Yamila Toledo, una madre campeona mundial
Su capacidad para desenvolverse en la disciplina le permitió alcanzar el año pasado el título mundial en Polonia, logro que tratará de revalidar el mes próximo en Estonia.
En diálogo con El Eco de Tandil, Toledo se refirió a sus expectativas de cara a una nueva cita ecuménica:
?Viajaré el 17 de noviembre, y el Mundial se disputará el 20 y el 22. Me estoy preparando desde hace un largo tiempo, en realidad nunca dejé de entrenar, aunque acercándose el torneo se intensifica la preparación. Esta vez tengo la presión de retener el título, no es que voy ?a ver qué pasa?. Un segundo puesto sería haber bajado mi rendimiento, por lo que único que sirve es ganar.
-¿Tenés las mismas posibilidades que en el Mundial anterior, en el que fuiste campeona?
-Creo que sí, el hecho de tener un título representa algo. Tiene que aparecer alguien muy superior como para que yo sienta que tengo menos chances. Además, últimamente me he presentado en torneos en Europa, donde están muchas de las que serán mis rivales, y noté que estoy en un buen nivel.
-¿Cómo fue que te iniciaste en esta disciplina?
-Hace un largo tiempo soy profesora de danza, y antes competía en torneos de karate. Luego de tener a mi hijo comencé a ir al gimnasio y descubrí el fitness. Rápidamente tomé la competencia y obtuve buenos resultados.
-Es un deporte amateur, pero que brinda cierto rédito.
-Claro, no te pagan por competir, pero al trabajar mucho con la estética te empiezan a contratar para realizar publicidades. Yo represento a Argentina en todos lados, entonces hay una empresa que solventa no sólo mis gastos de entrenamiento sino también los vinculados a los viajes.
-¿En qué consiste la competencia?
-En competencias en el exterior, son alrededor de 15 jurados. Es una disciplina que se diferencia del físicoculturismo, en la nuestra existen controles antidoping. En el fitness se busca que la mujer mantenga sus rasgos femeninos y naturales, eso se evalúa en una primera etapa. Después hay un round coreográfico, donde se evalúa mucho la parte aeróbica, la coordinación y flexibilidad; y en un tercer round, con ropa de noche, se busca que todo tu trabajo realizado no te quite presencia y elegancia.
-¿Cómo ha ido creciendo tu trabajo ante la proximidad de la competencia?
-Cuando no hay un torneo cercano entreno tres o cuatro horas por día. Ahora, que estoy cerca del Mundial, salgo a correr una hora a la mañana, dejo a mi hijo en el jardín, me voy al gimnasio, después hago gimnasia deportiva, con trabajos en colchoneta y luego de cenar vuelvo a salir a correr. A esta altura me manejo bastante bien sola, aunque voy al gimnasio La Cascada, donde un poco me van guiando.
Pero ya conozco mi cuerpo y sé cómo reacciona, además en Tandil no se conoce mucho este deporte, hay poca gente capacitada en cómo preparar a una chica fitness. Generalmente, el que no sabe tiende a darte una rutina en la que te pasás de entrenamiento.
De todas formas, hay gente a mi alrededor a la que debo agradecerle, como Jorge Cedale (presidente de la federación nacional) y a mi familia, que cuando yo me vaya a Estonia vendrá a Tandil a cuidar a mi hijo.
-¿Cómo te manejaste con la actividad física al empezar a ser mamá?
-En 2007, apenas di a luz, fui a un gimnasio a buscar una rutina post-parto. Me comentaron de este deporte, me dijeron si quería entrar en torneos y ahí empecé. En mayo comencé a entrenar, en junio a competir y ese mismo año fui a mi primer Mundial, siendo subcampeona en Moscú.
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