Virginia Galán y Soledad Afra organizan una suelta de libros
Las organizadoras, Virginia y Soledad, son docentes de inglés en Tandil. En un libro de texto encontraron una noticia sobre Book Crossing, un movimiento mundial que comenzó en 2001 y se fue replicando en el mundo y quisieron implementarlo en Tandil. Entonces, este sábado, quien lo desee podrá acercarse, dejar un libro y llevar otro, para formar parte de una biblioteca libre y mundial.
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Las organizadoras
-El año pasado hicieron la primera suelta de libros, ¿cómo se preparan para la segunda edición?
Soledad Afra: -Sí, el año pasado recibimos los libros, los etiquetamos, les pusimos un código de Boook Crossing para que empezaran a circular. Hubo gente que se hizo miembro. La idea es ver si las personas tienen ganas de liberar el libro que se llevaron o de acercar otros. El año pasado conseguimos liberar doscientos libros. La gente los deja y se lleva otros.
-¿Pudieron hacer el seguimiento de los libros?
Virginia Galán: -Algunos fueron registrados en la página, entonces la idea es que la gente vuelva y que lleguen personas nuevas.
-Para el que no participó, ¿pueden explicarle lo que es una suelta de libros?
S.A.: -Está inspirada en un movimiento internacional. La idea es que una persona puede liberar un libro y llevarse otro. Hay sueltas más o menos organizadas. La característica de este movimiento es que cada libro tiene un código que permite que uno pueda rastrear cuál es el camino que hace.
V.G.: -Nosotros queremos educar a la gente en eso. A veces, se hacen círculos de lectores de mismos autores. Es algo que se da en muchísimos países del mundo. Nos pareció interesante hacerlo aquí, aunque Argentina no tiene ese sentido de lo público. A la gente le cuesta desprenderse de libros, pero esa es la idea. El año pasado se logró y este, vamos por más.
-¿Qué tiene que hacer quien se sume?
S.A.: -Vamos a estar en la plaza 25 de Mayo el sábado desde las 16 recibiendo libros. La gente puede traer uno o varios, nosotros le vamos a dar una etiqueta que va a tener un código que hace que forme parte de este movimiento. Se podrá llevar otro libro a su casa.
La idea es llevar textos para adultos o niños, pero que no sean de actividades. Además este año vendrán de Book Crossing de Buenos Aires, a liberar textos de allá. La idea es el intercambio, sin dinero de por medio. Es una situación social donde participan las familias, la comunidad, que se puede conocer en este hecho cultural.
El proceso
Se registrará cada libro con el nombre de la persona, de dónde es y quién se lo llevó. Luego, cada quien tendrá el compromiso de subir el libro a la página de Book Crossing, cada vez que cambie de dueño.
Poco a poco se espera ir educando al público para que cuide los libros, los lea y los suelte para que lleguen a otros. Simplemente es necesario que nadie deje de registrar cada movimiento para saber dónde está el libro, quiénes lo leyeron y cuál va siendo su recorrido.
“BookCrossing”
Es la Biblioteca Mundial, es la fiesta de la literatura y un lugar donde los libros cobran una nueva vida”. Book Crossing es el acto de dar a un libro una identidad única, de manera que, como el libro pasa de lector a lector, se pueda seguirlo e interconectar a sus lectores.
El objetivo de Book Crossing es conectar personas a través de los libros, dándoles nueva vida.
Cabe mencionar que los registros on-line y el sistema de seguimiento de los libros permiten a los miembros de Book Crosing conectarse con otras personas y ver cómo sus libros cambian vidas a través del proceso de lectura y liberación.
Las personas usuarias de Book Crossing pueden etiquetar y seguir sus libros individualmente. Para ello simplemente tienen que escribir en sus libros el código BCID (Número de Identificación de Book Crossing).
Los inicios
La web de Book Crossing se lanzó el 21 de abril de 2001 y se convirtió en una forma distinta de compartir y seguir libros a la vez que se está interconectando a la gente empleando los libros como arquitectura que facilita una “Gran conversación”.
El equipo tiene su base en Sandpoint, Idaho, Estados Unidos. Sin embargo, la web no podría funcionar sin el voluntariado, que se expande por todo el mundo.
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