circulación de agua, que “no sale”.
“Hoy, por ejemplo, no viene el repartidor, no entra nadie porque es imposible. Acá se inunda todo”, advirtió. Contó que “inundar, se inundaba siempre, y ahora desde que empezaron esta obra cada vez que llueve estamos tapados en agua”.
Arias detalló que “ya nos dijo el muchacho de la obra que el agua se nos iba a quedar en esta calle porque está mal, hay que levantar la calle, el cordón, según lo que nos dijeron, pero no saben cuándo lo van a hacer y a nosotros acá se nos viene el agua hasta la puerta”.
Remarcó que cada vez que llueve es “imposible cruzar, es el Dique” y contó que ya había llamado al Municipio y le habían dicho que iban a ir, pero aclaró que todavía no había ido nadie, como tampoco “pasó el recolector, acá nada de nada”, dijo.
En tal sentido, advirtió que en los últimos días “no pasó nadie, estamos inundados, eso es lo peor de todo, el agua. Esto es un desastre, todavía no me entró agua, pero si sigue lloviendo seguro que me va a entrar porque llegó hasta el borde”.
“Queremos
una solución”
En ese instante arribó al local Marta, una vecina suya, para sumarse a la entrevista y mostrar las fotos que había sacado minutos antes del agua estancada en la calle.
“Cuando hicieron el cordón, bajaron mucho la calle y ahora nos inundamos. Cada vez que llueve pasa esto, ahora más, y cada vez peor, porque está toda la tierra en la esquina, no tiene por dónde salir el agua”, coincidió la señora.
Ambas reclamaron entonces que “venga alguien por favor, queremos una solución porque no podemos hacer nada. Antes no entraba, pero ahora es un desastre. Hoy necesitaríamos que viniera alguien, que viniera ya”.
“En la esquina quedó divino”
Arias describió que “en la esquina quedó divino -en referencia a Darragueira- pero acá nosotros lo sufrimos y somos muchos los que vivimos. Pagamos los impuestos, todo como corresponde, pero nos tienen abandonados mal”.
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