A 10 años de la derogación de la 125, el campo vive una crisis, pero con más producción
El voto negativo de Julio Cobos impidió en 2008 la aplicación de la Resolución 125 que procuraba insertar retenciones móviles a los cultivos. Así puso fin al conflicto más largo de la historia del sector. Ángel Redolatti recordó esos tiempos y advirtió que hoy hay más producción, apertura a los mercados y mayor diálogo con el Presidente de la Nación. De todas formas, admitió la difícil situación y reafirmó el estado de alerta y movilización.
Hoy se cumple una década del fin del conflicto que cambió el destino del campo y duró 129 días. Un día como hoy pero de 2008, el exvicepresidente Julio Cobos desempataba la votación en el Senado de la Nación impidiendo la aplicación de la Resolución 125 que pretendía elevar la alícuota de retenciones al sector agropecuario, firmada por Cristina Fernández de Kirchner y su jefe de Gabinete Alberto Fernández.
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En conmemoración, la Mesa de Enlace realizará en esta jornada un encuentro en el predio de Palermo de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Además de los dirigentes de la Mesa actual, también participarán los ruralistas que integraron la agrupación en 2008.
El presidente de la Sociedad Rural de Tandil, Ángel Redolatti, fue testigo presencial de aquella larga jornada en el Senado de la Nación que tuvo como broche de oro la recordada frase del entonces vicepresidente Cobos.
“Yo estaba en la sesión”, contó el dirigente local, que recuerda como si fuera hoy aquel voto “no positivo” a favor de no implementar las retenciones móviles a la soja y otros cultivos planteadas en la Resolución 125. Relató que adentro estaba todo tranquilo. Sin embargo, afuera se vivieron momentos realmente tensos por parte de quienes no estaban a favor del campo.
Después del resultado, la Mesa de Enlace, dirigentes y todos los que apoyaban al sector esperaban reunidos en el Monumento a los Españoles de la Capital Federal. Aquel 17 de julio de 2008 no se aplicó “la 125”, pero cabe recordar que ya existían retenciones de un 35 por ciento para la soja, al igual que para el trigo y el maíz.
Aquel fue un período realmente complicado para el agro argentino y así lo recuerda la mayoría de los productores. De hecho, en 2009 la cantidad de hectáreas de trigo sembradas en todo el país fue menor que cien años atrás, cuando no existía tanta tecnología. “Esto sucedió por las medidas del gobierno de Cristina Fernández que no incentivaban a los productores, ni había condiciones de mercados donde colocar las producciones. Estaba muy difícil lograr las ventas”, explicó Redolatti.
El crecimiento de la producción es la forma de comparar lo que ocurría hace 10 años y la situación actual. En 2008, internacionalmente el valor de la soja estaba alrededor de los 650 dólares, en tanto que hoy está a la mitad. En el caso del trigo no había tanta diferencia, pero hoy también está un poco menos. “El esfuerzo que tiene que hacer el productor es grande para que su mercadería tenga un valor relativo y compense todo lo que él invirtió”, analizó.
Más diálogo y
mayor producción
Cuando asumió el presidente Mauricio Macri, el primer cambio que notaron los productores agropecuarios fue la quita de retenciones al trigo y al maíz, además experimentaron un aumento en la producción. De unas cuatro a seis millones de toneladas de trigo que se generaban, lograron llegar a 14 millones de toneladas, por lo que el Estado recaudó más que con las retenciones del mandato anterior. “Gracias al incremento de las producciones que obtuvieron por sembrar en mayor superficie”, concluyó.
Para el titular de la Sociedad Rural local, con el actual Gobierno nacional hay diálogo y acceso a funcionarios que antes no había. También reconoció que muchas cuestiones estaban desacomodadas o desacopladas de los mercados internacionales, por lo que costó el proceso de reinsertarse, pero indicó que hoy el productor si quiere vender su trigo, sabe que lo puede hacer.
También sostuvo que hay que estar atentos a los costos de todas las actividades del agro. “En agricultura, por ejemplo, el rinde llamado de indiferencia está en producciones altas, entonces no solo depende de la eficiencia sino también del factor climático”, aseveró. Justamente este año tanto en la provincia de Buenos Aires como en Santa Fe y Córdoba la grave sequía retrajo las cosechas fina y gruesa. La producción de soja proyectada era de alrededor de 55 millones de toneladas, sin embargo solamente alcanzó los 36 millones. El fenómeno climático fue tan significativo que estiman que ha sido el más severo de los últimos 50 años.
El campo,
en alerta
Días atrás la Federación Agraria Argentina (FAA) anunció que se movilizará el 26 de julio en reclamo por la crítica situación que está viviendo el sector, y las otras organizaciones también están alineadas en el mismo camino. De hecho, Ángel Redolatti repasó que el pasado 12 de junio, en la Sociedad Rural de Rosario, se reunieron las distintas asociaciones que pertenecen a la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), de allí surgió un comunicado donde resolvieron mantenerse en estado de alerta, sin descartar futuras medidas de acción gremial al respecto.
Si bien todas las actividades agropecuarias están atravesando una coyuntura difícil, contó que en Tandil el problema más grande lo enfrenta el sector lechero, ya que todos sus insumos están dolarizados y el importe de la leche no. “El precio que recibe el productor no le alcanza para cubrir sus costos”, remarcó.
Dentro de los reclamos planteados por la FAA, también sugieren la suspensión de importaciones de productos generados en el país para poder achicar sus deudas de cuenta corriente. En este sentido, Redolatti dijo que hasta hace algunos días atrás había algunos yogures o quesos uruguayos en las góndolas de los supermercados. Si bien manifestó que es una cuestión que hay que cuidar, también entiende que hay que tener en cuenta el tipo de convenio que se tiene con el país vecino, ya que a veces para poder vender productos nacionales afuera hay cierta reciprocidad exigida en los acuerdos.
Cronología de julio de 2008
5 de julio. La bancada alineada con Cristina Fernández logró aprobar el proyecto de ley de retenciones en la Cámara de Diputados por una diferencia mínima, con 129 votos en contra, y lo giró al Senado para su ratificación.
15 de julio. Buenos Aires fue escenario de una gigantesca movilización en respaldo de los reclamos agropecuarios. Al mismo tiempo, hubo congregaciones en apoyo al Gobierno. Ambas partes trasladan así la pelea a las calles porteñas.
17 de julio. Tras un debate de 18 horas, en la madrugada, el vicepresidente Julio Cobos desempató la votación y se inclinó por el rechazo al proyecto oficial. “Mi voto no es positivo”, pronunció.
18 de julio. El Gobierno nacional derogó la Resolución 125 tras el revés en el Senado.
Concluyó así el conflicto rural más largo de la historia argentina.
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