Los vecinos de Portugal al 1200, en especial, pero del barrio en general, vienen presentando quejas desde hace años por el estado de cinco terrenos abandonados. Según los damnificados, el predio, con pastizales que superan holgadamente el metro de altura, se convierte en el hábitat ideal para toda clase de alimañas. Además, agregan que el lugar es utilizado como depósito por jóvenes que ocultan circunstancialmente allí objetos robados.
Blanca Fecicia vive desde hace cuarenta años justo frente a los terrenos. Ella fue la que recolectó firmas en el barrio y las presentó por mesa de entradas en la Municipalidad, con la esperanza de que su reclamo sea atendido. Han pasado ya casi 20 días del trámite, pero nada.

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Los testimonios
?Venimos pidiendo desde hace años. Yo, desde que estoy aquí, no recuerdo otro panorama. La verdad es que tengo miedo. Cuando debo regresar de noche a casa, le pido al remisero que me espere hasta que entre?, suelta con impotencia.
Mientras este Diario dialoga con ella, otros vecinos se acercan para ratificar sus dichos.
Blanca prosigue: ?Hay ratas, mosquitos, toda clase de alimañas. No se imagina lo que es convivir con esto. Encima, se ven a personas que ingresan por las noches y se ocultan. Y en otras oportunidades, que salen con objetos. El otro día, un vecino vio a alguien salir con un televisor, seguramente robado?.
En cuanto a la falta de respuestas de la Municipalidad, sostienen al unísono que siempre ha sido así. ?Fíjese, es un barrio abandonado. Acá no tenemos veredas y observe el estado de las calles. Es una pena, estamos a pocas cuadras de la Terminal y nadie se acuerda de nosotros?.
Sobre el propietario de los terrenos dijeron que ?no le importa nada. Incluso lo han amenazado con prendérselos fuego, y él como si nada: ?Hagan lo que quieran?, ha dicho?.

 

Más contra el Municipio
Otro hombre mayor se suma a la rueda de reclamos. ?Acá la Municipalidad debería tomar cartas en el asunto. Limpiar todo como corresponde y, en todo caso, pasarle la cuenta al dueño. Eso es lo que ha hecho en otros casos?.
Y suma su indignación: ?Parece que hay ordenanzas para ricos y ordenanzas para pobres, porque acá no se cumple con el cerramiento ni con nada. Y esto lleva años?.
Una mujer de la zona insiste con más decisión: ?Esto es una guarida para los ladrones. Dejan acá lo robado, aguantan unos días y después vienen y se llevan las cosas como si nada. Eso lo han visto varios?.
Y dedica un párrafo a los mosquitos, ?justo cuando usted ve y escucha en todos los medios lo de las campañas contra el dengue?, y otro a las ratas: ?Hay unas ratas enormes que se pasean sin problemas por el barrio?, resume.
Ya en la despedida, agradecen la presencia periodística, esperanzados de que esta vez el Estado municipal atenderá sus reclamos. Cuando se los consulta si han pensado en alguna otra medida, las voces suenan resignadas: ?Tendremos que seguir esperando que se acuerden del barrio?.

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