Vibra Tandil con el Festival de la Sierra

Cabe destacar que este sábado a las 20, el joven malambista Ariel Pérez estará en el club Defensa ofreciendo una demostración de malambo.
“Tengo 29 años, contó en el programa La Ciudad, por Eco TV- hace dos años que salí campeón pero durante 7 me estuve preparando para el Festival de Malambo”, lo que demuestra que si bien tiene cualidades innatas y aprendidas para esta danza de hombre no dejó nada librado al azar.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email-¿Qué diferencias existen entre el malambo sureño y norteño?
-El sureño o antiguo es el que nace con la bota de potro, que no tiene taco bota. El cuero se saca de los cuartos traseros de un caballo carneado y se hace como una funda para la pierna. Se cierra y en otros casos se usa con dos dedos afuera que es como estribaba el gaucho.
-Pareciera que bailaran descalzos.
-Sí, da la sensación. Lo que más se luce del malambo sureño son los escobillados, taconeo o abanico, los fuertes por más que se maneja la cintura y algún que otro golpe. El sureño no tiene bombo es todo a base de guitarra, en el norteño comienza aparecer el bombo, es todo más a base de golpe, de fonética, de puntas, quiebres. Se maneja de otra forma la bota.
-¿Ha variado el baile? ¿Se ha vuelto más estilizado? El gaucho parece más bailarín clásico.
-Uno dice “la evolución”, no sé. Sé que ha cambiado mucho el malambo, yo lo que trato de defender es la imagen del gaucho, que se siga viendo una mudanza tal cual era antes, hace 30 años atrás.
Machismo vs Backstreet Boys
-¿Es una muestra de hombría?
-Exacto. Lo veo de la misma forma en una jineteada. Se lo grafico: el mejor potro es el reservado y son los últimos tres potros que salen en la jineteada. Lo veo así, para mí tiene que ser el reservado el mejor malambista. En ese momento, todo es el enamoramiento, querer conquistar a la dama de una forma u otra. Claro, antes era un poco diferente porque imagínese que un gaucho de pronto no veía una mujer durante tres meses entonces cuando la veía en ese encuentro no es lo mismo que hoy que le mandamos un mensaje de texto o nos encontramos a tomar algo. Seguramente el enamoramiento le iba a salir hasta por las fosas nasales, por todos lados. Cuando subo al escenario trato de que se vea esa imagen, de seducir a una mujer en mi malambo o también de llamar la atención en el malambista que está afuera, que puedo ser mejor que él. Es que la esencia del gaucho es su machismo. Hoy se ve que la estilización hace que se vea de otra forma, de pronto los chicos se quieren cortar el pelo, se rapan la cabeza y se hacen un rodete y de pronto la esencia del gaucho se pierde un poco en el escenario. Tal vez ellos no se dan cuenta, pero al recortarse su bigote o al dejarse su barbita a lo Backstreet Boys pierden esa imagen.
Hoy parece que el malambo sureño fuera más moderno que el norteño porque los bailarines, los malambistas, toman clases de tantas otras disciplinas que las aplican en el malambo y me parece que se va desvirtuando, distorsionando la danza.
-¿Cuáles son sus raíces?
-Mi abuelo es recitador, mi bisabuelo domador de potro, mi madre profesora de folclore. He conocido otras cosas que no tienen que ver con el baile solamente. Pero sí en lo que uno va trasmitiendo y esto se ve reflejado en cantores sureros como José Larralde, Argentino Luna, Alberto Merlo que contaban cosas cantando, recitando, payando y creo que un malambista tiene que subir a contar cosas que le están pasando en el campo: una pose en la que ha visto un tero o cepillar y sacar tierra, contar una historia o una pelea a través del movimiento, encarar, irse para atrás, pegar un salto o golpe… pero contar algo.
Una mudanza armónica
-¿Cuesta sacar a los jóvenes bailarines de este nuevo modo de interpretación?
-Sí, porque no lo entienden. Es más, preparo chicos para El Festival Nacional del Malambo u otros certámenes y los llevo a jineteadas, al campo para que vean un contrapunto de payadores y que canalicen esa vivencia a través del malambo. No como una danza más. Yo hablo de la técnica del malambo y no es la de la danza contemporánea, clásica.
Un malambista de hoy no va a zapatear como un gaucho de otros tiempos, porque antes un muchacho de 30 parecía un hombre de 50 de tanto que había trabajado, con problemas en la cintura, en las cervicales por estar tanto arriba de un caballo. No tiene el físico de un chico de hoy, pero el tema es tratar de ver qué movimientos podría haber hecho un gaucho. Entonces en base a eso confeccionar y hacer una mudanza nueva, vistosa. La técnica es para ver dónde coloco el pie o determinado movimiento para que la mudanza se vea de la mejor manera. Seguramente el gaucho no hacía la mudanza con la misma limpieza que la vamos a hacer hoy, pero me parece que no hay que perder la tradición y que si hay un crecimiento en el malambo no debe perder la esencia de lo que es la danza, porque si se pierde eso es como que estás parado en el aire, en cualquier lado.
La programación
Hoy
A las 20, en el Club Defensa Tandil, avenida Rivadavia 351, comienza el Festival Competitivo de Danza Folclórica. Esta vez la sede se lleva a cabo en este espacio a efectos de hacer un corredor folclórico hasta el anfiteatro municipal.
Desde las 20 en el Martín Fierro: Un cálido paseo peatonal donde la gastronomía y las artesanías tandilenses se lucen durante las noches al pie del anfiteatro. Fogones populares, show gastronómicos, espectáculos, carnes tandileras asadas, tablas regionales y mucho más. Chacinar, donde se podrá degustar de salames y quesos tandileros, además de asistir en forma gratuita a charlas, exposiciones, clínicas de cocina y maridaje.
Sábado
A las 20 se presentará un nuevo récord del salame más largo de América con la presencia del prestigioso cocinero Juan Braceli quien siempre visita el encuentro y también deleitará (hasta el domingo) con su festival gourmet con los mejores bocados de productos regionales.
Domingo
Desde las 20, con entrada libre y gratuita, Noche de los consagrados con la presencia de Cuti y Roberto Carabajal.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios